El magnesio existe en el cuerpo de forma natural, pero a veces hace falta aumentar sus niveles para que pueda mantenerse la salud en general, particularmente cuando hay carencias o algunas complicaciones por lo mismo.
Por ejemplo, el magnesio ayuda con la regulación del funcionamiento de los músculos y del sistema nervioso, así como con la regulación de los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea, y también en la formación de proteínas, masa ósea y otros beneficios, los cuales son clave para la salud en general.
Por lo anterior, es importante que todas las personas cuenten con la cantidad de magnesio suficiente para su cuerpo, a partir de la edad y sexo. En promedio, estas son las cantidades recomendadas por día en miligramos: bebés de hasta seis meses de edad (30 mg), bebés de siete a doce meses de edad (75 mg), niños de uno a tres años de edad (80 mg), niños de cuatro a ocho años de edad (130 mg), niños de nueve a trece años (240 mg), adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad (410 mg), adolescentes (mujeres) de 14 a 18 de edad (360 mg), hombres adultos (400 a 420 mg), mujeres adultas (310 a 320 mg), adolescentes embarazadas (400 mg), mujeres adultas embarazadas (350 a 360 mg), adolescentes en periodo de lactancia (360 mg), mujeres adultas en periodo de lactancia (360 mg).
En general, es frecuente que las personas no obtengan la cantidad de magnesio que es recomendada para sus casos, por lo que pueden presentar algunos síntomas que en un primer momento no son del todo evidentes, ya que cuando las personas sanas no ingieren suficiente magnesio, los riñones comienzan a retener magnesio limitando la cantidad que se elimimna en la orina. Sin embargo, a largo plazo, el consumo insuficiente de magnesio de forma prolongada puede causar síntomas de deficiencia de magnesio, como son pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga, debilitamiento, calambres, entumecimiento, hormigueo, convulsiones y algunas anomalías en el ritmo cardiaco.
Particularmente, los adultos mayores suelen presentar deficiencia en el consumo de magnesio, lo mismo que personas con diabetes tipo 2, personas con enfermedades gastrointestinales y personas con alcoholismo de largo plazo. En esos casos, es recomendable consumir magnesio mediante suplementos o alimentos específicos para regular los niveles del cuerpo.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta qué pasa cuando una persona consume magnesio todos los días.
Magnesio todos los días: beneficios y riesgos
Dado que el magnesio se vincula con beneficios como regulación del sueño, reducción de los niveles de estrés, mejoras en la salud ósea y muscular, mejoras en la salud digestiva y regulación de niveles de azúcar en la sangre, muchas personas optan por consumir a diario este mineral, y aunque estos beneficios están presentes en su consumo, también hay algunos riesgos que pueden suceder cuando se exceden los niveles recomendados.
Por ejemplo, si se exceden los niveles de magnesio recomendados para la salud del cuerpo, pueden presentarse signos de toxicidad como reducción de la presión sanguínea a niveles riesgosos, náuseas, vómito, irritaciones en la piel, retención de orina, depresión y letargo. Además, si no se toma en cuenta este panorama, eventualmente se pueden llegar a niveles de exceso de magnesio que incluyan síntomas como debilidad muscular, dificultad respiratoria y problemas cardíacos, por lo que es sumamente importante dar seguimiento del consumo de suplementos de magnesio con un doctor profesional, además de elegir el tipo de suplemento que sea ideal para las necesidades personales de cada persona, ya que existen distintos tipos como óxido de magnesio, citrato de magnesio, cloruro de magnesio y más. Por eso, lo recomendable es tener este proceso de la mano de un experto.
