Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

Es posible que los habitantes de Sietes sean expertos en sistemas operativos, como reza la publicidad que lanzó Microsoft a nivel nacional para la promoción de su Windows 7, pero lo que es poco operativo es el camino que conduce a la localidad villaviciosina. Los vecinos se quejan de que, aunque la campaña del gigante informático ha aumentado el número de interesados a visitar el pueblo, llegar hasta él es toda una odisea.

Cuando el visitante llega a Villaviciosa carece de cualquier indicación que le lleve a Sietes. Una solución práctica y habitual es recurrir a la buena voluntad de algún viandante. Una vez rumbo a esta población maliayesa, tras incorporarse a la carretera AS-332, el viajero debe recorrer antes de alcanzar su meta casi once kilómetros, para los que empleará algo menos de veinte minutos. Atrás dejará poblaciones como Fuentes, Migoya o Coro. Pero si el conductor en algún momento duda de si el trayecto escogido es el correcto, tendrá que confiar su suerte a algún vecino u otro conductor que le puedan orientar en su camino, porque tampoco verá ningún cartel que le lleve a Sietes. Incluso deberá conocer de antemano que, además de haber sido la sede del lanzamiento nacional del Windows 7, el pueblo alberga un rico conjunto etnográfico en el que los protagonistas son sus bien conservados hórreos y a los que reconoce en un museo. También es recomendable que la visita incluya un paso por la iglesia. Ningún cartel indica que estos son los principales atractivos de Sietes.

Los vecinos están hartos de solicitar los paneles informativos al Ayuntamiento, ya que cada vez es mayor la afluencia de turistas en el pueblo. Este notable incremento se debe a la campaña publicitaria realizada por Microsoft y al reclamo de sus hórreos. Ramón Prida lo sabe bien porque es el propietario del bar del pueblo. Esta semana ha vuelto a contactar con varios concejales para reiterarles su petición. Pero se ha encontrado con la respuesta de que debe esperar a que se aprueben los presupuestos para disponer de una cantidad que permita costear las demandadas señales. Prida apunta que, como mínimo, deberían colocarse dos indicadores en Villaviciosa y otro en la propia carretera.

Esta situación ha provocado más de una incomodidad para los turistas. Ramón Prida señala que como propietario del bar de la localidad recibe numerosas llamadas para informarse del camino hacia Sietes. Recientemente, fue una excursión de Ribadeo. En otras ocasiones el sistema de posicionamiento GPS juega malas pasadas, como a un grupo de burgaleses que optó por el camino más corto que indicaba el navegador y el aparato llevó el microbús por la carretera comarcal que llega desde Colunga. Toda una odisea. Los vecinos piden que en los paneles también se incluyan los principales lugares turísticos de Sietes. Prida indica que durante la Semana Santa, el pueblo recibió un número de visitas superior a las 500, una cifra nada desdeñable para un pueblo de 40 habitantes.