Bocinas y Monitores de estudio: por qué te debe importar la diferencia

Si buscas fidelidad de sonido y realmente tener una experiencia de audio perfecta, necesitas considerar las diferencias entre bocinas y monitores de estudio.
parlante de bocinas en fondo rojo
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A la mayoría no debería importarles las diferencias entre bocinas y monitores de estudio. No todos buscan una perfecta calidad de sonido y de hecho muchos se conforman con escuchar su música con la bocina del teléfono o con audífonos económicos, sin pensar demasiado en comprar algo pensando en la calidad del sonido. Sin embargo, están los amantes de la música o del ruido que quieren comprar algo que les de poder, excelente sonido, pero también una experiencia específica, es aquí donde entra la importancia de la diferencia entre ambos. Hablemos de ello. 

Diferencias entre bocinas y monitores de estudio 

Todos saben que es una bocina, pero no qué es un monitor de estudio, y aunque para algunos pueden parecer demasiado similares, tienen bastantes diferencias, con la más importante siendo el tipo de sonido que se reproduce. Las bocinas, sin importar su tipo, están creadas para reproducir la música de una manera placentera para las personas, dándole un sonido que se ha hecho lo deseado actualmente (con bajos pesados y agudos más marcados), tomando un “color” específico. 

Por otra parte, los monitores de estudio son llamados así porque se utilizan para monitorear el sonido de instrumentos o voces en los estudios de grabación. Los monitores están creados para reproducir una frecuencia que llamaríamos plana (sin color) lo cual permite a los profesionales de audio editar la música o sonido durante la grabación o la mezcla, ya que los parlantes no distorsionan ni cambian el sonido de una forma en particular. 

Monitores de estudio con conectores XLR para evitar pérdida de audio. Alexandre Morin-Laprise

De igual forma, mientras que las bocinas suelen mezclar los elementos, lo que hace que el sonido suene un poco más mezclado y no se escucha claramente el audio individual de algunos elementos. En los monitores de estudio, donde es esencial que se escuche claramente cada elemento de una producción, suele haber una calidad de sonido mayor que incluso puede controlar mejor los bajos y agudos a lo largo de la reproducción. Asimismo, mientras que las bocinas están diseñadas para llenar espacios, los monitores de audio están pensados en ciertas distancias y deben estar colocados apuntando directamente a los oídos del escucha o del productor. 

Por lo tanto, los monitores de estudio se usan en interiores y en espacios diseñados para escuchar música mientras que las bocinas pueden usarse en cualquier lado, incluso en una fiesta de piscina o en un picnic (cuando hablamos de las bocinas portátiles). Y aunque muchas bocinas ofrezcan un sonido de alta calidad, como las Bose, puede que su diseño resalte algunos sonidos o que cree una mezcla que no sonará tan clara por lo que no podemos esperar perfección de un dispositivo así. 

En general, las bocinas son la elección para cualquier escucha promedio que no piense demasiado en el sonido, e incluso pueden llegar a satisfacer a algunos amantes del audio que creen su propia mezcla con ellas. Además, estas suelen ser las que vemos en Teatros en casa, estéreos y demás. Sin embargo, si eres un verdadero apasionado de la alta calidad de sonido, quizá puedes pensar en unos monitores de estudio, incluso si no eres un productor, pudiendo mezclar con un ecualizador aparte. Si eres productor o estás pensando en crear música, necesitas monitores de estudio

En realidad no hay uno mejor que otro. Así como existen monitores de alta gama, existen bocinas que logran bastante y dan la experiencia apropiada al usuario, todo depende del gusto de cada uno y de qué busquen de unos parlantes, a excepción del caso de los productores, donde realmente es necesario tener monitores.

Así que ya sabes qué entra en juego (y por qué los monitores suelen ser mucho más caros).