Sentimientos y emociones

  • Hits: 7862

Emociones

¿Puede uno controlar las emociones y, a la vez, enseñar a los hijos? son inquietudes de algunos lectores.

Al consultar a especialistas, para estas complejidades subjetivas, definen el sentimiento como “resultado de los procesos mentales, después de experimentar una emoción, que lo produce”.

Resulta favorable adiestrar a cada quien para poder examinar, identificar y regular sus vehemencias, con habilidades favorables para su bienestar y, para ello, es recomendable el conocimiento propio, autocontrol y equilibrio en las pasiones, con la iniciativa de motivarse a uno mismo y a otros, desde el talento, optimismo, constancia y capacidad para comprender la realidad.

Los sentimientos primarios se generan desde una afectación a partir de un estímulo externo: alegría, tristeza, ira, miedo y asco. Son señales que contribuyen a las decisiones que, al poder dominarlos, contribuyen a garantizar bienestar, al orientar mejor el comportamiento.

Por lo general, las emociones tienen tres funciones: adaptativa, prepara al organismo para la acción, desde la posible conducta para la situación, mientras la motivacional es el comportamiento para determinada meta y la comunicativa o social requiere la necesidad experimental o hablar de lo que se siente.

Cada emoción tiene su utilidad y prepara al organismo para poder actuar de acuerdo con al escenario, desde lo biológico, con las adaptaciones conductuales; de lo morfológico- fisiológico, cuando hay involucrado un cambio desde lo físico en el organismo, y la etológica o de comportamiento con la respiración, sudoración o en el pulso cardíaco, e incluy algunas reacciones como: relajación, bienestar, ansiedad, estrés, depresión, agresividad o llanto.

Es fundamental tanto en la familia como en la escuela promover la educación emocional, al insistir en fijar el pensamiento positivo, importancia de saber vivir el presente, sin potenciar negatividades, poner especial atención en el significado de palabras o frases, que revelen posibles inquietudes detrás de esos actos, para evitar engaños por las apariencias.

La genética insiste en aprovechar los primeros mil días del bebé para desarrollar la educación emocional, aunque no tenga la suficiente maduración, la estimulación temprana favorece su desarrollo psicológico. Se les debe enseñar en su desarrollo a reconocer y aceptar lo que sienten, la expresión de los sentimientos de manera asertiva para las mejores relaciones consigo mismo y para con los demás.

La inteligencia emocional, desde su mejor educación, favorecerá las relaciones sociales y el bienestar general, porque las emociones están presentes en todos los ámbitos y momentos de la vida.

Podemos reflexionar con Amandine Aurore Lucile Dupin, escritora francesa: “Hay que juzgar los sentimientos por los actos, más que por las palabras”. Platón, filósofo griego, dijo: “El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos”; y Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español comentó: “Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdad”.

Artículo relacionado:
Subjetividad y sensaciones

 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
MÁS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

Escribir un comentario