Durante el último siglo, el monumento más emblemático de París, la Torre Eiffel, se ha utilizado para realizar transmisiones. De hecho, a menudo se atribuye a la radio la supervivencia de la famosa estructura en el siglo XXI. Por supuesto, en las últimas décadas, el edificio más famoso de la “ciudad de la luz” se ha convertido en un símbolo muy querido que nunca se derribará. Dicho esto, aunque nunca se derribe, cambia sutilmente cada pocos años. Y desde esta semana, ha sufrido una pequeña pero poderosa evolución: es seis metros más alto que la semana pasada, con lo que su altura total es de 330 metros. Los seis metros adicionales son cortesía de una nueva antena de comunicaciones que se instaló en la cima del monumento más alto de la ciudad, que comparte un apodo con la famosa Margaret Thatcher: La Dama de Hierro.
Aunque la torre es conocida cariñosamente entre los parisinos y los visitantes como un monumento que es sinónimo de la glamurosa ciudad, fue erigida para conmemorar el centenario de la Revolución Francesa. Todo comenzó en el Journal Officiel de la République Française, que lanzó un concurso para el que pronto se convertiría en uno de los monumentos más visitados del mundo.
Y entre los 107 proyectos presentados al concurso, ganaron el empresario Gustave Eiffel, los ingenieros Maurice Koechlin y Emile Nouguier y el arquitecto Stephen Sauvestre. El objetivo que se les planteó fue construir una torre de 300 metros de altura para la Exposición Universal de 1889, y así lo hicieron. Sin embargo, hoy en día, con la nueva antena, la Torre Eiffel mide algo más de 300 metros de altura. El proyecto tardó en construirse la friolera de dos años, dos meses y cinco días.
En cuanto a la nueva altura de la estructura, el presidente de la empresa de la Torre Eiffel, Jean-François Martins, declaró a Associated Press: "Desde la invención de la radio a principios del siglo XX hasta ahora, década tras década, la Torre Eiffel ha sido una compañera de toda la tecnología radiofónica". No se equivoca; es un hito tanto arquitectónico como tecnológico. Martins añadió: "Es un momento histórico, porque la Torre Eiffel se ha transformado, lo que no es tan común". Puede que no sea común, pero lo cierto es que la Torre Eiffel ha sufrido algunas transformaciones antes. Por ejemplo, en septiembre de 2017, la Torre Eiffel se sometió a una renovación bastante drástica para modernizarla, desde la zona de recepción de visitantes hasta uno de los restaurantes, La Bulle Parisienne.
Los diseñadores de la torre original, allá por finales del siglo XIX, querían construir la estructura más alta del mundo, y durante casi cuatro décadas lo fue. Pero la construcción del edificio Chrysler de Nueva York, en 1929, superó a la torre de París. Por suerte, seguía siendo lo suficientemente alta como para atraer a millones de visitantes al año. De hecho, más de siete millones de personas de todo el mundo a visitan cada año esta icónica obra maestra de la arquitectura, paseando por el perímetro de la base de 125 metros de ancho.
Esta es la mayor altura que ha alcanzado la Torre Eiffel, pero si seguirá creciendo a medida que avanza la tecnología es algo que aún está por ver. Al fin y al cabo, vivimos en la era digital, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿crecerá literalmente con los tiempos uno de los primeros hitos tecnológicos? Sólo la próxima generación de innovadores lo dirá.
Artículo adaptado por Alejandra Manzano via AD USA
