Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |SU LEGADO TIENE UNA ENORME RELEVANCIA

Carlos Spegazzini fue el mejor micólogo del mundo en su época

Otro de los “Cinco Sabios” de La Plata, reconocido botánico y admirado internacionalmente por su obra y por haber descubierto casi 3.000 especies vegetales que eran desconocidas hasta ese momento

Carlos Spegazzini fue el mejor micólogo del mundo en su época

Spegazzini se mudó a la ciudad de La Plata en 1884

2 de Marzo de 2023 | 03:49
Edición impresa

Carlos Spegazzini fue un botánico y micólogo de la mayor excelencia del siglo XIX, que contribuyó de gran manera a que la ciudad de La Plata, casi al mismo tiempo de su nacimiento, ganara prestigio científico a nivel mundial en varias disciplinas. Por eso, integra el selecto panteón de los “Cinco Sabios” que se encuentra ubicado en el Paseo del Bosque, en proximidades del Museo de Ciencias Naturales.

La Academia Nacional de Ciencias lo define como “uno de los máximos impulsores de los estudios botánicos en la Argentina, y el máximo referente en el conocimiento y clasificación de los hongos”.

En su dilatada carrera, descubrió, describió y estudió poco menos de tres mil especies de botánica que hasta esa época no eran conocidas por la ciencia y que pertenecían a diversas familias de plantas y hongos.

Además, se destaca su labor docente y el haber formado parte del grupo de intelectuales y científicos que impulsaron la creación de la Universidad Nacional de La Plata sobre la base de la Universidad Provincial.

Dominaba perfectamente varios idiomas y fue pionero en la divulgación científica tanto entre sus pares como para con el público en general.

Había nacido el 20 de abril de 1858 en la pequeña aldea alpina de Bairo (812 habitantes actualmente), provincia de Turín, cercana a las fronteras de Italia con Francia y Suiza.

Ya de niño, Carlo Luigi, tal su nombre original, manifestó gran interés por las plantas y más que nada por la gran variedad de hongos que crecen a los pies de la cordillera alpina.

Su familia gozaba de una muy buena posición económica (su padre, Luis, fue general del ejército piamontés y luego docente, y su madre, Carolina Turina, fue una maestra, hija y hermana de diplomáticos), y por eso enviaron a su hijo a estudiar a Turín, en donde ya desde la adolescencia se convirtió en virtuoso discípulo del afamado micólogo Pietro Andrea Saccardo.

SU LLEGADA A LA ARGENTINA

Fueron los azares del destino los que terminaron haciendo que el prestigioso botánico llegara a estas tierras.

A los 21 años de edad, Spegazzini ya se había convertido en Italia en un consumado botánico y un experto micólogo, y en 1879 decidió dejar Turín por un tiempo para viajar a Brasil a estudiar la exuberante vegetación de ese país, buscando desarrollar su profesión y ganar experiencia científica.

Una ciudad del gran Buenos Aires que lleva el nombre de Spegazzini

Se estableció en la ciudad de Río de Janeiro, y de inmediato quedó fascinado con la flora de esa región del vecino país. Contaba con los fondos necesarios para llevar a cabo algunas expediciones a la selva cercana, en donde descubrió en muy poco tiempo decenas de especies vegetales totalmente desconocidas en Europa, despachando varios informes científicos a Italia.

Pero su enorme entusiasmo con la vegetación carioca, después de algunos meses, se vio repentinamente truncado por una epidemia de fiebre amarilla que azotó la ciudad brasileña, y de la que huyó a salvo viajando a Buenos Aires a la que arribó a fines de ese mismo año.

Puede decirse que el ambiente científico porteño recibió a Spegazzini con los brazos abiertos y de la mejor manera, porque a principios de 1880 fue designado como integrante del Gabinete de Historia Natural de la facultad de Ciencias Físico-Naturales de la UBA.

Paralelamente fue invitado en incontables oportunidades a dictar conferencias en diversas asociaciones científicas de Buenos Aires.

AMISTAD CON SARMIENTO

Y precisamente, en una de esas conferencias, conoció a Domingo Faustino Sarmiento, con quien, rápidamente, entabló una amistad que se profundizó con el tiempo.

Testimonios de la época coinciden en señalar que el sanjuanino admiraba al botánico italiano y que después de mucho insistir y ofrecerle importantes oportunidades profesionales, logró que, al menos por un tiempo más prolongado del que Spegazzini tenía decidido, se quedase en el país para formar botánicos argentinos, realizando exploraciones científicas que captaron fuertemente la atención del por entonces, “visitante”.

De ese modo, un año después, Spegazzini integró la expedición italo-argentina que exploró durante todo 1881 la Patagonia, incluyendo Tierra del Fuego, en calidad de naturalista agregado.

En la travesía, Spegazzini recolectó más de 1.100 especies botánicas, la mitad de las cuales eran hongos.

El naufragio de la corbeta que trasladaba a los científicos cerca del Cabo de Buena Esperanza obligó a Spegazzini a nadar hasta la costa con su herbario y su cuaderno de notas al hombro y a salvo.

Cuentan que este desafortunado hecho en el que logró salvar la vida y sus pertenencias, fue interpretado como Spegazzini como una “señal” de que su futuro estaría en el país.

Posteriormente, el científico formó parte de la comisión designada para elegir el lugar donde se debía construir la nueva capital bonaerense; y en 1883, fue designado químico-micrólogo de la Oficina Química Municipal porteña.

SU VIDA EN LA PLATA

Al año siguiente, 1884, se mudó a nuestra recién nacida ciudad, en la que se establecería por el resto de su vida, para integrar el grupo de académicos que tendría a su cargo la creación de la Universidad Provincial de La Plata.

Allí, Spegazzini comenzó desempeñándose como docente en Ciencias Naturales, Agronomía, Química y Farmacia; y además creó el Jardín Botánico y Arboretum de la facultad de Agronomía.

Por otra parte, en esa época organizó y supervisó la plantación de centenares de árboles en distintos sectores del Paseo del Bosque.

Posteriormente, Spegazzini integró más de 20 expediciones con fines científicos por Argentina, Chile, Brasil y Paraguay, descubriendo especies botánicas y adquiriendo e interpretando nuevos conocimientos para volcar en su función docente en la Universidad.

Su colección, dividida entre el Herbario del ministerio de Agricultura y su herbario particular, alcanzó a contener alrededor de 4.000 variedades de hongos sudamericanos; entre ellos 2.000 especies nuevas de la Argentina, 1.000 de Chile, y 600 de Brasil y el Paraguay, con un total de 180 géneros nuevos.

Se dice que la labor de Spegazzini fue fundamental para la ciencia de nuestro país porque hasta antes de sus investigaciones en Argentina, la flora micológica nativa contaba con menos de 50 especies conocidas.

Por esta razón, Spegazzini fue considerado el micólogo más reconocido del mundo en su época.

En 1898, asumió la dirección de la sección Botánica y Fitopatología de la cartera de Agricultura bonaerense, y en colaboración con su hijo Carlos Propile Luis (fallecido en 1911), compiló el Herbario de ese ministerio. ​

En 1924 editó desde La Plata la “Revista Argentina de Botánica” con artículos redactados exclusivamente por él.

En su testamento declaró al Museo de Ciencias Naturales de La Plata heredero de su casa, sus colecciones y su instrumental científico, con el propósito de que fuera fundado un instituto de botánica que llevara su nombre.

Es resultado de esta voluntad el Instituto Carlos Spegazzini, abierto en 1930, continuando hasta el presente. Asimismo, el Jardín Botánico y Arboretum, fundado en 1891, dependiente de la facultad de Agrarias y Forestales, y el Museo de Botánica y Farmacognosia, fundado en 1947, de la Facultad de Exactas, ambas dependientes de la Universidad Nacional de La Plata, llevan su nombre.

El primero de julio de 1926, a los 68 años de edad, Spegazzini falleció en nuestra ciudad.

En homenaje al notable botánico fueron denominadas numerosas especies de plantas y hongos, entre ellos el cactus Rebutia spegazziniana y Mimosa spegazzini.

Lo recuerdan igualmente el Glaciar Spegazzini en el Parque Nacional Los Glaciares en Santa Cruz; y la localidad de Carlos Spegazzini, en la provincia de Buenos Aires.

En La Plata, mediante la Ordenanza Nº 54 del año 1936, la calle 116 pasó a llamarse Dr. Carlos Spegazzini. También es homenajeado con una calle en Buenos Aires.

Carlos Spegazzini integró numerosas expediciones científicas

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla