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El partido de la muerte


En agosto de 1942 once jugadores

de Ucrania demuestran que el amor

al fútbol y a la patria está

por encima de la vida misma.

Con esta jugada de Klimenko termina el partido de la muerte, para muchos será la última vez que vean una pelota de cuero. Foto de circulocentral.es


El defensa Oleksiy Klimenko burla alemanes como conos de entrenamiento hasta llegar a las barbas del arquero nazi al que engaña con una finta. En vez de marcar el sexto gol, se detiene al frente del arco y con la mirada cargada de valentía y el pecho hinchado de patria, patea el balón hacia la tribuna de la resistencia ucraniana que celebra la acción con algo de recelo. Con esa jugada acaba el partido mientras los oficiales de la Luftwaffe abandonan el estadio con la humillación a cuestas.


Era el 9 de agosto de 1942 en la ciudad de Kiev, el partido de la muerte terminaba cinco a tres a favor del Start FC sobre el Flakelf.


La historia tiene comienzo con la entrada de los nazis sobre territorio ucraniano. La llamada Operación Barbarroja en septiembre de 1941, dejaba bombardeada y ocupada su capital. Durante los siguientes meses los alemanes se cebaron de muerte al eliminar sistemáticamente más de cincuenta mil judíos y otra cantidad similar entre rebeldes y prisioneros.

Julio de 1941 - Un miembro de las Waffen SS disparando a un judío ante una fosa común en Vinnitsa, Ucrania. Foto yadvashem.org


En esa Kiev en ruinas administra la panadería Número 3 Josef Kodak, fanático del fútbol que siendo checo de nacimiento había peleado la Gran Guerra con Alemania. Allí, en medio de la barbarie se encuentra de sopetón con su ídolo Nikolai Trusevich, famoso arquero del Dínamo al que le decían el gigante, a pesar de su mediana estatura.

Kiev, septiembre de 1941. Foto wikipedia


Trusevich deambulaba como indigente por la calle en los meros huesos. Él junto con Makhinya y Kuzmenko, jugadores también del Dínamo, habían servido al Ejército Rojo como voluntarios para hacerle frente a los nazis. Capturados después del cerco a Kiev, se encuentran con otra parte del equipo en el campo de concentración de Darnitsa.


Kordik le ofrece trabajo de barrendero con la idea de reunir de nuevo al resto del equipo, que entraría posteriormente también a trabajar en la panadería Número 3.

"Lo ayudé a encontrar a los muchachos. Estábamos desesperados, necesitábamos comida y techo. No se podía elegir" diría Trusevich.

Trusevich, el gigante. Foto del foro Segunda Guerra Mundial


En la primavera del 1942 los nazis quieren aparentar normalidad, y aceptan la idea de Kordik de formar algunos equipos para que se haga un campeonato local. Un poco de pan y circo no vendría mal, pensaban los alemanes.


El primer equipo en salir fue el Rukh, con jugadores de segunda línea y algunos pronazis. Ningún trabajador de la panadería, todos muy deportistas, decide integrarlo. Se hacía realidad el resurgir del Dínamo, llamado coloquialmente en esos meses aciagos como los panaderos.


Trusevich consigue a tres jugadores del Lokomotiv, el otro equipo importante de la ciudad, para completar el onceno. Los ocho del Dínamo son: Nikolai Trusevich, Mikhail Svyridovskiy, Nikolai Korotkykh, Oleksiy Klimenko, Fedor Tyutchev, Mikhail Putistin, Ivan Kuzmenko y Makar Goncharenko. Los tres jugadores del Lokomotiv son: Vladimir Balakin, Vasil Sukharev y Mikhail Mielnizhuk.

El equipo de los panaderos, los once futbolistas que quedarán en la historia como sinónimo de resistencia contra la crueldad de la guerra. Foto foro Segunda Guerra Mundial.


Kordik nombra al equipo Start FC. Así nace la leyenda de la resistencia ucraniana hecha fútbol.

"No tenemos armas, pero venceremos en la cancha a los fascistas bajo los colores de nuestra bandera". Serían las palabras de Trusevich para alentar a sus compañeros.


El 7 de Junio de 1942 aparecieron once camisetas rojas, unas medias remendadas y unos botines viejos; ganaban su primer partido contra el Rukh siete a dos.

Vencen luego a un equipo húngaro siete a uno, después a uno rumano once cero. Tres equipos más, militares entre alemanes y húngaros, también son derrotados.


A finales de julio los nazis desconfían de la popularidad de los panaderos y deciden crear un equipo para plantarles cara. Llaman a los mejores hombres de la temible Luftwaffe más unos refuerzos de futbolistas profesionales bávaros, así nace el Flakelf.


El 6 de agosto con la ciudad pendiente, el Start derrota sin piedad a los alemanes cinco a uno, se ordena de inmediato la revancha para tres días después.

Carteles del partido inicial y la revancha. 6 y 9 de agosto de 1942. Foto Desperta Ferro Ediciones.


Con las tribunas a reventar y la cúpula nazi en los palcos, se designa por primera vez a un oficial de la SS como árbitro principal, este les ordena que deben saludar con el popular ¡heil Hitler! Con el brazo arriba los once valientes gritan desgarrando su pecho, ¡fizculthura! (cultura física), arenga acostumbrada de amor por el deporte como filosofía de vida en todas las competiciones deportivas en la Unión Soviética.


En el entretiempo y con el marcador dos a uno a favor de los rebeldes, un oficial SS les "aconseja" bajar la intensidad. "Los principios no se negocian", les recuerda Trusevich antes salir para el segundo tiempo.


Klimenko nos dejó un final de película que ya conocemos, de hecho puede ser el episodio futbolístico que más filmes ha generado. Más de diez contando la famosa Victory o Fuga a la Victoria como se conoció en español, con la actuación de Pelé y Silvester Stallone.

Escape a la Victoria, la película. Foto radiodebabel.com


Sin embargo no es el mito el que nos interesa. Hablan de ametrallamiento a los jugadores a la salida del estadio, parte de la publicidad falsa de la Unión Soviética en los años siguientes. Los panaderos jugarían un partido más contra sus primeros rivales; el Rukh vuelve a caer ocho a cero.


Cierto es que días después la SS llega a la panadería y con lista en mano se llevan al equipo. A las dos semanas muere torturado Korotkikh a quien le encuentran pruebas de ser oficial de la NKVD, la policía secreta ucraniana, institución asociada a los orígenes del Dínamo de Kiev.


El resto del equipo es llevado al terrorífico campo de concentración de Siretz, allí en febrero del 1943 son fusilados Kuzmenko, Klimenko y Trusevich.

Trusevich con la formación del Dínamo de Kiev antes de la guerra, su casaca de arquero no se la quitaría ni siquiera al momento de morir. Foto Soccer Politics.


Goncharenko como parte de los sobrevivientes contaría años después que Trusevich murió el 24 de febrero de 1943 con su saco de arquero rojinegro hecho pedazos, y antes de ser fusilado se le escuchó gritar:


"Podéis matarme a mí, podéis asesinarnos, pero el deporte rojo nunca morirá".


Un día antes se lograba la histórica victoria soviética de Stalingrado. El principio del fin del nazismo estaba en marcha.

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