Visitar a Papá Noel

Está situada sobre la línea imaginaria de delimita el Círculo Polar Ártico, en la Laponia Finlandesa, y no por casualidad. Trás la Segunda Guerra Mundial, Rovaniemi quedó completamente arrasada y en una condiciones de vida muy deplorables por lo que fueron de los primeros en beneficiarse de ayudas por parte de la UNRRA, predecesora del actual UNICEF. La Primera Dama Eleanor Roosevelt, viuda de Franklin D. Roosevelt, presidente de los Estados Unidos de 1933 a 1945, era ampliamente conocida como “el alma” de la UNRRA.

La Sra. Roosevelt, una activista de renombre mundial famosa por su humanitarismo, decidió visitar Rovaniemi durante el verano de 1950 para poder supervisar de primera mano el progreso de la reconstrucción de la posguerra. Mientras visitaba la capital de la Laponia finlandesa, la Primera Dama también expresó su deseo de cruzar el Círculo Polar Ártico, un lugar en el que en ese momento solo había naturaleza salvaje donde la carretera la cruzaba.

La Aldea de Papa Noel creció alrededor de ella y se convirtió en el ejemplo de que cuando diferentes naciones se apoyan entre sí en tiempos difíciles, algo hermoso e histórico puede surgir de ello, reuniendo a millones de turistas y seguidores de sus medios de comunicación en todo el mundo cada año con su espíritu navideño de cuento de hadas. En este caso, fue la delegación de turismo de la ciudad de Rovaniemi quien se encargó del mantenimiento y desarrollo de la Cabaña del Círculo Polar Ártico, consiguiendo en 1960, traer a los renos y sus cuidadores, pasando la llamada “línea mágica”. Actualmente la cabaña donde se alojó Eleanor Rooselvet, es conocida como “Rooselvet Cottage”, el primer edificio del pueblo de Papá Noel.