¿Sabías que la carne de pollo ayuda contra la gastritis?

En este sentido, cuando existe un diagnóstico de gastritis, “es necesario tener en cuenta conductas alimentarias que permitan una adecuada nutrición con el menor trabajo digestivo posible”.

Carne de pollo

Lo ideal en estos casos es elegir la pechuga que tiene apenas dos gramos de grasa por porción de 150 gramos de pollo y prepararla a través de métodos de cocción húmedos como el hervido, al vapor o a la cacerola

Gastritis

La gastritis es el término que se utiliza para referirse a las alteraciones inflamatorias de la mucosa del estómago. La misma puede ser aguda, es decir, una respuesta inflamatoria temporal a una infección o agresor; o puede ser crónica, que implica que el daño de la mucosa persiste en el tiempo e interfiere en la estructura normal de la misma.

“La acidez es el síntoma que tiene el estómago cuando acumula tanto acido” comentaba la nutricionista, esto a la vez puede ocasionar daños en las piezas dentarias no solo en el estómago.

La gastritis suele causar ciertos síntomas como los siguientes:

• Dolor y molestia en el estómago; en la parte superior del abdomen.
• Llenura durante y después de la comida.
• Adelgazamiento involuntario.
• Náuseas y vómitos.
• Inapetencia.

La digestión de las carnes

• Carne de vaca: “La carne roja es la más difícil de digerir” comentaba la nutricionista a lo que agregó, “no por ello no se puede comer”.
• Carne de cerdo: Sumado a las carnes rojas se encuentran las carnes de cerdo y luego las carnes blancas.
• En cuanto a la carne de llame, “es buenísima, no tiene grasa y posee gran aporte de hierro” agregaba la licenciada.
• La carne de cordero, contiene un poco más de grasa, por esto es más sabrosa, pero no es conveniente tenerla en una dieta diaria.

Tipos de carnes.jpg

Una buena digestión

Para tener una buena digestión, lo primero que tenemos que tener en cuenta es una buena masticación.

Mitos y verdades respecto a la gastritis

En la cultura popular, mucho es lo que se habla respecto a la gastritis. Pero la realidad es una. Por eso te comentamos qué es verdad y qué no.

Mito 1: la gastritis es una infección

Esto es falso. La realidad es que esta enfermedad puede ser causada por muchos factores, pero uno de los principales es la bacteria Helicobacter pylori. De hecho, es causante del 90 % de los casos.

Se piensa que la gastritis es una infección, cuando en realidad puede ser la consecuencia de una. Una infección es una invasión y multiplicación de patógenos en el cuerpo. En este caso, la infección es por H. pylori y la inflamación consecuente es la gastritis.

Mito 2: si comes cítricos te causarás gastritis

Mentira. Los cítricos son ácidos, pero no tienen la capacidad por sí solos de causar una gastritis. Lo que sí pueden causar es reflujo gástrico.

El reflujo gastroesofágico es cuando el contenido estomacal conformado por ácido clorhídrico, pepsina y sales biliares asciende al esófago y causa daños y molestias. Los cítricos generan reflujo, ya que disminuyen el pH del estómago y estimulan el movimiento del líquido.

Mito 3: pasar hambre causa gastritis

Es posible. Si se hace con frecuencia, el hecho de ayunar hace que los jugos gástricos entren en contacto directo con el estómago vacío y aumenten la irritación de la mucosa.

Además, en esta situación hay otra que es capaz de empeorar el cuadro, ya que se pueden ingerir cierta cantidad de alimentos que hagan más sensible al estómago. La recomendación clásica es programar 5 comidas pequeñas al día para evitar esto.

Mito 4: los analgésicos y los antibióticos curan la gastritis

Los analgésicos se usan contra los dolores. En cambio, los antibióticos son para combatir infecciones causadas por bacterias. Solo se recetan antibióticos si hay gastritis consecuencia de una infección por Helicobacter pylori.

Otro medicamento que recomiendan para tratar la gastritis es el antiácido. Sin embargo, no es capaz de curar, sino de aliviar los síntomas por un corto periodo de tiempo.