Sistemas de numeración. Concepto de base

Cuando se acababan los dedos de una mano o de dos, incluso ayudándose de los pies, había que hacerlo constar de algún modo y seguir adelante con la operación de contar. Esta necesidad origina las diversas bases 5, 10, 20,... es decir el considerar una unidad de orden superior cada vez que se alcanzaba dicha cantidad de elementos. La utilización de los dedos de manos y pies justifica la utilización de las bases antes mencionadas. Menos aparente es la justificación de la base 60 que utilizaron los babilonios. Se originó con anterioridad al año 1700 a. de C., sugiere la influencia que los cálculos astronómicos tuvieron en Mesopotamia. La base 60 que empleamos hoy para medir el tiempo — 1 hora=60 minutos; 1 minuto=60 segundos—, es herencia del sistema de numeración babilónico.

Dividir la circunferencia en 360 grados, como seguimos hoy haciendo, también por influencia babilónica, equivale a asignar al grado el valor angular recorrido por el sol en la eclíptica durante un día.

El uso de la base 60 tenía la pega de necesitar 59 símbolos, eso le hacía de difícil manejo.


Hacía el siglo XIII de nuestra era se comienza a imponer la base 10, debido probablemente a  que los expertos árabe-hindúes de los despachos de las empresas navieras más importantes de Génova y Hamburgo encontrasen que podían hacer las cuentas más rápidamente que los colegas que se especializaban, por ejemplo, en los números romanos. En el entusiasmo de los hombres de negocios no participaron inicialmente los científicos y eruditos. Los círculos cultos continuaron apoyándose en el viejo sistema de base 60. Hacia el siglo XVII se impone definitivamente. En nuestros días, y por causa de los ordenadores que se construyen con elementos bi-estables y por lo tanto sólo pueden registrar dos dígitos 0 y 1, la base 2 está invadiendo parcelas cada vez mayores.

[Figura 1]