Liquen plano

Es importante consultar a un profesional de la salud si se experimentan síntomas o situaciones relacionadas con el liquen plano como: la aparición de pequeños bultos o erupciones en la piel sin razón aparente, especialmente si están acompañados de picazón intensa, dolor o malestar, y cualquier otro signo de esta afección en la boca, los genitales, el cuero cabelludo o las uñas, que además estén causando molestias significativas en la calidad de vida.

Para realizar el diagnóstico, el médico evaluará los síntomas, realizará un examen físico e indagará sobre los antecedentes médicos. Es posible que también solicite algunas pruebas complementarias como una biopsia, una prueba de alergia o análisis de sangre para detectar problemas de salud relacionados con esta afección como por ejemplo, la hepatitis C.

En muchos casos, en especial en aquellos que no hay molestias o dolor, es posible que no se necesite un tratamiento. Sin embargo, en aquellos en que sí es necesario un plan de intervención, este se enfocará en aliviar los síntomas y controlar la inflamación a través de cremas o ungüentos con corticosteroides, antihistamínicos, inmunosupresores, retinoides y en algunos casos, complementar con fototerapia.

Existen algunas medidas de cuidado personal y estilo de vida que pueden contribuir a reducir la picazón y las molestias del liquen plano, entre ellas: humectar muy bien la piel, poner un paño húmedo en las lesiones, tomar un baño de agua tibia con un producto a base de avena, usar una crema con hidrocortisona y evitar rascar la piel y lastimar las uñas. En  caso del liquen plano oral, es recomendable cepillar los dientes dos veces al día y usar hilo dental a diario.