La lluvia ácida causa daños a la vegetación, biodiversidad y salud humana. Puede producir infecciones pulmonares, problemas respiratorios, enfermedades cardiacas y cáncer. Se forma cuando los óxidos de nitrógeno, dióxido y trióxido de azufre de fuentes como plantas de energía y vehículos reaccionan con la humedad en la atmósfera.