Ni lento, ni ocioso

Así, con extrema tranquilidad, languidecen todavía con cierta utilidad en las entrañas de varias empresas y unidades presupuestadas de la Isla de la Juventud muchos productos considerados ociosos o de lento movimiento.

Tal problemática, por las cifras, se torna alarmante; a su vez resulta contraproducente, máxime si tenemos en cuenta que tanto la población como el sector privado no disponen de muchos de estos recursos y lo buscan de manera infructuosa por los establecimientos comerciales de la localidad.

Antes de desmenuzar la situación en el territorio resulta válido plantear que el Decreto 29 del Consejo de Ministros establece que la gestión de inventarios tiene el propósito de reducir al mínimo posible los niveles de existencias y alcanzar la disponibilidad de recursos necesarios y estables para la producción, comercialización y prestación de servicios, con coherencia entre las funciones de compra y de logística.

Los inventarios de lento movimiento, indica el documento, son bienes en exceso que por su cantidad o rotación requieren de un período prolongado para su consumo o venta, con independencia de su valor de uso, en dependencia de las características de los procesos productivos y de servicios. En tanto, los ociosos son aquellos sin valor de uso o comercial para la entidad propietaria, lo que determina su inmovilización.

Según se conoció en la quinta sesión ordinaria de la Asamblea Municipal los inventarios ociosos con 1,5 millones de pesos, de ellos 1,1 millones en las Unidades Presupuestadas para el 70 por ciento (%) del total, constituyen una masa de dinero invertida que permanecen estancados y pueden terminar en un gasto financiero innecesario.

La mayor incidencia se concentra en la Dirección Municipal de Salud Pública, que posee 839,1 miles de pesos inmovilizados en sus almacenes, lo cual representa el 55 % de los inventarios ociosos del territorio y el 78 % de las existencias en las Unidades Presupuestadas; se suman, además la Empresa Municipal de Comercio y la Dirección General de Educación.

En peores condiciones se encuentran los inventarios de lento movimiento, con una cifra ascendente a los 14,5 millones, de los cuales el 74 % pertenece al sector empresarial, lo que significa 10,7 millones, cifra que evidencia un notable crecimiento con respecto a lo declarado a inicios de años.

Todo lo anterior corrobora el inmovilismo en los almacenes, lo cual es provocado desde por las compras excesivas y no acordes a las necesidades reales de las empresas, las grietas en el control interno hasta en la gestión para movilizar los inventarios, así como en la toma de decisión para el destino final de estos.

Existen otras irregularidades, como no sistematizar estrategias y tampoco establecer un cabal seguimiento por parte de las administraciones, pero lo cierto es que el asunto precisa de rigor para disminuir acumulaciones de inventarios de bienes y consumo, intermedios y de capital que exceden las necesidades reales de las empresas o que no tienen una adecuada utilización.

Mucho se podría hacer y pienso, por ejemplo, en organizar expoferias para dar cauce a esos inventarios en las que se comercializan los productos ociosos o de lento movimiento entre las entidades de igual sector o sistema empresarial y después se venden a terceros y a particulares.

Lo cierto es que el asunto es serio y demanda de todos los involucrados establecer las vías más efectivas para minimizar o asegurar su más rápida liquidación por los efectos negativos que provocan para la economía empresarial tanto del territorio como del  país. El actuar urge porque la economía no está como para estos estragos.

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Isla de la Juventud Opinión
Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

Colaboradores:

2 Replies to “Ni lento, ni ocioso

  1. Muy bueno su artículo y su idea de fomentar una expofería para darle salida de los almacenes a los productos ociosos o de lento movimiento. Estos productos constituyen un dinero estancado en esos almacenes y una pérdida económica para la empresa su no rotación. Lo que no entiendo que sean Salud Pública, la Empresa Municipal de Comercio sus máximos exponentes. ¿Lo entiende y comprende Vd?. Por favor, desearía que me lo explicara.

    1. Hola, Arnaldo, así es Salud Pública y la Empresa Municipal de Comercio, figuran entre las de mayor incidencia. ¿El por qué? por la acumulación de productos en sus almacenes, pero estas no son las únicas, también existen otras tanto de la esfera presupuestada como del sector empresarial. Lo cierto es que este tema requiere de análisis más agudos porque afecta a la economía.

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