La hibidración entre lince ibérico y euroasiático ha aumentado la diversidad genética de la especie

Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana ha analizado tres ejemplares prehistóricos de lince ibérico comparadas con datos genéticos de especies actuales

Lince ibérico y lince euroasiático. (Foto: CSIC Andalucía)
Lince ibérico y lince euroasiático. (Foto: CSIC Andalucía)
AnimalCare
17 enero 2024 | 10:00 h
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La interacción genética entre distintas especies surge como un fenómeno más extendido de lo inicialmente concebido, un fenómeno que trasciende incluso en la evolución humana moderna, evidenciada por la presencia de aproximadamente un 2% de ADN Neanderthal en nuestro genoma. Nuevas investigaciones de la Estación Biológica de Doñana – CSIC han arrojado luz sobre la evolución del lince ibérico y han relevado la hibridación con el lince euroasiático en el trasfondo genético de la especie. Este fenómeno, ocurrido en los últimos milenios, se postula como aspecto clave para la ampliación de la diversidad genética del lince ibérico.

En un estudio minucioso, el equipo científico analizó el ADN de tres ejemplares prehistóricos de lince ibérico, provenientes de diferentes regiones y periodos históricos. Los resultados, sorprendentes, revelaron que la diversidad genética de estos linces ancestrales era, en realidad, inferior a la de los linces contemporáneos. Este enigma evolutivo no podía explicarse únicamente por la deriva poblacional histórica del lince ibérico, ya que la reducción constante de su población debería haber llevado a una disminución, no a un aumento, de la diversidad genética.

La clave para comprender este fenómeno se encontró en la hibridación con el lince euroasiático. Linces prehistóricos más recientes, especialmente los provenientes de Cataluña y Algarve, exhibieron un mayor número de variantes genéticas del lince euroasiático en comparación con el ejemplar de Andújar. Este intercambio genético entre poblaciones pudo haberse producido cuando la distribución del lince ibérico abarcaba áreas que incluían el sur de Francia e Italia, permitiendo encuentros y cruces con el lince euroasiático.

“Los análisis han revelado que los linces modernos compartían más material genético con su especie hermana, el lince euroasiático, que los linces más antiguos"

El equipo científico encontró una posible respuesta en la hibridación. “Los análisis han revelado que los linces modernos compartían más material genético con su especie hermana, el lince euroasiático, que los linces más antiguos. Esto sugiere que se habría producido un intercambio genético entre las dos especies durante los dos últimos milenios”, explica la investigadora María Lucena, primera autora del estudio que desarrolló este trabajo durante su tesis doctoral en la Estación Biológica de Doñana – CSIC.

Si bien la diversidad genética es esencial para la adaptación de una especie a cambios ambientales, el lince ibérico experimentó una disminución alarmante en este aspecto durante el siglo XX. Con tan solo alrededor de 100 individuos divididos en pequeñas poblaciones, la consanguinidad amenazaba su supervivencia. Ante esta situación, se implementaron medidas para evitar la consanguinidad, fusionando poblaciones genéticamente distintas de Andújar y Doñana. Estos cruces, según datos recopilados, han demostrado un mayor éxito reproductivo y posiblemente una mayor supervivencia, al mismo tiempo que incrementan la diversidad genética.

“Según nuestros datos, parece que los “híbridos” de las dos poblaciones tienen mayor éxito reproductor y posiblemente mayor supervivencia"

“El beneficio inmediato es que evitamos la consanguinidad que se había acumulado en las dos poblaciones pequeñas al permitir cruces entre individuos que nos están nada emparentados entre sí”, explica José Antonio Godoy, investigador de la Estación Biológica de Doñana. “Según nuestros datos, parece que los “híbridos” de las dos poblaciones tienen mayor éxito reproductor y posiblemente mayor supervivencia. Al mismo tiempo, también aumenta la diversidad genética disponible para la adaptación a cambios ambientales.”

Aunque el lince ibérico ha experimentado una exitosa recuperación en las primeras décadas del siglo XXI, persisten desafíos significativos. El tamaño actual de la población y su diversidad genética no cumplen con los requisitos para asegurar su viabilidad a largo plazo. Proyectos como LIFE-Lynxconnect, respaldados por la Comisión Europea, buscan abordar estos desafíos mediante la mejora de la conectividad entre subpoblaciones y la creación de nuevas, con el objetivo de lograr una población autosostenible y genéticamente viable.

La cuestión de si la hibridación con otras especies podría ofrecer una solución a la escasa diversidad genética de especies amenazadas plantea un dilema. Aunque suele descartarse esta opción debido a la suposición de una menor probabilidad de supervivencia y reproducción en la descendencia híbrida, los datos del lince ibérico sugieren que, en algunos casos, podría ser una estrategia viable para incrementar la diversidad genética y fortalecer la adaptabilidad de las poblaciones amenazadas.

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