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METAS
“No hables, actúa no digas, demuestra no prometas, cumple”
¿Qué es un propósito?
Los propósitos son “nuestra razón de ser”
Con la palabra propósito generalmente nos referimos al sentido o la intención con que desempeñamos
alguna tarea, es decir, la finalidad con que emprendemos una acción ya sea un trabajo, una investigación,
una rutina nueva o la vida misma.
Propósitos personales
Cuando hablamos de propósitos personales, nos referimos a los planes a futuro que nos trazamos o con
que soñamos, y que generalmente tienen que ver con las personas que deseamos ser, esto es, con una idea
del mejoramiento personal, del compromiso con uno mismo y, a veces, con la autoayuda.
Los propósitos personales son individuales, corresponden a cada uno, ya que dependen del compromiso
con que la persona los asuma.
Tu propósito debe ser el QUÉ voy a hacer con esas herramientas que me ha dado la vida (experiencias,
dones, relaciones, etc.) para impactar a otras personas o al mundo positivamente. Un propósito debe darle
sentido a tu vida y ayudarte a dibujar un mapa que marque una dirección; debe establecer qué vas a hacer y
cómo eso beneficia a los demás. Encontrar un propósito es definir cuál será tu contribución al mundo, tu
aportación de valor. Nuestro paso por la vida no es solo capturar valor, sino que también tenemos el deber de
crearlo. El propósito nos permite cuestionarnos cuál será nuestro legado y por qué seremos recordados.
Luego de haber identificado tu propósito debes establecer un plan de trabajo para lograrlo. Es una manera de
concretar tu deseo de hacer algo mejor. El plan debe comenzar con establecer tus metas personales. Luego
deberás establecer unos objetivos claros, realizables, medibles y con fecha de culminación. Por último,
deberás desarrollar un plan de acción que te permita lograr los objetivos en el tiempo establecido. El éxito
dependerá de la disciplina que tengas ejecutando tu plan personal. Se puede pensar, escribir y planificar
mucho, pero si no haces lo que te propones, no te servirá de nada. Debes tener claro de que tu propósito, las
metas, los objetivos y el plan de acción pueden cambiar con el pasar del tiempo. Lo importante es que
encuentres, desarrolles y ejecutes tu plan de trabajo personal.
Humildad y autoanálisis
El ejercicio de identificar tu propósito personal no es nada fácil. Deberás dedicarle algo de tiempo e ir por un
proceso de autoanálisis o conciencia de sí mismo. Deberás mirarte al espejo, identificar tus fortalezas y
debilidades. Será importante que te aceptes tal como eres, sacarle lo positivo a tus debilidades, fracasos y
ponerlos en función de tu propósito. Este puede ser un proceso difícil, pero luego de superarlo tendrás las
cosas mucho más claras y eso te ayudará a ser más feliz.
METAS
• Debe ser alcanzable. Una meta irreal o inalcanzable deja de serlo, y pasa a ser más bien un
sueño, una fantasía o una imaginación.
• Debe ser observable. Las metas deben formar parte de un sistema actual, es decir, deben poder
medirse contra un punto inicial de la materia. De otro modo no se podría saber cuándo está
cumplida.
• Debe darse en un tiempo finito. Las metas deben poder cumplirse en un margen
de tiempo determinado, no pueden ser eternas.
Tipos de metas
Existen diversos tipos de meta, atendiendo al tiempo que requerirá realizarlas:
• Metas de corto plazo. Aquellas que requieren de un breve período de tiempo para realizarse.
Días, semanas o meses, por ejemplo: aprender a montar bicicleta.
• Metas de mediano plazo. Aquellas que requieren de un esfuerzo sostenido en el tiempo para
cumplirse. Meses o años, por ejemplo: culminar estudios de educación superior
• Metas de largo plazo. Aquellas que necesitan de un gran lapso de tiempo para concretarse. Años
o décadas, por ejemplo: internacionalización de una marca propia o un emprendimiento
individual.