cirugía oncológica, cirurgia reconstructiva

Esta técnica es más adecuada para personas que han superado los 55-60 años, en las cuales la flacciditat facial no puede resolverse mediante la acción de fillers ni inyecciones de toxina botulínica, y situaciones de dermatocalasia (exceso de piel) en el tercio-medio e inferior de la cara.

Planificación de la cirugía:

Es necesaria una evaluación exhaustiva del paciente para determinar qué vectores o líneas de tensión son necesarios para conseguir borrar las arrugas profundas de la cara. Se realiza una incisión preauricular que es imperceptible una vez cicatrizada y que puede extenderse hacia arriba coronalmente o hacia abajo hacia la zona cervical, en función de las necesidades correctoras del paciente. No solo se realiza un estiramiento y exéresi de la piel excedente sino que también se pliega mediante suturas el tejido conectivo profundo (denominado SMASH) para conseguir resultados más duraderos. Hay que tener cura en la disección subcutánea, sobre todo para respetar las estructuras subyacentes, en especial el nervio facial.

En casos determinados se puede asociar una cicatriz inferiormente al mentón para acabar de ajustar las arrugas y la piel de la zona cervical.

Anestesia y postoperatorio:

Los liftings reducidos  –miniliftings– se pueden realizar con anestesia local, pero lo más habitual es el empleo de anestesia general. La cirugía requiere un día de ingreso hospitalario (excepto si se realiza con anestesia local).

El postoperatorio requiere una semana de reposo, y no se recomienda retomar la actividad diaria hasta pasados 15 días postcirugía. Es muy habitual la inflamación y aparición de moratones (hematomas) que no resuelven hasta pasadas dos o tres semanas de la intervención. En menos de un mes los resultados ya son perfectamente visibles.