El valor del tiempoMuestra

Todo tiene su tiempo y todo tiene su oportunidad

La palabra tiempo (del hebreo Et) traduce: período, tiempo determinado, propicio o apropiado, estación. La expresión “todo tiene su tiempo” puede asociarse al tiempo cronológico; y “todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” puede asociarse a un momento propicio o adecuado. Estos dos conceptos del tiempo se corresponden en el griego del Nuevo Testamento con los términos cronos (tiempo histórico) y kairos (tiempo no cronológico y que se podría traducir por momento oportuno).

Cronos significa duración de tiempo, un lapso de tiempo; marca cantidad. Kairos designa una medida apropiada, una proporción ajustada, un tiempo oportuno, un tiempo favorable, un momento decisivo; medida correcta, ocasión, momento señalado y preciso; marca calidad.

Cronos y kairos representan dos perspectivas de la vida, dos enfoques, dos posicionamientos, dos paradigmas, dos estilos de vida, dos formas de gestionarse personalmente y de administrar el tiempo. 

Tiempo cronos vs tiempo kairos: Reloj vs Brújula

Bajo el esquema cronos administrar el tiempo es hacer un uso eficiente del mismo (menor cantidad de tiempo). Pero el impacto del uso sabio del tiempo va más allá de la simple distribución de las actividades durante el día. Como dice Stephen Covey: “El desafío no consiste en administrar el tiempo, sino en administrarnos a nosotros”. Al fin y al cabo, como dice Zig Ziglar: “El problema es la falta de dirección, no la falta de tiempo: todos contamos con días de 24 horas”.  Más importante que aprender a administrar eficientemente el tiempo, es aprender a administrarnos a nosotros mismos. Y eso tiene que ver con la perspectiva kairos del tiempo (dirección y oportunidad). 

Apegados al paradigma del reloj, nuestras acciones pueden resultar eficientes, pero no necesariamente eficaces. Más importante que usar con eficiencia el tiempo, es el sentido de dirección en que usamos el tiempo; es usarlo en lo que agrega valor, en las actividades que se alinean con los propósitos de Dios; en las oportunidades que vienen de la mano de Dios.