Aprende a contar como un babilonio

Para facilitarte identificar los signos cuneiformes que encabezan los capítulos de esta novela, aquí tienes un manual rápido y una apasionante oportunidad para descubrir algo que aún se encuentra en nuestros genes desde la antigua Mesopotamia. 

Ya en el 1.700 a.C., los babilonios crearon un sistema de numeración posicional, donde las cifras tenían un valor según su posición dentro del número. También crearon el sistema sexagesimal, donde cada unidad grande en base 60 está formada por 60 unidades más pequeñas. Pero los babilonios usaron también, al mismo tiempo, el sistema decimal. 

A ellos les debemos poder seguir utilizando hoy simultáneamente esos dos sistemas. Los múltiplos de diez son la base, por ejemplo, de nuestro actual sistema monetario occidental, del sistema métrico decimal y permiten la medida de los siglos y milenios. Pero los múltiplos de sesenta son la base de nuestra medida del tiempo en segundos, minutos y horas; así como de los ángulos en grados. 

Ahora puedes realizar un fabuloso viaje al pasado y aprender a contar como lo hacían los babilonios del siglo VI antes de Cristo. Intenta escribir tu propia edad por este método. Te sorprenderá el resultado. Para ello observa en el listado de abajo que el sistema utiliza dos signos básicos: la unidad, esa cuña en posición vertical que representa el número 1, y la decena, una cuña con forma de punta de flecha en posición horizontal que verás en el número 10 (el cero no apareció en Babilonia hasta el 400 a.C.) Con la combinación de ambos signos llegarás al número 59, y hasta ahí habrás estado usando el sistema decimal. Pero el sistema sexagesimal aparece tras el 59: parece de nuevo un 1, pero su posición o contexto indicará que es un 60. Esta es la numeración posicional que mencionábamos antes. A partir de ahí, tendrás que combinar ambos sistemas utilizando tu intuición, y avanzar hasta descubrir cómo se escribe tu edad y la de los tuyos.

José Antonio Carreño - todos-sin-fondo.png