Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
Introducción
Rodolfo Lenz revisitado: un vector glotopolítico en un país en
modernización
Juan Antonio Ennis1
Universidad Nacional de La Plata / CONICET, Argentina
Darío Rojas2
Universidad de Chile, Chile
Resumen
El presente trabajo intenta contextualizar las contribuciones reunidas en esta sección
monográfica, ofreciendo una caracterización de las líneas generales de la figura y obra
del lingüista alemán Rodolfo Lenz, radicado en Chile desde 1890 hasta su muerte.
Describimos su rol como el de un vector glotopolítico, esto es, una figura clave para la
circulación y transformación de saberes y representaciones ideológicas sobre las
lenguas de Chile y sus hablantes. Destacamos la fractura lingüístico-ideológica que
significó la llegada de Lenz al contexto cultural chileno de fines del siglo XIX,
dominado por el pensamiento normativista e hispanista inspirado en Andrés Bello. La
condición polémica de las ideas de Lenz respecto de la ideología dominante explica en
buena medida que su recuperación y revalorización, de la cual participan varios de los
artículos de este volumen, sea relativamente reciente. Por otra parte, advertimos acerca
del riesgo de levantar lecturas hagiográficas de Lenz sin considerar la complejidad de su
contexto y el papel de sus obras en las políticas científicas, culturales y lingüísticas de
su época.
Palabras clave: Rodolfo Lenz; glotopolítica; historiografía lingüística; castellano de
Chile; mapudungun
1
Para correspondencia, dirigirse a: Juan Antonio Ennis (juanennis@conicet.gov.ar), Centro de Estudios
de Teoría y Crítica Literaria, Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales
(CONICET-Universidad Nacional de La Plata), calle 51 entre 124 y 125 (1925) Ensenada, Buenos Aires,
Argentina.
2
Para correspondencia, dirigirse a: Darío Rojas (darioroj@uchile.cl), Universidad de Chile, Facultad de
Filosofía y Humanidades, Departamento de Lingüística. Av. Capitán Ignacio Carrera Pinto 1025, piso 3,
Ñuñoa, Santiago, Chile.
1
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
RUDOLF LENZ REVISITED: A GLOTTOPOLITICAL VECTOR IN A MODERNIZING COUNTRY
Abstract
This paper aims to contextualize the articles gathered in this special issue, by means of a
global characterization of the figure and work of the German linguist Rudolf Lenz,
living in Chile from 1890 until his death. We describe his role as that of a glottopolitical
vector, i.e. a key figure in the circulation and transformation of knowledge and
ideological representations of the languages of Chile and their speakers. We highlight
that his arrival to Chile caused a language-ideological fracture, as he confronted the
hegemony of linguistic normativism and hispanism, established on the basis of the
influential works by Andrés Bello. His polemical stance towards the dominant ideology
explains that the recovering and revaluation of his work is a relatively recent
phenomenon, as some of the articles of this special issue show. On the other hand, we
warn about the risk of raising hagiographic readings of Lenz without considering the
complexity of his context and the role of his works in the scientific, cultural and
linguistic policies of his time.
Keywords: Rudolf Lenz; glottopolitics; linguistic historiography; Chilean Spanish;
mapudungun
Recibido: 07/08/20
Aceptado: 28/09/20
1. LOS EFECTOS GLOTOPOLÍTICOS DE LA OBRA DE LENZ3
El lingüista alemán Rudolf (Rodolfo) Lenz (Halle, 1863 - Santiago de Chile, 1938) fue
una figura central en la conformación de varios campos disciplinares en el Chile de
fines del siglo XIX y comienzos del XX. Entre estos sobresalen los estudios del
lenguaje y las lenguas y la investigación sobre el folklore y las manifestaciones
culturales llamadas “populares”, tanto hispánicas como indígenas (cf. por ejemplo Mora
3
Este trabajo se inscribe en el proyecto H850 “Filología, lingüística y archivo: aportes hacia una historia
política de la lengua entre Europa y América Latina (mediados del siglo XIX-comienzos del siglo XX)”,
de la Universidad Nacional de La Plata, y en la investigación postdoctoral “En los bordes de la lengua:
actitud e ideología lingüística en Andalucía y Chile (1850-1950)”, financiada por el programa de Becas
de Postdoctorado en el Extranjero - Becas Chile, convocatoria 2019, de ANID (ex CONICYT).
2
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
y Vásquez 2018, para el caso de los estudios antropológicos), que Lenz colocó
explícitamente en el centro de las tareas patrióticas que consideraba parte necesaria de
la modernización de la nación chilena. Caracterizar a Lenz como un vector glotopolítico
(la frase quiere aludir más o menos al modo en que se entienden los vectores en biología
y epidemiología: un agente que sirve de medio de transmisión, capaz de portar y
transmitir algo) implica destacar que fue un actor social de relevancia central en la
conformación y reproducción de representaciones ideológicas sobre las lenguas y en la
emergencia de políticas públicas acerca de ellas (así como acerca de sus
manifestaciones culturales asociadas) en el Chile de fines del siglo XIX y comienzos del
XX.
Formado intelectualmente en Alemania4, Lenz se radicó en Chile en enero de
1890. Allí llegó para formar parte del plan estatal de modernización de la producción y
enseñanza de conocimientos, situado específicamente en el recién creado Instituto
Pedagógico de la Universidad de Chile. En las últimas décadas del siglo XIX, la
oligarquía chilena, enriquecida por la explotación del salitre, impulsó un acelerado
proceso de modernización ligado a la expansión mundial del mercado capitalista
(Subercaseaux 2011: 348), proceso que repercute directamente sobre las diversas
instituciones y proyectos políticos y culturales de la época, entre ellas la educación. La
modernización de la enseñanza se convirtió en la preocupación fundamental de
intelectuales como Valentín Letelier, gracias a cuyos esfuerzos se decretó, en abril de
1889, la creación del Instituto Pedagógico, articulado sobre la necesidad de formar
nuevos profesores a partir de criterios científicos y sobre la contratación de docentes
alemanes (de credenciales científicas reconocidas) para dicha institución. Dentro de
estos, destacan Rodolfo Lenz, Federico Hanssen, Federico Johow, Augusto Tafelmacher,
entre otros, quienes venían a impartir clases de humanidades –subdivididas en: historia
y geografía, castellano y latín, inglés y alemán, griego y francés– y de ciencias –
subdivididas en ciencias naturales y matemáticas– (Sanhueza 2010).
Desde esta posición privilegiada dentro de los campos científico y cultural
chileno, respaldada y autorizada por un proyecto estatal de envergadura, Lenz se
convirtió en vector de la circulación de saberes tanto entre Europa y Latinoamérica
como entre las distintas naciones latinoamericanas. Pionero en la introducción en
América Latina de la ciencia lingüística europea de fines del siglo XIX, y especialmente
4
Véase Escudero (1963) para detalles de su biografía, así como el apartado 2 de esta introducción.
3
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
de los estudios sobre el contacto de lenguas, los procesos que protagoniza este
intelectual tienen ramificaciones y repercusiones más allá del entorno geográfico y
cultural inmediato en el que ejerció su actividad docente e investigativa, e incluso
encuentra ecos en los debates que se dan en la época actual acerca de ciertas cuestiones
candentes en el estudio de las lenguas y culturas en América. En este sentido, Lenz
resulta ser un caso ejemplar del intelectual (¿orgánico?) inmerso en la creación, difusión
y renovación de paradigmas en un contexto sociopolítico en transformación y
encaminado hacia la modernidad. En este sentido, las incursiones de Lenz en la esfera
pública chilena de fines del XIX y comienzos del XX incidieron de modo significativo
en la constitución de las representaciones acerca de la relación entre lengua(s),
cultura(s) y nación(es) en el Chile de entonces, en pleno proceso de modernización. La
labor de Lenz, sin embargo, se desarrolló en un entorno donde el estudio del lenguaje y
la planificación lingüística ya gozaban de amplio arraigo en el marco de los intereses de
la esfera pública, aunque habían tenido una naturaleza y propósitos distintos de los de la
nueva ciencia lingüística promovida por el alemán.
Heller y McElhinny (2017, cap. 4) sostienen que la unificación del mercado
lingüístico en los países europeos sirvió de base para el funcionamiento del capitalismo
y la democracia liberal que organizan los Estados modernos. Aún más, argumentan que
la construcción y naturalización de una representación del lenguaje según la cual este es
un recurso neutro, homogéneo y gobernado por reglas, igualmente accesible a todos los
ciudadanos mediante la educación (una supuesta “norma culta” estándar), sirve para el
enmascaramiento del acceso desigual a la riqueza, transgresión inconfesable pero
fundamental de la promesa capitalista. Esta representación sirve como un terreno
fructífero para la legitimación del poder de la clase dominante al mismo tiempo que
construye un espacio compartido que facilita la sensación de pertenencia de los
ciudadanos al Estado-nación.
En el caso de Chile, los fundamentos ideológicos del rol político del lenguaje
pueden rastrearse hasta la figura de Andrés Bello, artífice de la ideología lingüística
hegemónica de la intelectualidad chilena durante todo el siglo XIX: la del orden de la
lengua, que sigue vigente en lo esencial (Rojas, Avilés y Villarroel, en prensa). La
unificación del mercado lingüístico calzaba perfectamente con la obsesión por el orden,
central tanto en el imaginario de Bello (Jaksic 2010) como en el de las élites
gobernantes chilenas (Stuven 2000). Para Bello, el orden de la lengua (española, se
entiende, por ser esta la propia de los criollos que llevaron adelante la independencia y
4
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
cuya posición privilegiada debía ser legitimada), no podía sino darlo una norma
estándar academicista con firmes raíces en la tradición hispánica, que ponía como
conducta ejemplar el dialecto castellano, la lengua de los cultos y el código escrito
(Moré 2014), y que al mismo tiempo contenía dentro de sí la posibilidad de albergar
cambios que contribuyeran al progreso de las naciones americanas, siempre que estos
cambios se mantuvieran dentro de los cauces de la tradición (Rojas 2017).
Al mismo tiempo, la representación ideológica originada en Bello ponía a los
grupos subalternos (“vulgo”, “populacho” o “plebe”, prefirió llamarlos), hablantes de
castellano “subestándar”, como antiejemplo de conducta, y como responsables de los
“vicios”, “pecados” y “delitos” idiomáticos que amenazaban con fragmentar la lengua y
así levantar “estorbos a la difusión de las luces, a la ejecución de las leyes, a la
administración del Estado, a la unidad nacional” (Bello [1847] 2013: 43). Bello tenía
conciencia de estarse enfrentando a un problema no solo de planificación lingüística,
sino primero que nada de regulación y naturalización del orden social, político y
económico: “En las lenguas como en la política, es indispensable que haya un cuerpo de
sabios, que así dicte las leyes convenientes a sus necesidades; como las del habla en que
ha de expresarlas; y no sería menos ridículo confiar al pueblo la decisión de sus leyes,
que autorizarle en la formación del idioma” (Bello [1842] 2013: 100).
Los estudios del lenguaje en Chile hasta la llegada de Lenz, en aplastante
mayoría, responden a esta necesidad percibida de construir y preservar esa norma
estándar (castellanizante y academizante) que garantizaría la preservación de los
privilegios de la clase dominante. Es, en consecuencia, una lingüística normativa,
prescriptiva, orientada a disciplinar a los ciudadanos en el uso correcto de la lengua
unificada del Estado, que tenía bastantes diferencias respecto de los hábitos lingüísticos
vernáculos de la mayor parte de la población chilena. Un ejemplo muy representativo de
ello es la tradición de los diccionarios de chilenismos (Rojas 2010). Gracias a la
influencia de que gozó Bello en la conformación de distintas instituciones reguladoras
de la ciudadanía, entre ellas el sistema educativo, su ideología lingüística tuvo
condiciones óptimas para convertirse ya en el momento de su muerte (1865) en una
especie de sentido común incuestionable de la comunidad hispanohablante chilena, una
suerte de habitus bellista, conformándose en consecuencia una hegemonía de efectos
duraderos y una comunidad fuertemente cohesionada de epígonos de Bello que
saturaron las intervenciones públicas en el espacio del lenguaje durante todo el resto del
siglo XIX.
5
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
Es a este contexto al que se enfrenta Lenz cuando llega a Chile e introduce una
fractura tanto en la manera de entender el estudio del lenguaje como en el modo de
imaginar la relación entre lenguas, culturas y naciones. Y es que el sentido común de
Lenz acerca del objetivo de los estudios lingüísticos, correspondiente a aquel de la
disciplina ya establecida como ciencia del lenguaje en Alemania, colisionó frontalmente
con el sentido común de la hegemonía bellista en Chile, así como con el del hispanismo
academicista a nivel internacional (como muestra Bernaschina 2013, a propósito de la
recepción de las ideas de Lenz en la Escuela Filológica Española encabezada por
Menéndez Pidal). Un ejemplo prístino de este conflicto es la crítica del sacerdote e
hispanista chileno Manuel Antonio Román al Diccionario etimológico de Lenz (cf.
Pavez 2015: 130-132):
Hasta ahora todos habíamos creido que la enseñanza de la gramática era para hablar y escribir
correctamente, como la gente educada; pero ahora el Dr. Lenz nos dice que estábamos
profundamente equivocados y que la gramática, por lo menos en Chile, es para hablar y escribir
‘la lengua huasa’. (cit. en Lenz, s.f.)
Por esta razón hemos creído y creemos que todo el que se dedique al estudio del lenguaje tiene la
noble misión de encauzarlo en las leyes de la gramática, desbastándolo, puliéndolo y
limpiándolo según las exigencias de la civilización y de la simple educación. Si así no fuera, la
ciencia del lenguaje no sería ciencia sino mero inventario de palabras, desde la que estropea con
su mala pronunciación el último patán, hasta las que profieren con cínica desvergüenza el
borracho en la taberna y el frecuentador de burdeles. (cit. en Lenz, s.f.: )
A esto, Lenz contesta lo que sigue, revelando los horizontes completamente distintos
que tenían, por un lado, los especialistas científicos de la época (representados por
Lenz) y, por el otro, los cultores del normativismo (representados por Román):
Esta definición del estudio del lenguaje (digamos de la lingüística) es tan correcta como si se
dijera que la botánica tiene por objeto producir hermosas flores, peras dulces y papas grandes. La
confusion entre retórica y lingüística es a lo menos falta tan grave como si se declarara que
horticultura y botánica son una misma cosa. La mala pronunciación del último patan puede tener
para la lingüística el mismo interés que un cultivo de bacilos de la peste bubónica para la
biología y la medicina. (Lenz, s.f.).
Este tipo de comparaciones pueden encontrarse de manera recurrente a lo largo de la
obra de Lenz, así como la insistencia en demarcar el terreno propio del especialista de
6
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
una disciplina establecida con la legitimidad del saber científico y aquellas prácticas que
esa misma afirmación había venido a relegar fuera de ese ámbito (Ennis 2012: 204-205).
En cualquier caso, la colisión tuvo peores resultados para el alemán que para el bellismo,
que persiste hoy prácticamente intacto, principalmente al alero de instituciones
fuertemente comprometidas con el hispanismo y con gran influencia en el mundo
universitario, como la Academia Chilena de la Lengua.
Más allá de las polémicas con Eduardo de la Barra o Manuel Antonio Román (v.
Velleman 2007, Altschul 2011 y Pavez 2015: 133-144), el gran antagonista de Lenz fue
el fantasma de Bello y del orden social que este contribuyó a naturalizar: la inercia
aplastante del “peso de la noche” portaliano, del imaginario clasista y racista
fuertemente arraigado en diversos sitios institucionales de la nación. Desde mediados de
la década que acaba de terminar, varios investigadores han venido insistiendo
acertadamente en la necesidad de reivindicar la radicalidad glotopolítica de las
intervenciones de Lenz:
Siguiendo con atención las propuestas de Lenz, resulta ostensible que el foco de atención y
preocupaciones de los estudios filológicos cambia. El objetivo fundamental de una filología
como ésta no es entonces la recomposición de la unidad esencial de una lengua, su sistema
inmutable, sino precisamente su heterogeneidad: la indagación de aquellos puntos de articulación
con formas de expresión provenientes de otros estratos sociales y comunidades étnicas, lo que
implica una investigación radicalmente distinta, en la que es imprescindible aceptar una historia
de la lengua diferente y desear contarla en sus propios términos. (Bernaschina 2013: 132)
Lo escandaloso de la posición de Lenz reside –a mi modo de ver– en la forma en que le asigna
un rol activo en la formación del español de Chile a la población de las capas sociales bajas según él, en su mayoría de origen indígena- y en consecuencia en la cuestión de la formación
nacional. La diferencia de Chile consistiría entonces en el hecho de que las masas populares y las
clases dirigentes hablasen el mismo idioma y que así se hiciera palpable la comunidad imaginada.
Sólo que esta comunidad imaginada no se restringe a la población letrada que comparte la
circulación de la imprenta, sino que integra a toda la población en un cuerpo lengua-nación. […]
A diferencia de esta visión, los proyectos lingüístico-nacionales anteriores partieron, como bien
demuestra González-Stephan (1995) en su artículo sobre las disciplinas escriturarias, de las élites
criollas que impusieron estas disciplinas por medio de su lengua, sus leyes y sus modales de
comportamiento y que vieron a las clases bajas sólo como objeto de procedimientos
correccionales o de exclusión social. (Bachmann 2014: 259-260)
7
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
Se trata de una relación con el pasado, con la nación y con el “valor de antigüedad” que la élite
chilena no comprendía, y de lo cual desesperaba Lenz. Como tuvo ocasión de señalar en varias
oportunidades y con altos costos personales, la élite chilena no tenía vocación de integración
nacional, ni la voluntad de participar en un “espíritu” común con el pueblo chileno. Este
clasismo que obstaculizaba la formación de la nación chocaba permanentemente al científico
alemán, cuya ciencia por racional que fuera estaba al servicio de un afecto nacional. (Pavez
2015: 164)
La complejidad glotopolítica de la obra de Lenz y la relevancia social de las
interrogantes que lo ocuparon en Chile, precisamente, fue una de nuestras motivaciones
para articular el presente proyecto editorial, con el cual nos proponemos concitar no
solo el interés de lingüistas y antropólogos, habitualmente conocedores de la figura de
Lenz, sino de todas las personas interesadas en las políticas de la cultura y del
conocimiento en América Latina.
Sin embargo, reconocer que Lenz se posicionó a contrapelo de las ideas
hegemónicas del hispanismo en Chile no puede llevar por necesidad a concluir que los
efectos glotopolíticos de su obra fueran contrarios a los propósitos de la hegemonía
bellista. Después de todo, como advierte Joseph Errington respecto de la lingüística
colonial europea, “linguists’ work had meanings and uses which outstripped their own
purposes and understandings” (Errington 2008: 12). En un estudio reciente, Cáceres,
Ortiz y Rojas (2020) argumentan que el Diccionario etimológico de Lenz, lejos de ser
un espaldarazo a la vitalidad de la lengua mapuche, puso en circulación y contribuyó a
legitimar (desde el lugar lenziano del científico respaldado por el Estado) una
representación del mapudungun como un futuro fósil, museificable a través del estudio
de su inscripción intersticial en el castellano chileno, y del mapuche como un sujeto que
debía ser asimilado a la nación chilena, convirtiéndose en un sujeto monolingüe en un
castellano, eso sí, marcado por las huellas del contacto. De esta manera, la obra de Lenz
pudo ser útil para los intereses del colonialismo republicano y entró en una sorprendente
sinergia con las representaciones provenientes del hispanismo bellista (cf. Rojas 2020).
Más allá de la responsabilidad que se pueda achacar a Lenz respecto de los
efectos glotopolíticos de su trabajo, creemos conveniente adoptar una distancia crítica al
momento de estudiar la obra del lingüista alemán, como es deseable hacerlo al abordar
la obra de cualquier figura intelectual, por simpática que pueda parecernos y por mucho
que podamos empatizar con sus supuestos epistemológicos y políticos. Así, la labor de
estudiar a Lenz podrá ser, más que una hagiografía vana (inclinada a una especie de
8
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
beatificación de su figura), un ejercicio de comprensión histórica del que sacar lecciones
relevantes para los procesos de construcción de conocimientos en que nos encontramos
inmersos en la actualidad.
2. LA TRAYECTORIA INTELECTUAL Y BIOGRÁFICA DE LENZ
Rodolfo Lenz nació, con el nombre de Rudolf, un 10 de septiembre de 1863, en uno de
los centros más prestigiosos de la lingüística decimonónica, la ciudad de Halle an der
Saale –la ciudad, sin ir más lejos, hacia la cual peregrinaría quince años más tarde
Rufino José Cuervo para entrevistarse con August Friedrich Pott, quien contribuiría en
una breve entrevista en latín a imprimir un giro decisivo en la obra del bogotano, y con
ello a la suerte de las ciencias del lenguaje en estas latitudes (cf. Pfänder 2006, Pfänder
y Ennis 2015). Sin embargo, no puede pensarse que haya sido mucho más que la
casualidad lo que desde su nacimiento vinculó a Rudolf Lenz con la tradición más
sólida de la lingüística decimonónica. Su padre, funcionario de correos, había sido
asignado allí por un tiempo, y la familia abandonaría la ciudad pocos años después, aún
durante su infancia. Fue en Bonn, en la universidad y la cátedra pionera de la
Romanistik donde, a las 11 horas de un 11 de agosto de 1886, a los 23 años, entregó una
tesis sobre fisiología e historia de las palatales (Physiologie und Geschichte der
Palatalen), publicada poco más tarde por la editorial Bertelsmann de Gütersloh, y
dirigida por Wendelin Foerster, catedrático sucesor del mismísimo Friedrich Diez, a
quien –de acuerdo con una tradición que va de Gaston Paris a Carlo Tagliavini al
menos– el mismo Goethe habría puesto en el camino pionero de la filología romance,
que conduciría a su célebre Etymologisches Wörterbuch der romanischen Sprachen
(Bonn, 1854; cf. Tagliavini 1982: 10).
La tesis del joven Lenz se proponía realizar un aporte técnico y teórico a la
lingüística histórica, a tono con la fe de la corriente dominante de los Junggrammatiker
en el poder explicativo de las leyes fonéticas, aunque privilegiando una descripción
fundada en la observación empírica de los rasgos fisiológicos de la producción de los
sonidos que rápidamente pondría límites y reparos a esos presupuestos, apuntando así a
una actualización teórica a partir de la revisión de los presupuestos empíricos de las
Lautgesetze que, como habían establecido poco antes Osthoff y Brugmann (1878),
debían explicar las reglas del cambio lingüístico.
9
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
El Doctor Rodolfo Lenz, luego de haber defendido con éxito su tesis, recibió del
gobierno chileno la propuesta de incorporarse al plantel docente del recientemente
fundado Instituto Pedagógico de Santiago. El 4 de noviembre de 1889 firmaba en Berlín,
ante el Ministro Plenipotenciario de Chile en Alemania, Domingo Gana, un contrato por
seis años como profesor de los idiomas inglés, francés e italiano. A pesar de la aparente
limitación que el objeto del contrato oponía en principio a la carrera de Lenz como
lingüista profesional, es sabido que desde su llegada a Chile prosiguió y profundizó su
trabajo y formación como investigador, abocándose al estudio del español de Chile y las
diversas variedades del mapudungun. Si bien puede observarse, tanto en sus
publicaciones como en su correspondencia personal, un reiterado lamento por la
dificultad, y muchas veces imposibilidad que su nueva situación periférica con respecto
a los centros de producción del saber lingüístico y filológico suponía para la obtención
de los materiales y el cultivo del contacto con los colegas que podía permitirle estar
actualizado, el tiempo y la distancia, en buena medida, continuarían jugando a su favor,
ofreciéndole la oportunidad de acceder al conocimiento de una serie combinada de
objetos diversos, vacantes aún en la cartografía que la lingüística moderna trataba de
establecer en sincronía y diacronía alrededor del mundo, terra incognita de la
convivencia americana del español colonial y las lenguas indígenas, y al mismo tiempo
de hacerlo desde la perspectiva del lingüista, ya no como alguno de sus antecesores
nativos, por apropiación de su discurso, sino con la legitimidad y solidez de
conocimientos que le otorgaba su formación, y con la posibilidad, al acceder a la
novedad de este objeto, al proveer de materiales que enriquecieran el acervo de la
investigación metropolitana, de mantenerse, si no reconocido, al menos reconocible en
los centros de producción y legitimación del saber especializado.
Es difícil calibrar verdaderamente la novedad de esta escucha puesta en el habla
cotidiana de todas las clases, en especial –y de acuerdo con la impronta romántica que,
aún después de los Junggrammatiker, caracterizaba la formación del lingüista– las más
postergadas en América. El descubrimiento de la historia y presente de contacto,
conflicto e intercambio entre una lengua y cultura indígena americana de características
tan especiales como la mapuche y el español de la sociedad criolla que había asistido a
la Gramática de Bello resultarán decisivas en la afirmación de su carrera como lingüista
profesional, a pesar de que esas tareas, oficialmente, no fueran aquellas objeto de su
empleo. Toda la serie de trabajos publicados mayoritariamente en los Anales de la
Universidad de Chile, que tiene un punto de partida en aquel sobre “Lingüística
10
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
americana” firmado junto a Barros Arana su tónica, y se sostiene luego en la serie de
Estudios araucanos, encuentra su respaldo en la recepción en el sistema científico de
procedencia del resultado de esas mismas investigaciones en revistas prestigiosas como
la de Gröber, o el conocido folleto de 1902, Die indianische Elemente im
Chilenospanischen, publicado por la editorial Niemeyer, entonces radicada en su natal
ciudad de Halle.
Uno de los síntomas más claros de su éxito en este afán de visibilidad, más allá
de los reiteradamente registrados en la propia producción, se encuentra en el modo en el
cual Wilhelm Meyer-Lübke introduce su referencia en su Einführung in das Studium
der romanischen Sprachwissenschaft, a tal punto que en la reedición en 1926 de la
traducción castellana de 1914 (que aparece en la misma colección que albergara La
oración y sus partes), bajo el título de Lingüística románica, Américo Castro debe
dedicar media página de nota al pie a conjurar la reproducción de las hipótesis de Lenz
por el profesor austriaco (Meyer-Lübke 1926: 332). La célebre tesis sustratista –según
la cual el español de Chile obtendría sus rasgos fonéticos distintivos del contacto con el
mapudungun– se había convertido en su seña de identidad más visible e inquietante,
aquella cuya refutación Amado Alonso llevaría después de su muerte incluso a la misma
edición de las obras de su autor (Ennis 2012: 196-203).
Meyer-Lübke, representante asimismo de la corriente dominante en el final del
XIX, la de los Junggrammatiker otorgaba así a Lenz un reconocimiento que ponía de
relieve su rol pionero no sólo en América, sino también con respecto a España. Sin
embargo, aún en su siempre subrayada posición periférica, Lenz obtendría el
reconocimiento asimismo del polo opuesto del campo científico en el estudio del
lenguaje, y la visibilidad así para la novedad de su objeto. En una reseña de dos trabajos
de Fredrik Wulff, Hugo Schuchardt –que especialmente con su polémico trabajo de
1885, Über die Lautgesetze. Gegen die Junggrammatiker, se había convertido en uno de
los más sólidos críticos de la escuela neogramática– hacía una mención y comentario
mesuradamente elogiosos y no carentes de crítica de la tesis doctoral de Lenz, donde
indicaba justamente que este había mostrado un camino en su tesis para resolver los
problemas que encontraba abiertos en la representación de la fonética de las lenguas
romance en Meyer-Lübke, y esto a través de un conocimiento especializado y empírico
(Schuchardt 1892: 244). La crítica apuntaba sobre todo a las limitaciones que imponía a
su desarrollo el haberse restringido a las lenguas románicas. Como lo muestran Moreira
de Sousa y Mücke (2016, este mismo dosier), Lenz tomará nota de esta mención, y
11
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
enviará una carta al profesor de Graz, en la que agradece la consideración prestada y
responde a las críticas a partir de las limitaciones previas, impuestas por su falta de
especialización en lenguas fuera del alemán y las romance, limitaciones que ahora en
Chile puede superar – y lo habría logrado con su famosa hipótesis indigenista. Dice un
pasaje de la carta del 31 de julio de 1892:
Como sostengo, he demostrado con seguridad que casi el completo desarrollo de la fonética
chilena se funda en la influencia del araucano, un hecho de historia lingüística como no ha
podido constatarse nunca hasta ahora con tal claridad.
En este sentido, Lenz constituye un caso excepcional –no único, por supuesto, pero sí
fuera de la regla habitual (cf. Pavez 2015: 61): no va a la periferia y vuelve al centro, no
recoge la información que le traen otros, sino que, al mismo tiempo que configura su
objeto, procura generar las condiciones de su legibilidad in situ, produce el saber allí
donde hace el trabajo de campo. Así lo destaca en sus trabajos, subrayando su condición
de conocedor directo de la materia investigada, y privilegiado a la vez con respecto a
sus predecesores (sobre todo la lingüística misionera) por su condición de especialista
formado en el marco epistemológico e institucional de la lingüística moderna.
Las décadas posteriores añaden a sus investigaciones un mayor empeño en la
intervención del especialista en el espacio y las políticas públicas sobre la lengua, tanto
en lo relativo a la enseñanza de la gramática, lenguas extranjeras y en la
patrimonialización de las lenguas americanas, sobre todo el mapudungun.
De tal modo, aún en la proclamada distancia chilena, Lenz podía mantener su
interés científico abierto a las posibilidades de la lingüística metropolitana y sus
alrededores, lo cual se hará aún más claramente manifiesto en las dos monografías que,
junto al Diccionario, completan el esquema más básico de su trayectoria: La oración y
sus partes (1919) –quinto volumen de las “Publicaciones de la Revista de Filología
Española” de Menéndez Pidal–, donde hay una fuerte apuesta por el enfoque de Wundt,
por un lado, y El papiamento (1928), publicado en los Anales, en diálogo con
Schuchardt y nuevamente con una apuesta decidida por tesis aún novedosas, como por
ejemplo las de Otto Jespersen (1922).
Su obra fundamental, aquella a la que apunta casi todo su trabajo y que ocupa
buena parte del diálogo con sus corresponsales, queda inconclusa (como el Diccionario
de construcción y régimen de Cuervo, probablemente esa sea su naturaleza), y será
12
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
publicada como libro en 1987 por Mario Ferreccio, el Diccionario Etimológico de las
voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas. Es en el prólogo a esa
edición que Ferreccio (1979: 13) apunta una de las ponderaciones más extremas del
lingüista alemán, interesante sin embargo para pensarla a la luz de la lógica de
marginación y recentramiento que atraviesa su carrera: “Es difícil escatimar elogios a
Rodolfo Lenz, es difícil exagerarlos. Distintos factores incidentales han conducido a no
proclamarse lo que en realidad es: uno de los fundadores centrales de la Filología
Románica por la incorporación de un campo nuevo a esta disciplina”.
Lenz nunca deja de tener esa posición doblemente marginal: al margen del
medio de procedencia, al margen de la cultura de acogida. Artífice de la legitimación
científica de un proyecto colonial, no deja de ser cuestionado desde el comienzo por las
élites locales (cf. Poblete 2002, Altschul 2012, Pavez 2015), con las que mantiene una
relación siempre llena de suspicacias. Ese relativo aislamiento se compensa con la
construcción de una densa red de contactos y colaboraciones dentro del continente y
entre continentes. El abundante epistolario que registra el Fondo Rodolfo Lenz en la
Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación en Santiago de Chile enseña los
trazos aún difusos de un denso y persistente entramado entre América y Europa a través
del cual Lenz, procurando sostener el diálogo, realizó una contribución decisiva a sus
mismas condiciones de posibilidad. Este dosier contiene contribuciones acerca del
intercambio con Schuchardt y Lehmann-Nitsche, dos de los más interesantes
probablemente, aunque hay mucho más por explorar aún.
La excepcionalidad de la trayectoria de Lenz ofrece un punto de mira
privilegiado para observar la historia de la filología americana con todos sus rasgos,
sobre todo sus intrincadas discontinuidades. Desde la cuna de la filología románica
hasta sus confines, tanto geográficos como lingüísticos, entre el español de Chile y el
papiamento, la enseñanza del francés, las políticas del español y el estudio del
mapudungun o “araucano”, entramando y entramado en redes intelectuales de diversa
densidad entre Europa y América Latina, ofrece una mirada cuyo sesgo resulta tan
interesante como su lucidez. Al igual que Cuervo, y en parte contemporáneamente,
viene a llenar un hueco autoproclamado, y de otro modo: mientras Cuervo, para
terminar de convertirse en el primer lingüista americano, se traslada a París, Lenz, ya
formado como lingüista, se radica en Chile. Su trabajo se desarrolla sobre un fondo que
él mismo se ocupa de montar recurrentemente, y le permite ensayar el tono de una
predicación secular, la de la ciencia lingüística, dirigida siempre a un público
13
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
postergado en el tiempo y el espacio. La primera nota a pie de página en el “Prólogo” al
Diccionario remite a la “bibliografía crítica” que lo acompaña, “en la cual espongo mi
opinion con entera franqueza, que estrañará quizás a mis lectores americanos; estoi
seguro que los filólogos europeos me la agradecerán, i esto para mí es decisivo” (Lenz
[1905-1910] 1979: 8). Allí se destaca una vez más el doble obstáculo a superar en los
estudios lingüísticos americanos –la labor de los misioneros, que al pasar por la criba
del latín y de su fin proselitista distorsiona el registro de las lenguas americanas, por un
lado, y por el otro la pobreza y el mal entendido casticismo de la mayor parte de los
trabajos que encuentra en la América contemporánea acerca del español allí hablado–
así como el destinatario último de esa labor: un público de pares, sólo asequible en
Europa.
El perfil de Lenz va adquiriendo un contorno claro así a través de una
especialización técnica y teórica inicial (la lingüística románica, la fonética acústica y
articulatoria) que encuentra en la singularidad de su campo de acción y aplicación sus
rasgos más controvertidos y perdurables. Como escribirá en unas líneas retrospectivas
de 1924:
La primera tarea científica a que dediqué mis horas libres ha sido el estudio del dialecto
vulgar chileno. En Enero de 1891 mandé el primero de mis Chilenische Studien a la revista
alemana “Phonetische Studien”, editada en Marburg por W. Viëtor, porque, si lo hubiera
publicado en Chile, los “literatos” se habrían reído del gringo loco que tratara los “vicios de
lenguaje de la plebe ignorante” como materia digna de trabajos científicos.
Sin embargo, aseverará, sin modestia alguna, “[h]oy han cambiado estas cosas. Desde
los últimos años del siglo pasado nació en Chile la filología española y poco después
también en España Ramón Menéndez Pidal comenzó a formar su escuela brillante de
filólogos. Tan luego como tenga tiempo pienso publicar una reseña sobre el dialecto
popular de Chile, que ya encontrará lectores interesados y preparados” (Lenz 1924: 1011). Ese optimismo hace posible que una obra como El papiamento se publique en
Chile, y encuentra su ratificación –y sus límites– en la repercusión y polémica que
despierta, tanto en Chile (v. Emeth 1940: 369-373) como más allá de sus fronteras
(Costa Álvarez 1928, pero también Nykl 1928).
Rodolfo Lenz muere en Santiago de Chile un 7 de septiembre de 1938. En el
homenaje que la Universidad de Chile brinda a su memoria, Amado Alonso, director
desde 1927 del Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires, describirá al
14
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
“Doctor Rodolfo Lenz” como “uno de los pocos hombres” que, “por los años ochenta
del siglo pasado […] convirtieron la observación de las pronunciaciones en una ciencia”
(Alonso, 1938: 11). En la misma exposición, anunciaba la preparación del tomo VI de la
Biblioteca de Dialectología Hispanoamericana, titulado El español en Chile,
conteniendo trabajos de Lenz (junto a una porción menor de Bello y Rodolfo Oroz),
traducidos por el propio Alonso y Raimundo Lida, entre los que se contaban los
Chilenische Studien publicados por Lenz en Halle en 1892-93, “sin duda […] la primera
descripción fonética satisfactoria de un dialecto hispánico” (Alonso 1938:13). Al
volumen anunciado por Alonso se añadirían, finalmente, cuatro apéndices, dos de los
cuales son los artículos del mismo Alonso dedicados a disputar la tesis sustratista de
Lenz sobre el español chileno. Este dato no es irrelevante, por cuanto, tal como
recuerdan G. Knauer y M. Kaluza (1998) –siguiendo en este punto tanto a Petursson
(1989) como a Zimmermann (1995)–, conocemos las tesis de Lenz sobre todo a través
de las críticas y refutación de Alonso. 5 Este último reconocimiento y reconvención
ilustran bien la peculiar parábola que describe el trabajo de Lenz. No hay una
continuidad clara, medio siglo de labor en Chile no parece dejar una secuela evidente y
sólo mucho tiempo después comienza a revisitarse su obra, que recién hoy, giro
archivístico mediante, comienza a recibir todo el interés que merece.
3. EL RETORNO DE LENZ
Al organizar el presente dosier (originado en el Coloquio Rodolfo Lenz celebrado en
octubre de 2016 en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile),
nos propusimos, sin ánimo hagiográfico, destacar la relevancia y actualidad de Lenz
como figura intelectual representativa de las dinámicas de conformación de las
disciplinas relativas a las lenguas y las culturas en el marco de la consolidación de los
Estados nacionales latinoamericanos en los umbrales del siglo XX, y contribuir a
5
Así puede comprobarse, en una semblanza rayana en lo hagiográfico como la de Rabanales, cómo se da
por supuesto el error de Lenz, a pesar del cual puede de todas formas valorarse su obra: “Es curioso que a
veces una idea falsa pueda producir efectos positivos. Tal vez Bello no habría escrito nunca su gramática
magistral si no hubiera creído que con ella contribuía a evitar la fragmentación del español en América,
como había ocurrido en Europa con el latín. Del mismo modo es posible que el maestro alemán no
hubiera llegado a ser el primer araucanista verdaderamente científico si no hubiera dado por hecho -de
acuerdo con las ideas sustrativas adquiridas durante su formación académica- una influencia decisiva del
araucano o mapuche en nuestra manera, sobre todo inculta, de pronunciar el español” (Rabanales 2002:
68).
15
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
revitalizar y estimular su estudio, y sobre todo el de las interrogantes que cautivaron su
interés, que gozan de una indiscutible relevancia para el momento actual de la historia.
No pretendemos ignorar que la figura y obra de Lenz han concitado ya bastante
atención: prueba de ello son, por nombrar solo algunos ejemplos recientes, las
indagaciones desde la historia intelectual y en particular de la historiografía de las
ciencias del lenguaje6. Tampoco desconocemos que ha habido aproximaciones de gran
lucidez acerca de las aristas políticas de la obra de Lenz (sobresale entre ellas el trabajo
mencionado de Jorge Pavez). La principal ambición de originalidad de nuestro proyecto
fue reunir por primera vez un conjunto de estudios inéditos escritos por especialistas
situados en distintos enfoques disciplinares relevantes para entender la obra de Lenz (la
lingüística de contacto, la glotopolítica histórica y la historiografía intelectual), con el
propósito de destacar la relevancia actual de los problemas lenzianos.
Un primer grupo de trabajos de este dosier se ocupa de revisitar y reivindicar la
tesis sustratista de Lenz respecto del castellano chileno, planteada primero en Lenz
([1892-1893] 1940) y desarrollada con detalle en Lenz (1893 [1940]), cuando ya deja de
ser una sospecha y se convierte en “certidumbre personal” para el investigador alemán.
Precisamente esta tesis era la parte de su trabajo que Lenz consideraba de mayor interés
para la romanística, por los paralelos que podían establecerse entre el contacto
lingüístico acaecido en Chile y aquel que había tenido lugar en Europa con la expansión
del latín, y además por la peculiaridad de que la lengua de sustrato en el caso chileno
todavía se hablaba, lo cual facilitaba la comprobación de hipótesis. Los reparos de
Amado Alonso señalaban específicamente que no podía descartarse la posibilidad de
una influencia de sustrato o adstrato mapuche “en las melodías y en los juegos rítmicos”
del castellano chileno (Alonso 1940: 289), pero rechazaba de plano tal influencia “en el
sistema fonético” (ibid.).
En la presente sección monográfica, Scott Sadowsky, a la vez que cuestiona la
solvencia de varios de los reparos de Alonso a Lenz en lo que respecta a las consonantes
(los que considera, además de equivocados, ideológicamente sesgados), introduce una
nueva arista del problema: la fonética del sistema vocálico del castellano chileno, en la
que concluye que efectivamente existe influencia del mapudungun. Brandon Rogers,
asimismo, es el primero que se ocupa de estudiar el problema de la entonación del
6 Álvarez Martínez 1997; Bernaschina 2013, 2016; Cáceres y Rojas 2019; Cáceres, Ortiz y Rojas 2020;
Chávez 2011; Concha 2019; Contreras 1994; Ennis 2012, 2016, 2020; Gómez Asencio 2016; Gómez
Asencio y Rojas 2019; Knauer 1993; Knauer y Kaluza 1998; Martínez 1997; Payas 2015; Pavez 2015;
Rojas 2011; Sánchez 2013; Soto 2016; Valdez y Jansen 2019; Velleman 2008, entre otros.
16
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
castellano chileno en relación con la tesis sustratista de Lenz. Este investigador
concluye que ciertas mesetas entonacionales que tienen por función extender el foco
discursivo pueden entenderse como un aporte del mapudungun a la fonología del
castellano chileno. Finalmente, Felipe Hasler, Aldo Olate y Guillermo Soto hacen una
revisión de fenómenos fonológicos, morfosintácticos y pragmáticos del castellano
chileno en los cuales puede identificarse la huella del contacto con el mapudungun,
estableciendo la vigencia de la obra de Lenz en relación con cuestiones fundamentales
de la lingüística de contacto actual. En síntesis, este grupo de trabajos dan cuenta de
cómo los avances teóricos y metodológicos de la lingüística, y específicamente de la
lingüística de contacto, posibilitan revisitar los postulados de Lenz y considerarlos
como hipótesis válidas para emprender nuevas investigaciones hoy.
El segundo grupo de trabajos se ocupa de revisitar la figura y la obra de Lenz
desde la perspectiva de la historiografía lingüística con inclinación glotopolítica (afín a
lo que Valdez 2015: 87 llama historiografía crítica de la lingüística), poniendo de
relieve un aspecto fundamental para comprender la inscripción de la labor lenziana en
su contexto: el de las redes intelectuales en torno a las cuales se desarrolló su trabajo.
Estas contribuciones permiten pensar la actividad de Lenz situándola en el marco del
estudio crítico de “los modos de circulación y transferencia del conocimiento científico”
(Salto y Chicote 2020: 7), tanto dentro de su país de acogida como en relación con el
centro hegemónico de producción de conocimiento en su época, Europa. Es muy
relevante, para dimensionar la importancia del estudio de esta arista, recordar que Lenz
siempre buscó legitimidad en el reconocimiento que los grandes nombres y revistas de
la ciencia lingüística europea pudieran otorgar a sus trabajos, como se puede ver
claramente en el caso de las reseñas del Diccionario etimológico (Cáceres, Ortiz y
Rojas 2020: 23). Asimismo, Lenz trabajó activamente en el levantamiento de redes de
colaboradores o “informantes” dentro del país (Pavez 2015: 96 y ss.), los que le
facilitaban materiales para sus estudios, y, además, en el caso de sus colaboradores
mapuche, daban el valor agregado de la autenticidad.
El artículo de Johannes Mücke y Silvio Moreira de Sousa incluido en el presente
volumen exhibe y estudia el intercambio epistolar entre Lenz y el romanista Hugo
Schuchardt, figura central en el surgimiento de la criollística en Europa. Junto con
contextualizar el corpus epistolar y caracterizar la relación académica entre ambos
investigadores, el trabajo ofrece por primera vez una traducción al castellano de los
documentos originales en alemán. El artículo de Claudio Soltmann, por su parte,
17
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
explora los puentes que Lenz tendió con científicos alemanes establecidos en otros
lugares de América, como ilustra el caso de Robert Lehmann-Nitsche (radicado en La
Plata, Argentina), con quien compartió el interés por las tradiciones y lenguaje
populares. Situándose esta vez dentro del contexto chileno, el trabajo de Fernando Ruiz
Figueroa aborda la manera en que Lenz comenta y valoriza la obra autoetnográfica
bilingüe del profesor mapuche Manuel Manquilef, con quien también mantenía
intercambios epistolares frecuentes. Finalmente, Pablo Concha Ferreccio hace una
aproximación original (tanto por su tema como por la interrogación glotopolítica del
campo literario que supone) al modo en que Lenz influyó en el pensamiento del escritor
criollista Mariano Latorre (quien fue estudiante de Lenz en el Instituto Pedagógico),
llevándolo a una redefinición de sus coordenadas hermenéuticas y transformando las
claves de interpretación hegemónicas del campo literario chileno de la primera mitad
del siglo XX.
Queremos finalizar agradeciendo a las personas (además de los autores de los
artículos) e instituciones que posibilitaron la realización de este dosier. El Coloquio
Rodolfo Lenz 2016, en el que se originó este proyecto, no habría sido posible sin el
patrocinio de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y el
apoyo financiero del proyecto de investigación FONDECYT Regular 1150127 “Ideas
lingüísticas en los debates sobre léxico y ortografía en Chile (1875-1927)” (CONICYT,
Gobierno de Chile), dirigido por Darío Rojas. Entre ese momento inicial y la fecha de
publicación de esta sección monográfica del Boletín de Filología, las discusiones
teóricas y las indagaciones historiográficas que sustentaron la concepción de esta obra
colectiva recibieron una acogida fructífera y un apoyo sostenido en el proyecto
FONDECYT Regular 1170419 “Mediación lingüístico-cultural y castellanización en los
ámbitos de contacto mapudungun-castellano derivados del proceso de chilenización de
la Araucanía: producción lingüística y etnográfica, administración de justicia y
escolarización (1880-1930)” (CONICYT, Gobierno de Chile), dirigido por la Dra.
Gertrudis Payàs Puigarnau, de la Universidad Católica de Temuco; en el proyecto
FFI2016-76874-P “Corpus diacrónico del español para el estudio de las actitudes
lingüísticas en América y España (ss. XVIII y XIX)” (Ministerio de Economía y
Competitividad, Gobierno de España), dirigido por el Dr. Manuel Rivas Zancarrón, de
la Universidad de Cádiz; y en el proyecto H850 “Filología, lingüística y archivo:
aportes hacia una historia política de la lengua entre Europa y América Latina
18
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
(mediados del siglo XIX-comienzos del siglo XX)” (Universidad Nacional de La Plata),
dirigido por Juan Antonio Ennis.
También agradecemos a las personas que de diversas maneras contribuyeron a la
realización de este volumen, en especial a Natalia Villarroel, investigadora asistente del
proyecto FONDECYT 1150127 y colaboradora en el proceso de revisión y edición de
los textos, y a María Eugenia Góngora, ex decana de la Facultad de Filosofía y
Humanidades de la Universidad de Chile, facilitadora del apoyo institucional que dio
empuje a la reunión académica de la que surgió el proyecto.
REFERENCIAS CITADAS
ALONSO, AMADO. 1938. Rodolfo Lenz y la fonética del castellano. Homenaje a la
memoria del Dr. Rodolfo Lenz, Anales de la Facultad de Filosofía y Educación de
la Universidad de Chile II(1): 11-17.
________ 1940. La interpretación araucana de Lenz para la pronunciación chilena. El
español en Chile. Trabajos de Rodolfo Lenz, Andrés Bello y Rodolfo Oroz, pp.
281-289. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
ALTSCHUL, NADIA. 2012. Geographies of Philological Knowledge: Postcoloniality and
the Transatlantic national epic. Chicago: University of Chicago Press.
ÁLVAREZ MARTÍNEZ, MARÍA ÁNGELES. 1997. Rodolfo Lenz: contribución gramatical y
lexicográfica. Historiographia Lingüística 24 (1-2): 197-212.
BACHMANN, IRIS. 2014. Los intercambios científicos en la lingüística: desplazamientos
geográficos e intelectuales. En Sandra Carreras y Katja Carrillo Zeiter (eds.), Las
ciencias en la formación de las naciones americanas, pp. 249-269.
Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert.
BELLO, ANDRÉS. [1842] 2013. Ejercicios populares de lengua castellana. En Andrés
Bello, Gramática de la libertad. Textos sobre lengua y literatura, comps. Iván
Jaksic, Fernando Lolas & Alfredo Matus, pp. 99-101. Santiago: Universidad de
Chile.
________ [1847] 2013. Prólogo de Gramática de la lengua castellana destinada al uso
de los americanos. En Andrés Bello, Gramática de la libertad. Textos sobre
lengua y literatura, comps. Iván Jaksic, Fernando Lolas & Alfredo Matus, pp. 4350. Santiago: Universidad de Chile.
19
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
BERNASCHINA, VICENTE. 2013. Rodolfo Lenz, 150 años en disputa con el imperio de la
Lengua. Universum 28(2): 117-138.
________ 2016. Rodolfo Lenz: hacia una filología crítica americana. En Sergio Ugalde
y Ottmar Ette (eds.), Políticas y estrategias de la crítica: ideología, historia y
actores
de
los
estudios
literarios,
pp.
119-137.
Madrid/Frakfurt:
Iberoamericana/Vervuert.
CÁCERES, VALENTINA, Y DARÍO ROJAS. 2019. Rodolfo Lenz y la reforma ortográfica
chilena: ciencia, tradición y política del lenguaje. Boletín de Filología 54(1): 6593.
CÁCERES, VALENTINA, JOSÉ MIGUEL ORTIZ
Y
DARÍO ROJAS. 2020. El Diccionario
etimológico de Rodolfo Lenz: una aproximación glotopolítica. Boletín de
Filología 55(1): 13-49.
CHÁVEZ, SOLEDAD. 2011. Ideas lingüísticas de Lenz en los paratextos de su Diccionario
etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas:
vigencia y urgencia en el español de Chile. Lenguas Modernas 38: 83-106.
CONCHA FERRECCIO, PABLO. 2019. Trasplantes del espíritu: folclor y lengua nacional en
Rodolfo Lenz. Boletín de Filología 54(1): 119-151
CONTRERAS, LIDIA. 1994. Las ideas ortográficas de Rodolfo Lenz. En Ortografía y
grafémica, pp. 49-60. Madrid: Visor.
COSTA ÁLVAREZ, ARTURO. 1928. Una curiosidad lingüística: el papiamento. La Prensa,
20 de agosto de 1928.
EMETH, OMER [Emilio Vaisse]. 1940. Estudios críticos de literatura chilena. Santiago:
Nascimento.
ENNIS, JUAN ANTONIO. 2012. Rudolf Lenz en la encrucijada criolla. Signo y Seña 22:
181-214.
________ 2016. Rodolfo Lenz: economías de la lengua y políticas de la lingüística.
Boletín de Filología 51(1): 117-145.
________ 2020. Intelectuales alemanes en la América remota: observaciones sobre la
correspondencia entre Rudolf Lenz y Robert Lehmann-Nitsche (1898-1928).
Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana 35: 15-30.
ERRINGTON, JOSEPH. 2008. Linguistics in a colonial world. A story of language,
meaning, and power. Malden: Blackwell.
ESCUDERO, ALFONSO M. 1963. Rodolfo Lenz. Thesaurus 18(2): 445-484.
20
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
FERRECCIO, MARIO. 1979. Presentación. En Rodolfo Lenz, Diccionario etimológico de
voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas. Santiago: Seminario
de Filología Hispánica, Universidad de Chile.
GÓMEZ ASENCIO, JOSÉ J. 2016. Categorías en La oración y sus partes (1920) de
Rodolfo Lenz: Clases. Boletín de Filología 51(1): 147-185.
GÓMEZ ASENCIO, JOSÉ J.
Y
DARÍO ROJAS. 2019. Rodolfo Lenz (1920) frente a la
Gramática de la lengua castellana (1847) de Andrés Bello. RLA. Revista de
Lingüística Teórica y Aplicada 57(1): 105-124.
HELLER, MONICA
Y
BONNIE MCELHINNY. 2017. Language, capitalism, colonialism:
toward a critical history. Toronto: University of Toronto Press.
JAKSIĆ, IVÁN. 2010. Andrés Bello: la pasión por el orden. 2.ª ed. Santiago: Editorial
Universitaria.
JESPERSEN, OTTO. 1922. Language. Its Nature, Development and Origin. London: Allen
& Unwin.
KNAUER, GABRIELE. 1993. Filólogos alemanes en América Latina: Rodolfo Lenz y el
europeísmo cultural en el discurso científico de la lingüística iberoamericana. En
Hans-Otto Dill y Grabriele Knauer (eds.), Diálogo y conflicto de culturas:
Estudios comparativos de procesos transculturales entre Europa y América
Latina, pp. 139-152. Frankfurt: Vervuert.
KNAUER, GABRIELE
Y
MARTIN KALUZA. 1998. Die ‘indigenistische Theorie’ der
Phonetik im chilenischen Spanisch von Rodolfo Lenz: Ein Vorläufer der
modernen Kontaktlinguistik? Philologie im Netz 3: 1-21. http://web.fuberlin.de/phin/phin3/p3t1.htm
LENZ, RODOLFO. [1892-1893] 1940. Estudios chilenos (fonética del castellano de Chile).
El español en Chile. Trabajos de Rodolfo Lenz, Andrés Bello y Rodolfo Oroz, pp.
87-258. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
________ [1893] 1940. Para el conocimiento del español de América. El español en
Chile. Trabajos de Rodolfo Lenz, Andrés Bello y Rodolfo Oroz, pp. 211-258.
Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
________ [1905-1910] 1979. Diccionario etimológico de voces chilenas derivadas de
lenguas indígenas americanas. Edición dirigida por Mario Ferreccio Podestá.
Santiago: Seminario de Filología Hispánica, Universidad de Chile.
________ s.f.. Anexo segundo al Diccionario etimológico. Edición no venal del autor.
21
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
________ 1924. Estudio sobre los indios de Chile. Extracto de Publicaciones del Museo
de Etnología y Antropología de Chile. Tomo IV, 1-2: 147-160. Biblioteca de
Difusión Científica Nº 4, Santiago: Imprenta Cervantes.
MEYER-LÜBKE, WILHELM. 1926. Introducción a la lingüística románica. Versión de la
tercera edición alemana, con notas y adiciones por Américo Castro. Madrid:
Publicaciones de la Revista de Filología Española.
MORA, HÉCTOR, Y RODRIGO VÁSQUEZ. 2018. La ciencia y lo “araucano” como ideas
fuerza: antropología y emergencia del “araucanismo” en Chile. En Héctor Mora y
Mario Samaniego (eds.), El pueblo mapuche en la pluma de los araucanistas. Seis
estudios sobre construcción de la alteridad, pp. 22-87. Santiago: Ocholibros.
MORÉ, BELFORD. 2014. Lengua y poder en la obra gramatical de Andrés Bello.
Caracas: Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.
NYKL, ALOIS R. 1928. Reseña: El Papiamento, la lengua criolla de Curazao: la
gramatica mas sencilla by Rodolfo Lenz. The American Journal of Philology
49(4): 399-401.
OSTHOFF, HERMANN
Y
KARL BRUGMANN. 1878. Morphologische Untersuchungen auf
dem Gebiete der indogermanischen Sprachen. Leipzig: Hirzel.
PAVEZ, JORGE. 2015. La lengua de Chile: Rodolfo Lenz entre chilenos y mapuches. En
Laboratorios etnográficos. Los archivos de la antropología en Chile (1880-1980),
pp. 67-167. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado.
PAYAS, GERTRUDIS. 2015. Tan verídica como patriota: La pugna sobre traducción entre
Rodolfo Lenz y Manuel Manquilef. CUHSO 25(2): 83-114.
PETURSSON, MAGNUS. 1989. Rodolfo Lenz y la Fonética. Actas del Octavo Seminario
de la Investigación y Enseñanza de la Lingüística, pp. 3-11. Universidad de
Santiago de Chile y Sociedad Chilena de Lingüística.
PFÄNDER, STEFAN. 2006. Sprache: Variation und Wandel – Die philologische
Korrespondenz Rufino José Cuervo – August Friedrich Pott 1876. En Gertrud
Bense, Gerhard Meiser y Edeltraud Werner (eds.), August Friedrich Pott.
Beiträge der Halleschen Tagung anlässlich des zweihundertsten Geburtstages von
August Friedrich Pott (1802-1887), pp. 35-49. Frankfurt: Peter Lang.
PFÄNDER, STEFAN
Y JUAN
ENNIS. 2015. Migración sin retorno, pero con devolución:
Rufino José Cuervo, August Friedrich Pott y la muerte del español. En Marco
Thomas Bosshard y Andreas Gelz (eds.), Return Migration in Romance Cultures,
pp. 143-169. Freiburg: Rombach.
22
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
POBLETE, JUAN. 2002. Literatura chilena siglo del XIX: entre públicos lectores y figuras
autorales. Santiago: Cuarto Propio.
RABANALES, AMBROSIO. 2002. Rodolfo Lenz. Onomázein 7: 161-181.
ROJAS, DARÍO. 2010. Estandarización lingüística y pragmática del diccionario: forma y
función de los ‘diccionarios de provincialismos’ chilenos. Boletín de Filología
45(1): 209-233.
________ 2011. Voces usadas en Chile (1900): las cartas de Aníbal Echeverría y Reyes
a Rodolfo Lenz. Onomázein 24: 349-361.
________ 2017. Representaciones del cambio lingüístico en Chile durante el siglo XIX:
‘¿progreso o decadencia?’. Literatura y Lingüística 36: 243-262.
________ 2020. La representación ideológica del contacto castellano-mapudungun en la
lexicografía normativista chilena de fines del XIX. En Manuel Rivas y Victoriano
Gaviño (eds.), Creencias y actitudes ante la lengua en la España y América de los
siglos XVIII y XIX, pp. 385-401. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert.
ROJAS, DARÍO, TANIA AVILÉS Y NATALIA VILLARROEL, en prensa. El orden de la lengua:
la formación de un imaginario sobre el castellano en Chile en su primer siglo de
independencia (1829-1927). En Brandon Rogers y Mauricio Figueroa (eds.),
Lingüística del castellano chileno: estudios sobre variación, innovación, contacto
e identidad. Wilmington: Vernon Press.
ROJAS CARRASCO, GUILLERMO. 1940. Filología chilena. Guía bibliográfica y crítica.
Santiago: Ediciones de la Universidad de Chile.
SALTO, GRACIELA
Y
GLORIA CHICOTE. 2020. Introducción. Intercambios epistolares
entre lingüistas y filólogos en la primera mitad del siglo XX. Revista
Internacional de Lingüística Iberoamericana 35: 7-13.
SÁNCHEZ, GILBERTO. 2013. El Dr. Rodolfo Lenz, primer investigador científico de la
lengua y cultura mapuches. Lenguas Modernas 42(2): 99-113.
SANHUEZA, CARLOS. 2010. Circulación de intelectuales alemanes en Chile y chilenos en
Alemania (fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX). História: Questoes &
Debates 53: 67-84.
SCHUCHARDT, HUGO. 1885. Über die Lautgesetze. Gegen die Junggrammatiker. Berlin:
Oppenheim.
SCHUCHARDT, HUGO. 1892. [Res. de] Wulff, Fredrik, Un chapitre de phonétique avec
transcription d’un texte andalou; Von der Rolle des Akzentes in der Versbildung.
Literaturblatt für germanische und romanische Philologie 13: 235-246 [en línea].
23
Postprint. Por publicarse en Boletín de Filología, 55(2), diciembre de 2020, sección
monográfica “Rodolfo Lenz revisitado” (ed. por Darío Rojas y Juan A. Ennis)
Disponible
en
http://schuchardt.uni-graz.at/id/publication/10
(Consulta
28/05/2020).
SOTO, GUILLERMO. 2016. Rodolfo Lenz y la enseñanza del castellano como idioma
patrio en Chile. Boletín de Filología 51(1): 211-238.
SOUSA, SILVIO MOREIRA DE Y JOHANNES MÜCKE. 2016. Addendum to Networking and
obstacles to the development of the language sciences as reflected in the
correspondence of Rodolfo Lenz and Hugo Schuchardt. History and Philosophy
of the Language Sciences. https://hiphilangsci.net/2016/02/17/networking-andthe-obstacles-to-the-development-of-the-language-sciences/#comment-9881
STUVEN, ANA MARÍA. 2000. La seducción de un orden. Las elites y la construcción de
Chile en las polémicas culturales y políticas del siglo XIX. Santiago: Ediciones de
la Universidad Católica de Chile.
SUBERCASEAUX, BERNARDO. 2011. Historia de las ideas y la cultura en Chile: desde la
Independencia hasta el Bicentenario. Tomo 1, volumen 1: Sociedad y cultura
liberal en el siglo XIX. Santiago: Editorial Universitaria.
TAGLIAVINI, CARLO. 1982. Le origini delle lingue neolatini. Introduzione alla filologia
romanza. Bolonia: Pàtron.
VALDEZ, JUAN. 2015. En busca de la identidad. La obra de Pedro Henríquez Ureña.
Buenos Aires: Katatay Ediciones
VALDEZ, JUAN
Y
hegemónica:
SILKE JANSEN. 2019. Entre la buena voluntad y la compulsión
las
implicaciones
políticas
del
intercambio
filológico
latinoamericano-alemán. Boletín de Filología 54(2): 351-371.
VELLEMAN, BARRY L. 2007. Las ideas lingüísticas y pedagógicas de Eduardo de la
Barra y su polémica con Lenz y Hanssen. Contextos 18: 179-193.
________ 2008. La imagen y los ecos del lingüista profesional: la correspondencia de
Rodolfo Lenz. RLA. Revista de Lingüística Teórica y Aplicada 46(1): 11-28.
ZIMMERMANN, KLAUS. 1995. Aspectos teóricos y metodológicos de la investigación
sobre el contacto de lenguas en Hispanoamérica. Klaus Zimmermann (ed.).
Lenguas en contacto en Hispanoamérica. Nuevos enfoques, pp. 9-34. Frankfurt:
Vervuert.
24