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Barranquilla

Una caja fuerte: el curioso origen del apodo de ‘Puerta de Oro’ de Barranquilla

Panorámica de Barranquilla, Atlántico.

Panorámica de Barranquilla, Atlántico.

Foto:Kronos

Hay varias versiones sobre cómo surgió el nombre, pero un historiador dice tener la verdad.

A lo largo de su historia, Barranquilla ha recibido varios nombres o títulos de manera oficial que se han instalado en el lenguaje popular.
Estos nombres han nacido de la tradición oral y en discursos presidenciales, como una de las formas de rendirle homenaje a su pujanza y enclave portuario, importantes para el desarrollo de la Nación y el Caribe colombiano.
Solo es mirar las páginas de ‘Barranquilla 200 años’, en donde se recuerda que el primero fue Sabanitas de Camacho, luego Barrancas de Camacho y Barrancas de San Nicolás. “Se conocen otros como San Nicolás de Tolentino de Camacho y Barranquilla de Camacho. Los últimos fueron Barranquillas de San Nicolás, San Nicolás de Barranquilla y con el que hoy es conocida”, subraya.
El listado es más largo. En el libro ‘Barranquilla 200 años’, publicado por la editorial Efemérides, se destacan algunos nombres con los que se identifican a la ciudad como La Arenosa, dado por el expresidente Tomás Cipriano de Mosquera por los arenales que dejaban los arroyos en las calles.
Elkin Nuñez, funcionario de la Biblioteca de la Aduana, sostiene que esta caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919 representó la prosperidad de la ciudad en esa época.

Elkin Nuñez, funcionario de la Biblioteca de la Aduana, sostiene que esta caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919 representó la prosperidad de la ciudad en esa época.

Foto:Vanexa Romero. EL TIEMPO

En este texto también se encuentran: El Pórtico de Colombia, la ciudad libérrima, la Nueva Orleans de Colombia, el mejor vividero del mundo, la ciudad de los brazos abiertos.
Hay otras denominaciones: Curramba, del que se genera el gentilicio de currambero, y Puerta de Oro de Colombia, uno de los más populares, ya que se escucha en discursos, titulares de prensa, libros, artículos, poemas, composiciones musicales, entre otras.

La importancia de ser ciudad puerto

La primera versión de Puerta de Oro de Colombia se le da por la condición de ciudad portuaria: marítimo, fluvial y área de Barranquilla. Cabe recordar que por la capital del Atlántico se movía todo lo que entraba por el viejo muelle del vecino municipio de Puerto Colombia, inaugurado el 15 de junio de 1893.
En este muelle, que llegó a ser el tercero más largo del mundo, se trabajaba las 24 horas. Es decir, el movimiento de carga y pasajeros no se detenía. Fue el primer puerto de entrada y salida del país, por donde ingresaron migrantes de Europa, Asia y Oriente Medio, además de tecnología y maquinarias nuevas. Fue la puerta de entrada de todo lo que venía del resto del mundo a Colombia.
Elkin Nuñez, funcionario de la Biblioteca de la Aduana, sostiene que esta caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919 representó la prosperidad de la ciudad en esa época.

Elkin Nuñez, funcionario de la Biblioteca de la Aduana, sostiene que esta caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919 representó la prosperidad de la ciudad en esa época.

Foto:Vanexa Romero. EL TIEMPO

Hay una segunda anécdota que se registra en 1921, durante la inauguración de las instalaciones del edificio de La Aduana en Barranquilla, cuando el presidente Marco Fidel Suárez le otorgó el nombre a la ciudad de ‘Pórtico Dorado de la República’, haciendo alusión a toda la riqueza que en ese momento le generaba la capital del Atlántico al país, gracias al crecimiento movimiento comercial que generaba el puerto.
También está la historia que ocurrió el 9 de diciembre de 1946, en la inauguración los V Juegos Centroamericanos y del Caribe que se cumplió en el estadio municipal, hoy Romelio Martínez, y fue el acto que el presidente Mariano Ospina Pérez llamó a Barranquilla ‘La Puerta de Oro de Colombia’.

El nacimiento del nombre

Sobre el origen de la Puerta de Oro de Colombia hay posiciones encontradas entre historiadores, economistas e investigadores sociales.
Uno de esos es Elkin Núñez Cabarcas, historiador de Puerto Colombia que trabaja en el Archivo Histórico del Atlántico, quien después de conocer todas las versiones, revisar documentos y escuchar a sus colegas, sostiene que el nombre de ‘Puerta de Oro de Colombia’ hace alusión a la riqueza que a principios de siglo pasado llegaba y salía de Barranquilla.
“La primera aduana del país estuvo en el Castillo de Salgar, 1842, desde donde se contabilizaba y controlaba la mercancía que ingresaba por el muelle de Puerto Colombia. El proceso aduanero era muy dispendioso por la forma en que se tenía que bajar y luego subir la carga hasta esas instalaciones, por lo que en 1875 es traslada a Barranquilla”, cuenta Núñez.
Panorámica de Barranquilla, Atlántico.

Panorámica de Barranquilla, Atlántico.

Foto:Kronos

La nueva oficina eran pequeña e improvisadas, y los trámites y movimientos que generaba el comercio del puerto obligaron a construir un edificio más seguro. Así fue que se levantó el edificio de La Aduana, una hermosa edificación republicana, que sería el primer monumento nacional de la ciudad.
Ya en ese momento los recaudos de dinero por concepto de fletes y trámites aduaneros de las importaciones y exportaciones mantenían una dinámica económica inimaginable para la ciudad y el país, acelerada por el tren que desde Puerto Colombia traía la mercancía hasta la nueva sede de La Aduana en Barranquilla.
“Acá se manejaban lingotes de oro y plata, además del oro en polvo, que se movía en frascos, clave para el pago e intercambio de mercancías”, cuenta Núñez, para explicar todo el dinero que corría por la ciudad.

La caja fuerte

Para la salvaguarda manifiestos aduaneros, lingotes de oro y plata, documentación fiscal que producía la principal Aduana del país en su momento, subraya Núñez, se compró a la compañía de seguridad estadounidense Herring Hall Marvin Safe Co., en Hamilton (Ohio), una inmensa y pesada caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919.
Para el desembarco se necesitaron más de 20 obreros. Permaneció un largo tiempo en la zona portuaria ante de llegar a su destino final: el edificio de La Aduana, que debió ser modificado. La tesorería quedó en el primer piso y allí se empotró la caja fuerte en un espacio de 4 metros de largo por 4,5 metros de ancho y 4 metro de alto. En su momento fue la más grande y segura del país.
Elkin Nuñez, funcionario de la Biblioteca de la Aduana, sostiene que esta caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919 representó la prosperidad de la ciudad en esa época.

Elkin Nuñez, funcionario de la Biblioteca de la Aduana, sostiene que esta caja fuerte que llegó a Puerto Colombia en 1919 representó la prosperidad de la ciudad en esa época.

Foto:Vanexa Romero. EL TIEMPO

El sistema disponía de un arca triclave bajo el control del Administrador de la Aduana, el Contador y el Revisor Fiscal. Los tres tenían que estar presentes al mismo tiempo para abrir y cerrar la bóveda.
“Una vez abierta en su parte posterior se observa su cerradura en la que sobresalen sus seis piñones rodantes en forma dentada, soportadas en sus respectivos pistones de acero, y en segundo lugar, aquellas tres claves que con precisas combinaciones soportadas con sello de seguridad”, cuenta el historiador, que descubrió en los archivos que en Nagasaki (Japón) hay una igual y fue noticia porque pudo resistir el impacto de la bomba atómica de 1945 lanzada sobre esta localidad.
Han pasado 102 años y la bóveda sigue intacta, están contigua al escritorio de Elkin Núñez, en el Archivo Histórico de Barranquilla y el Atlántico, como una salvaguarda de documentos de valor para la memoria de esta zona.
Núñez, que conoce bien esta historia, por eso asegura que cuando los presidentes Marco Fidel Suárez y Mariano Ospina Pérez se refirieron a Barranquilla no fue por los desarrollos que mostraba a principio del siglo pasado con la aviación, el acueducto y alcantarillado, el barrio El Prado, entre otros avances de la época, sino a la riqueza, al oro que se guardaba en esa caja fuerte, que no era solo de esta capital, sino de todos los colombianos.
Leonardo Herrera Delgans
Corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla
En Twitter: @leoher69
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