Bienvenidas todas las discusiones y propuestas para mejorar el sistema de justicia en el país, para recuperar la confianza de los ciudadanos, para cambiar su enfoque punitivo y para acabar con el hacinamiento en los centros penitenciarios.
La propuesta del Ministro de Justicia, Néstor Osuna, sobre justicia restaurativa causó polémica y fue subestimada como es de esperarse en un país con una cultura proclive al castigo.
La justicia restaurativa busca que la persona que cometa ciertos delitos menores no vaya a la cárcel, sino que surta un proceso de reconciliación judicial con la víctima en el cual pueda pagar su sentencia a través de formas diferentes a la perdida de la libertad.
La iniciativa no es nueva, en Colombia funcionó hasta el 2004. Este año la Fiscalía, en el Manual de Justicia Restaurativa, estableció la forma como ciertos delitos menores como la inasistencia alimentaria o las lesiones personales podían ser tramitados por esta vía.
La justicia restaurativa es un avance para el sistema de justica, puede contribuir a su descongestión y a la reparación de las víctimas de los delitos menores que, además, van a tener una respuesta más oportuna a sus denuncias. El reto está en su implementación.
Lo que más contribuiría a disminuir el hacinamiento en las cárceles sería un cambio en la lucha contra las drogas, no obstante, la disminución en el número de condenados o sindicados por delitos menores si podría aliviar un poco el desbordado e inhumano hacinamiento en los centros penitenciarios.
La mayoría de las condenas en el país están directa o indirectamente relacionadas con el narcotráfico. El mayor número de condenados es por el delito de homicidio, muchos de los cuales ocurren en enfrentamientos entre las bandas de microtráfico por el control de los territorios, le siguen las condenas por hurto, por concierto para delinquir, fabricación y porte de armas y por tráfico de estupefacientes. Las redes del narcotráfico incluyen diferentes unidades de negocios, entre éstas el hurto y la fabricación y porte de armas.
La solución de fondo al hacinamiento es trasnacional y debe incluir la legalización de las drogas para acabar con el negocio del narcotráfico y toda su red de negocios ilícitos. Por ahora, la lucha contra las drogas debe ser con inteligencia y contra los dueños de las estructuras criminales y no enviando a la cárcel las personas que hacen parte del eslabón más débil de la cadena.
Excelente análisis. No existe en Colombia un sistema de política criminal “El análisis del delito, sobre cómo tratarlo y cómo prevenirlo, desde hace mucho tiempo se está haciendo solo con la idea de castigar”