¿Sabías que la arena es el segundo recurso natural que más utiliza el hombre después del agua? El rápido desarrollo urbanístico que se está produciendo en todo el mundo está haciendo que se amplíe la demanda a niveles nunca antes imaginados. Hoy te contaremos de dónde proviene la arena para construcción y las consecuencias medioambientales que supone.
De dónde proviene la arena para construcción
La arena de construcción se explota de varias formas, principalmente se extrae de canteras terrestres, triturando la roca, de los cauces de los ríos y del fondo marino. A pesar de la abundancia de arena en los desiertos, la acción eólica vuelve los granos redondos por lo que no se consigue la consistencia necesaria para su uso. Como ejemplo práctico, las grandes construcciones de Dubai solo se pueden llevar a cabo utilizando arena importada o procedente del mar.
La arena procedente del mar, por su gran cantidad de sal, necesita un proceso de lavado muy exhaustivo, si no se realiza, el sodio puede hacer peligrar las estructuras con el tiempo por la erosión que provoca en el metal, por lo que se opta por extraer la arena de los lechos fluviales al requerir menos tratamiento.
Para qué se emplea la arena de construcción
La arena tiene un sinfín de aplicaciones, como la elaboración de cemento, hormigón, asfalto, vidrio, cosméticos e incluso pasta de dientes. Su principal uso es la construcción, que consume la cuarta parte de la arena que se extrae.
Una vivienda con un tamaño estándar necesita 200 toneladas, un edificio de más envergadura, como un hospital, necesita 3.000 y un kilómetro de carretera más de 30.000.
Los riesgos medioambientales que supone
Ahora que conoces de dónde proviene la arena para construcción te contaremos cuáles son los riesgos medioambientales que implican su explotación.
La formación de la arena se trata de un proceso lento que requiere miles de años, y la creciente demanda es innegablemente superior a su capacidad de regeneración. El progresivo agotamiento de las canteras terrestres ha hecho que aumenten la explotación en ríos y mares, un hecho que afecta gravemente a los sistemas bentónicos de todo el planeta, el sedimento que se revuelve enturbia el agua, tapando la luz del sol para las plantas acuáticas y pudiendo sofocar a la fauna.
En el año 2000, el comercio ilegal de arena en Indonesia hizo que este comenzase a perder parte de su territorio, perdiendo 25 islas en el proceso.
Otro ejemplo sería el que tenemos en la siguiente imagen, el lago Poyang. Lo que antes era la mayor reserva de agua de China se ha convertido en su mayor reserva de arena, donde cada año se extraen 236 millones de metros cúbicos, aquí es de donde proviene la arena para construcción en la mayor parte del país. Esta explotación masiva ha causado que este lago esté seco la mayor parte del año, las aves migratorias han desaparecido, las laderas colapsan y la desembocadura que tiene ahora el Yangtsé es tan grande que evacúa la mayor parte del agua dejando desnudo su lecho.