Cómo regar plantas suculentas
Proporcionar el agua necesaria para el riego de estas especies de plantas no es una tarea fácil. En realidad, esta acción puede determinar el bienestar de estas plantas. El aspecto carnoso de estas plantas ya nos demuestra a simple vista que dentro de ellas son una reserva integral de agua. Son plantas acostumbradas a climas donde la escasez de agua suele predominar, es por este motivo su desarrollo de un mecanismo natural para esos acopios de agua para poder sobrevivir.
Son plantas muy resistentes, donde se defienden bien de los ataques de las plagas, y su cultivo no requiere ninguna dificultad, solo hay que tener la precaución del riego, el exceso de este es la causa principal de la muerte de estas plantas.
Cuando estas plantas son jóvenes, sus raíces tienen poca profundidad, al contacto con el agua, tienden a absorber la máxima cantidad posible, un comportamiento muy lógico pues sus orígenes son de sitios desérticos, sin embargo, está capacidad de retención es un arma de doble filo, ya que, si se encuentran expuestas a demasiada agua, su mecanismo de absorción tratará de almacenarla igualmente, y el exceso de agua comenzará a pudrir sus raíces.
Lo primero que debemos hacer al plantarlas es contar con un buen drenaje, para evitar el sobrante de agua. Otra cuestión muy importante es utilizar un sustrato específico para cactus, de esta manera el bienestar de la planta está garantizado.
Otra cuestión importante es que, si las vamos a cultivar en macetas, estas deben de ser de barro, ya que, transpiran y dejan el sobrante que sude por el tiesto sin pudrir las raíces de la planta.
No debemos de regar las suculentas con un pulverizador de agua, no es útil ni para las hojas ni para los tallos y mucho menos para empapar el sustrato. El mejor modo es una simple regadera o una manguera, algo que simule el agua de lluvia. Debemos de empapar bien el sustrato, así las raíces se podrán hidratar y rellenar sus reservas de agua. Debemos mojar los tallos y las hojas no pasa nada, pero debemos tener en cuenta que no de les acumule el agua en estos.
Una vez regada el siguiente riego es cuando el sustrato esté completamente seco, ya que, esa sequia es positiva, porque comienzan a formarse nuevas raíces más robustas y duraderas en el tiempo. Cuando la pasamos del ciclo de sequía al nuevo riego en ese periodo permitirá a la planta crecer bajo el terreno, por lo tanto, no te preocupes de dejarla unos días con el sustrato seco. No existe una pauta exacta sobre el riego, nuestro consejo es alternar días de sequía con agua. Como pauta podemos seguir los siguientes riegos:
Verano: Un riego a la semana en época de máximo calor.
Invierno: Un riego cada tres semana.
