/ martes 6 de septiembre de 2022

¿Sabes cómo crearon el traje típico de Fortín de las Flores?

El diseño de “Maruca Sainz” resultó elegido como el traje de gala de la mujer de Fortín de las Flores

Fortín de las Flores, Ver.-En 1930 Fortín de las Flores fue declarado municipio libre y para 1959 fue elevado a la categoría de ciudad, ello trajo muchos cambios para sus habitantes sobre todo en la forma de vestir que cambio de acuerdo a los tiempos y las modas, creando con ello el traje que actualmente se conoce como representativo de este municipio.

De acuerdo con historiadores Fortín originalmente era una ranchería creada por una población que en su mayoría se dedicaba al trabajo del campo, por ello la vestimenta de estas personas en esos tiempos para las mujeres consistía en una blusa de color blanco de cuello alto, maga larga o tres cuartos abotonada al frente, con una falda con recogido casi al tobillo, calzón de manga larga, huaraches de cuero acobijado con el reboso de Santa María.

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En el caso de las mujeres mayores, la falda era de colores oscuros, mientras que las faldas de las niñas y jovencitas eran de colores más vivos.

Por su parte los hombres vestían camisa de manga larga, calzón de manta, huaraches y sombrero de palma de cuatro golpes. Cabe mencionar que al ser una población de escasos recursos en su mayoría no todos portaban huaraches y tenían que caminar descalzos.

En esas fechas no existía la máquina de coser, por ello las prendas eran elaboradas de forma manual, y al no existir trazos ni cinta métrica, las mediciones se hacían con la cuarta de la mano. Además en esos tiempos era muy complicado conseguir ropa y los materiales para crearla, por ello algunas personas debían viajar a Córdoba para comprar estos artículos, ya fuera en tren, en caballo o caminando.

¿Hay un solo traje típico representativo de Fortín de las Flores?

Minerva Salas Bretón explica que con el paso del tiempo la forma de vestir fue cambiando con la llegada de las nuevas tendencias y la modernidad, por ello dentro del marco de las celebraciones del cincuentenario de Fortín de las Flores, el Honorable Ayuntamiento presidido por el entonces presidente municipal, José Pedro Lazcano Córdoba lanzó una convocatoria para realizar un concurso que tenía como finalidad elegir un traje típico regional y representativo del municipio.

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Dicho evento se realizó un 19 de junio de 1980, en el Club de Leones de la ciudad en donde fueron presentadas varias propuestas, de las cuales los jueces seleccionaron el trabajo de tres finalistas, de los cuales dos fueron premiados y otro fue reconocido por su belleza y características de alta calidad en detalles y bordado.

El modisto Sabino Martínez Cruz recibió un reconocimiento por presentar su diseño que consistió en un vestido blanco de olanes, bordado con flores de café y café cereza, complementado con un delicado toque de gardenias. El conjunto de estos elementos evocan la agricultura que por muchos años fue el principal modo de vida de muchas familias de Fortín.

Mientras que el diseño de la señora Isabel Gil viuda de Rodríguez, a quien conocían como “Chabelita Gil” fue elegido como traje de la mujer campesina, ya que el diseño representaba la forma en que vestían las primeras mujeres que habitaron la entonces ranchería.

Dicho traje recuerda el usado por las campesinas y contempla siete piezas; un camisón, calzón largo, el justillo y la enagua, la falda y la blusa así como un delantal con dos bolsas al frente que servían para que las mujeres guardaran el dinero de las ventas de las gardenias y el complemento final que se trata de un rebozo. En la mano se puede anexar una canasta con gardenias o flores variadas, además en el cuello se puede colocar un pequeño ramo de hortensias.

El traje típico de Fortín de las Flores, el cual consiste en una blusa blanca con pequeños olanes de holganza bordada, falda blanca con olan y zapatilla de fandango jarocho, reboso color verde complementado con un tocado de forma de bouquet a base de gardenias y flores de temporada / Foto: Cortesía | Ayuntamiento de Fortín de las Flores

Para el peinado se usan dos trenzas enrolladas por la parte trasera con una cinta del color de la falda. Este fue el traje recreado por “Chabelita Gil” viuda de Rodríguez.

Cabe mencionar que la blusa de dicho traje, que también se llama saco, tiene un detalle especial que al abrocharse por la parte de encima por la parte de atrás al hacer el nudo del delantal, las alforzas se levantan un poco creando con ello una “colita muy coqueta”.

¿Cómo fue seleccionado el traje representativo de Fortín de las Flores?

El hermoso traje típico de Fortín fue creado por la Sra. María del Carmen Sainz Guevara en 1980 y surgió a partir de la inspiración de una noche de luna, rodeada del aroma de gardenias.

El diseño de la señora María del Carmen Sainz Guevara, mejor conocida como “Maruca Sainz” resultó elegido como el traje de gala de la mujer de Fortín, el cual consiste en una blusa blanca con pequeños olanes de holganza bordada, falda blanca con olan y zapatilla de fandango jarocho, reboso color verde complementado con un tocado de forma de bouquet a base de gardenias y flores de temporada.

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Así como el traje de gala y de campesinas son símbolos que representan la identidad de los Fortinenses. Así que ahora ya conoces un poco más de la historia de este importante municipio del centro de Veracruz.


Fortín de las Flores, Ver.-En 1930 Fortín de las Flores fue declarado municipio libre y para 1959 fue elevado a la categoría de ciudad, ello trajo muchos cambios para sus habitantes sobre todo en la forma de vestir que cambio de acuerdo a los tiempos y las modas, creando con ello el traje que actualmente se conoce como representativo de este municipio.

De acuerdo con historiadores Fortín originalmente era una ranchería creada por una población que en su mayoría se dedicaba al trabajo del campo, por ello la vestimenta de estas personas en esos tiempos para las mujeres consistía en una blusa de color blanco de cuello alto, maga larga o tres cuartos abotonada al frente, con una falda con recogido casi al tobillo, calzón de manga larga, huaraches de cuero acobijado con el reboso de Santa María.

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En el caso de las mujeres mayores, la falda era de colores oscuros, mientras que las faldas de las niñas y jovencitas eran de colores más vivos.

Por su parte los hombres vestían camisa de manga larga, calzón de manta, huaraches y sombrero de palma de cuatro golpes. Cabe mencionar que al ser una población de escasos recursos en su mayoría no todos portaban huaraches y tenían que caminar descalzos.

En esas fechas no existía la máquina de coser, por ello las prendas eran elaboradas de forma manual, y al no existir trazos ni cinta métrica, las mediciones se hacían con la cuarta de la mano. Además en esos tiempos era muy complicado conseguir ropa y los materiales para crearla, por ello algunas personas debían viajar a Córdoba para comprar estos artículos, ya fuera en tren, en caballo o caminando.

¿Hay un solo traje típico representativo de Fortín de las Flores?

Minerva Salas Bretón explica que con el paso del tiempo la forma de vestir fue cambiando con la llegada de las nuevas tendencias y la modernidad, por ello dentro del marco de las celebraciones del cincuentenario de Fortín de las Flores, el Honorable Ayuntamiento presidido por el entonces presidente municipal, José Pedro Lazcano Córdoba lanzó una convocatoria para realizar un concurso que tenía como finalidad elegir un traje típico regional y representativo del municipio.

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Dicho evento se realizó un 19 de junio de 1980, en el Club de Leones de la ciudad en donde fueron presentadas varias propuestas, de las cuales los jueces seleccionaron el trabajo de tres finalistas, de los cuales dos fueron premiados y otro fue reconocido por su belleza y características de alta calidad en detalles y bordado.

El modisto Sabino Martínez Cruz recibió un reconocimiento por presentar su diseño que consistió en un vestido blanco de olanes, bordado con flores de café y café cereza, complementado con un delicado toque de gardenias. El conjunto de estos elementos evocan la agricultura que por muchos años fue el principal modo de vida de muchas familias de Fortín.

Mientras que el diseño de la señora Isabel Gil viuda de Rodríguez, a quien conocían como “Chabelita Gil” fue elegido como traje de la mujer campesina, ya que el diseño representaba la forma en que vestían las primeras mujeres que habitaron la entonces ranchería.

Dicho traje recuerda el usado por las campesinas y contempla siete piezas; un camisón, calzón largo, el justillo y la enagua, la falda y la blusa así como un delantal con dos bolsas al frente que servían para que las mujeres guardaran el dinero de las ventas de las gardenias y el complemento final que se trata de un rebozo. En la mano se puede anexar una canasta con gardenias o flores variadas, además en el cuello se puede colocar un pequeño ramo de hortensias.

El traje típico de Fortín de las Flores, el cual consiste en una blusa blanca con pequeños olanes de holganza bordada, falda blanca con olan y zapatilla de fandango jarocho, reboso color verde complementado con un tocado de forma de bouquet a base de gardenias y flores de temporada / Foto: Cortesía | Ayuntamiento de Fortín de las Flores

Para el peinado se usan dos trenzas enrolladas por la parte trasera con una cinta del color de la falda. Este fue el traje recreado por “Chabelita Gil” viuda de Rodríguez.

Cabe mencionar que la blusa de dicho traje, que también se llama saco, tiene un detalle especial que al abrocharse por la parte de encima por la parte de atrás al hacer el nudo del delantal, las alforzas se levantan un poco creando con ello una “colita muy coqueta”.

¿Cómo fue seleccionado el traje representativo de Fortín de las Flores?

El hermoso traje típico de Fortín fue creado por la Sra. María del Carmen Sainz Guevara en 1980 y surgió a partir de la inspiración de una noche de luna, rodeada del aroma de gardenias.

El diseño de la señora María del Carmen Sainz Guevara, mejor conocida como “Maruca Sainz” resultó elegido como el traje de gala de la mujer de Fortín, el cual consiste en una blusa blanca con pequeños olanes de holganza bordada, falda blanca con olan y zapatilla de fandango jarocho, reboso color verde complementado con un tocado de forma de bouquet a base de gardenias y flores de temporada.

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