Sugerencia de edades
6 meses
Alto contenido de hierro
Sí
Alérgeno común
No
El pollo se puede comenzar a ofrecer tan pronto como el/la bebé esté listo/a para comer sólidos, que generalmente es alrededor de los 6 meses de edad.
Hace miles de años, los humanos domesticaron un ave escuálida que corría salvaje en las junglas del sur de Asia desde tiempos prehistóricos. El ave que hoy conocemos y amamos surgió de esa innovación agrícola. Casi todo el pollo se puede utilizar para cocinar deliciosos platos, desde patés de hígado de pollo ricos en hierro; a caldos repletos de proteínas y colágeno proveniente de la carcasa, las patas y la cabeza; al schmaltz, una sabrosa grasa extraída de la piel.
Sí. El pollo contiene muchos nutrientes que los bebés necesitan para prosperar, incluidas proteínas y grasas, además de colina, hierro, selenio y zinc, así como vitaminas B3, B6 y B12. En conjunto, estos nutrientes apoyan el crecimiento, el desarrollo del cerebro, proveen energía para jugar y explorar, apoyan los glóbulos rojos sanos, la percepción del gusto, la salud inmunológica, la función hormonal, los procesos metabólicos y más.
★ Consejo: El pollo a menudo se asocia con enfermedades bacterianas transmitidas por los alimentos como Salmonella y Campylobacter. Toma las precauciones adecuadas para minimizar este riesgo: mantén el pollo en el refrigerador o congelador y guárdalo separado de los otros productos. Descongela la carne congelada en el refrigerador (nunca en la encimera de la cocina) y cocina el pollo a una temperatura interna de 74 Centígrados (165 grados Fahrenheit) antes de servir. Lávate siempre las manos y limpia bien las superficies que entren en contacto con la carne cruda.
No. El pollo no es un alérgeno alimentario común. Sin embargo, se han reportado casos de alergia a las aves. Se ha reportado que el pollo puede ser un detonador de SEIPA (síndrome de enterocolitis inducido por proteínas alimentarias - también conocido como FPIES), que produce vómitos tardíos con o sin diarrea de 2 a 4 horas después de la ingestión de carne de pollo. Aunque es poco común, ciertas personas con alergia al pescado pueden tener un mayor riesgo de ser sensibles al pollo. Algunas personas con alergia a las plumas y al huevo de aves también resultan positivos en las pruebas de alergia a la carne de pollo. Sin embargo, no suele haber síntomas después de la ingestión de carne bien cocida, ya que la proteína alergénica es sensible al calor. Por lo tanto, no se recomienda hacer pruebas de alergia a la carne de pollo rutinariamente en casos donde existe alergia al huevo.
Como lo harías al ofrecer cualquier alimento nuevo, comienza ofreciendo una pequeña cantidad cuando presentes las primeras dos porciones. Si no hay una reacción adversa, aumenta gradualmente la cantidad en porciones futuras.
Sí. Como todas las carnes y aves, el pollo es un peligro de ahogamiento. Para minimizar el riesgo, evita cortar el pollo en cubos y prepáralo y sírvelo de manera apropiada de acuerdo a la edad de cada niño/a. Además, asegúrate de no cocinar demasiado el pollo, ya que esto hace que se seque y sea más difícil de masticar y gestionar para tragar. Como siempre, asegúrate de crear un ambiente de alimentación seguro y de mantenerte cerca del/a bebé durante las comidas.
Aprende sobre la diferencia entre arcadas y ahogamiento y familiarízate con el protocolo de primeros auxilios en caso de ahogamiento con nuestras guías gratuitas de rescate para bebés y niños pequeños.
Sí, aunque los nuggets de pollo suelen tener un alto contenido de sodio, está bien ofrecerlos de vez en cuando como parte de una dieta variada, siempre y cuando estén modificados para reducir el riesgo de ahogamiento. Para los bebés de 9 meses en adelante, puedes ofrecerles pedacitos pequeños o rodajas finas de nuggets de pollo, siempre y cuando suaves y no demasiado crujientes. Después del primer cumpleaños, puedes intentar servir nuggets de pollo enteros y suaves para practicar cómo morderlos. Si los nuggets de pollo tienen un exterior muy firme y crujiente, considera retirar parte del exterior antes de servirlos o esperar hasta los 18 meses para servirlos, que es cuando la mayoría de los niños pequeños tendrán los molares para manejar texturas más desafiantes.
Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y las sugerencias que ofrecemos sobre cómo cortar o preparar determinados alimentos son generalizaciones para una amplia audiencia.
¡Piensa en grande! Sirve una pierna de pollo entera, pero retira la piel y cualquier cartílago, espinas y grasa sueltos. A los bebés les encanta agarrar y masticar piernas de pollo—y esto es fantástico para las habilidades motoras orales. Es probable que bebé en realidad no consuma mucha carne, pero eso no es problema. Si tu bebé arranca un pedazo de carne demasiado grande, dale tiempo para gestionar el bocado antes de intervenir. Los bebés tienen reflejos innatos que ayudan a empujar la comida hacia adelante y escupirla antes de que entre a la garganta como para causar ahogamiento.
Además de las piernas de pollo, puedes servir pechuga de pollo cortada en tiras largas y planas del tamaño de dos dedos de un adulto presionados. Alternativamente, puedes ofrecer pollo desmenuzado mezclado con un alimento suave que se pueda cucharear, como un puré de verduras. También puedes servir albóndigas o pastel de carne hechos con carne molida de pollo; sólo asegúrate de que la comida esté completamente cocida, lo suficientemente suave como para aplastarla entre el dedo pulgar y el índice, y que el bocado sea más grande que la boca del/a bebé.
Puedes ofrecer el pollo finamente triturado o cortado en tiras finas, u ofrecer carne molida de pollo esparcida sobre verduras, pasta o cualquier otro platillo. O bien, sirve pedactios del tamaño de un bocado de albóndigas de pollo o pastel de carne bien cocidos para que el/la bebé practique cómo recogerlos usando su agarre en pinza en desarrollo. A esta edad, los bebés pueden volverse ambiciosos y comenzar a meterse demasiada comida a la boca a la vez. Si bien es una buena experiencia de aprendizaje, puede ser bastante estresante. ¿Te dan muchos nervios? Desmenuza la carne para minimizar el riesgo.
Ofrécele trozos de pollo pequeños del tamaño de un bocado o deja que el/la niño/niña practique con cubiertos. Para reducir el riesgo de ahogamiento, evita ofrecer trozos de pollo o servir cubos de tamaño perfecto. Cuando sientas que las habilidades de alimentación del niño se han desarrollado, aumenta el tamaño de la comida sirviendo una pierna de pollo entera sin la piel, las espinas y el cartílago o grasa sueltos.
Quitando la piel de una pierna de pollo.
Quitando la piel del hueso de una pierna de pollo asada
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