Cuidados de la pata de elefante o Beaucarnea

Cuidados de la pata de elefante

Es una de las plantas de interior ornamentales más singulares y, precisamente por ello, goza de un buen número de fans entre los amantes de las plantas. Llamativa y de origen tropical, los cuidados de la pata de elefante o Beaucarnea no entrañan a priori una gran dificultad si los conocemos a fondo. Una puntualización, esta última, que no podemos pasar por alto si queremos ahorrarnos disgustos. Solo siendo rigurosos con sus exigencias lograremos disfrutar de ella durante muchos años ya que, bien cultivada, es una planta sumamente longeva.

Por su porte escultural, es una de las plantas más valoradas para poner un toque elegante a cualquier interior. Originaria de zonas desérticas de México y Guatemala, en la naturaleza puede llegar a alcanzar unas dimensiones espectaculares que alcanzan los 10 metros de altura. Si bien es cierto que cultivada no tendrá esa envergadura, sí puede llegar a crecer hasta el metro y medio, máximo dos.

Aún con esas dimensiones, la pata de elefante puede ser perfecta tanto para quienes buscan plantas de interior resistentes como si nos planteamos, por ejemplo, cómo elegir las mejores plantas para la oficina. Algo que nos da una idea de lo versátil que es esta planta para cualquier espacio.

5 CUIDADOS DE LA PATA DE ELEFANTE CLAVES PARA SU BIENESTAR

Antes de ver en detalle los cuidados de la pata de elefante, es fundamental saber algo. Por sorprendente que pueda resultar, hablamos de una planta que se engloba entre las crasas y suculentas. Es en su singular tallo, en concreto en la base, donde la pata de elefante guarda sus reservas de agua como buena planta procedente de espacios desérticos que es.

Maceta de pata de elefante o Beaucarnea
Echa un vistazo a la ficha rápida de cuidados de la pata de elefante y consíguela aquí

Lejos de ser una anécdota, saber esto nos da una pista importante en lo que respecta a ella. Si sabemos cómo cuidar las plantas suculentas, podremos sacar adelante a esta belleza tropical sin demasiados contratiempos. Pero no nos confundamos: nada de improvisar. La Beaucarnea tiene unas exigencias muy específicas que debemos seguir a rajatabla.

1. Ubicación en interior, fundamental para ella

Aunque podamos disfrutarla en nuestras latitudes, no podemos olvidar que se trata de una planta tropical. Si bien es cierto que la pata de elefante puede darse en exterior en climas mediterráneos, es mucho más sencillo cultivarla con éxito dentro de casa.

La principal razón para ello es que es una planta amante de las temperaturas cálidas. Por ello, lo ideal es tenerla dentro de casa en espacios entre los 20 y los 25 grados. Importante no someterla nunca a temperaturas inferiores a los 10 grados: comprometeremos su vida.

2. Mucha luz, uno de los cuidados de la pata de elefante vitales

La ubicación en la que tengamos nuestra planta determinará su salud. Necesita estar en espacios sumamente luminosos e, incluso, puede recibir luz directa en los momentos de menos incidencia de los rayos del día.

3. Maceta y sustrato específicos, elemental

Por su porte, la pata de elefante concentra el grueso de su peso y tamaño en su base. Por ello, lo ideal es contar con macetas bajas y anchas. Solo así podrá tender su sistema radicular de raíces cómo necesita.

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Tan importante como el contenedor en el que la cultivemos es elegir correctamente el tipo de sustrato. Para promover el verdor característico de la planta y favorecer el drenaje del agua sobrante de riego, es recomendable optar por un sustrato para plantas verdes.

4. Riego moderado y humedad ambiental, cruciales para su salud

Y llegamos al que es, sin duda, el más importante de los cuidados de la pata de elefante; y el principal motivo por el que muchas de ellas mueren. No solo sus raíces no toleran encharcamientos: añadido, el exceso de agua provocará que el tallo se pudra, enfermando a la planta hasta matarla.

Si sabemos cómo regar las suculentas correctamente, no nos resultará tan extraña la pauta de riego de la Beaucarnea. Con un riego cada tres semanas será suficiente para que nuestra planta esté hidratada. Y sí: vale más quedarse corto que excedernos y pagar las consecuencias.

Por último, es recomendable crear un ambiente húmedo en torno a la planta para hidratar la copa de sus hojas.

5. Abonado regular, clave en época de crecimiento

La pata de elefante es una planta de crecimiento lento, por lo que nunca está de más una pequeña ayuda que favorezca su desarrollo y le aporte nutrientes.

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Para ello, lo ideal es optar por un abono específico para plantas verdes que administraremos de forma regular desde el comienzo de la primavera hasta el final del verano.

6. Trasplante puntual y buen drenaje, algo a considerar

A diferencia de otras plantas, que requieren trasplante regular, en el caso de la pata de elefante solo será necesario en un momento bien definido. Solo cuando veamos que las raíces han colonizado la maceta realizaremos esta tarea. Algo que suele suceder cada, aproximadamente, dos años.

Además de esperar hasta la primavera para llevarlo a cabo, hay un par de aspectos más a considerar. El primero de ellos es que tendremos que realizar una buena capa de drenaje para evitarnos disgustos posteriores. Al margen de esto, es fundamental optar por una maceta ligeramente más grande que la anterior.

7. Retirada de las hojas amarillas, la única poda que demanda

Y llegamos al último de los cuidados de la pata de elefante; y el que, sin duda, menos quebraderos de cabeza supondrá. Por sus características, la Beaucarnea no necesita poda alguna con una salvedad. A medida que crece y que las hojas cumplen su ciclo vegetal, las inferiores van amarilleando. Retirarlas, tirando suavemente de ellas hacia abajo, es fundamental para que la planta no concentre su energía en ellas.

Si opusieran resistencia, lo ideal es cortarlas con una tijera esterilizada y limpia.

Con estas pautas, disfrutarás de tu pata de elefante durante muchos años. Algo que, no nos engañemos, es el sueño de cualquier amante de las plantas.