Explorando las emociones de una persona a la que le gustaría pegar un carpetazo y cambiar del todo su vida. (Personal o profesional)

Explorando las emociones de una persona a la que le gustaría pegar un carpetazo y cambiar del todo su vida. (Personal o profesional)

En este recorrido que estoy haciendo por el apasionante mundo de la reinvención personal y profesional a través de mi newsletter, he pensado que puede ser necesario hacer una parada en la estación de las emociones.

¡Qué poca educación emocional hemos recibido y qué difícil nos resulta en ocasiones identificar, reconocer e incluso ponerle el nombre exacto a eso que nos pasa! ¿Verdad?

Y ya no os digo nada cuando estamos atravesando una crisis de esas de las que aquí hemos hablado, existenciales en toda regla.

Antes de empezar a enumerarlas, me gustaría apuntar algo importante con respecto a la naturaleza de esas emociones y es que no hay emociones buenas ni malas.

Todas ellas son importantes si las miramos desde la perspectiva del aprendizaje, si recogemos aquello de lo que nos informan, si las convertimos en nuestras aliadas.

También me gustaría incluir la conocida frase del psiquiatra suizo Carl Gustav Jung que dice “Todo lo que resistes, persiste”.

Y es que, cuando caemos en la negación emocional, al margen de la emoción que sea, si no transitamos por ella desde la aceptación, esa emoción se manifiesta con más intensidad.

Hoy quiero compartir con vosotros una herramienta fantástica que os ayudará a reconocer y nombrar vuestras emociones, y de este modo, al ser más conscientes de ellas, daréis un paso de gigante al conseguir una gestión mucho más efectiva. Es la rueda emocional.

En el núcleo de esta rueda apreciaréis las emociones básicas y universales, y a partir de ellas, otras emociones satélites. Cuanto más capaces seáis de precisar lo que os sucede asignándole la palabra exacta a la emoción, más cerca estaréis de entender para qué está ahí, qué información os aporta y qué os está demandando.

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En el caso del que estamos hablando, una crisis existencial puede traer consigo, no sólo una, sino muchas emociones a la vez.

Comparto contigo las que he experimentado yo y las que suelo detectar en las personas a las que acompaño, pero te invito a que explores las tuyas a partir de esta herramienta, y ya me contarás cuál es el resultado.

-         El miedo es sin lugar a dudas una de las emociones básicas que más aparecen en estos procesos de cambio y transformación.

Su principal función en su versión adaptativa, es la de favorecer nuestra supervivencia, porque nos avisa de que existe un peligro o una amenaza ante la que debemos reaccionar.

Por lo tanto, gracias al miedo, seguimos con vida.

Sin embargo, nuestra mente es creativa y como tal, es capaz de dibujar escenarios futuros que también nos conectan con la emoción del miedo y con todas sus manifestaciones, pudiéndonos provocar estados de ansiedad y nerviosismo.

Miedo al cambio, miedo a equivocarnos, miedo a fracasar, miedo a salir de nuestra zona de confort, miedo al juicio de los demás, miedo a la crítica, miedo a defraudar, etc.

Otras emociones satélites del miedo muy comunes son la inseguridad, la ansiedad, el agobio, el temor, la preocupación, etc.

Otras emociones recurrentes están relacionadas con otras dos emociones básicas: la tristeza y la ira.

-         En el caso de la tristeza, nos informa de una pérdida de una situación, de una persona o de una etapa. Emociones satélites como la pena, la melancolía, incluso cierto sentimiento de culpa y a veces cierto arrepentimiento y victimismo también pueden aflorar.

-         En cuanto a la ira, es también una emoción básica y universal que nos informa de que se está cometiendo algo que interpretamos como injusto y por tanto, se está vulnerando alguno de nuestros valores fundamentales.

Es una emoción muy común en situaciones en las que otros han tomado decisiones por nosotros que nos ponen en el camino del cambio en un momento en el que nosotros no lo habíamos decidido. Véase una ruptura sentimental, un despido, etc.

Enfado, rencor, irritabilidad, frustración, agresividad, resentimiento, ganas de venganza son otras de esas emociones satélites.

¿Cómo lo ves? ¿Te ves reflejado en alguna de estas emociones?

De todos modos, como siempre, ya sabes, yo siempre estaré para ti si lo necesitas #TeEscucho

#ReinvenciónProfesional #Reinventarse #OrientaciónProfesional #CrisisDeLos40 #DesarrolloPersonal


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Mariano Gonzalez Ortin

Docencia en Orton Group Ltd

1 año

esto va hoy de tonterias,no querida?

Pilar Beleña Gasent

Gerente en "Seo Marketing BG". Consultora SEO y Especialista en Finanzas L/P. Posic. Web y Marketing B2B. Ayudo a Consultores a conseguir 100 Clientes Potenciales al mes en 90 días SIN Publicidad de Pago.

2 años

Vaya😅😂😂😍

Ricardo Valls

Smart Learning Manager de Listos & Co | Formación y Consultoría para Empresas

2 años

Y que a más de uno le vendría muy bien utilizar… y es que como está el patio, Mayte! 😉 En fin, mucho por recorrer y mucho por aprender… Gracias por compartir, compi! Feliz Miércoles!

Laura V.

lo único que hay más fuerte que el miedo es la esperanza

2 años

Primera vez que te leo y ha sido muy positiva. Ojalá algún día mis ganas puedan con mi miedo y me atreva a dar ese primer paso.

Lucia Ricarte garcia

técnico farmacia, parafarmacia, homeopatía, fitoterapia & creadora de contenido.

2 años

Pues sí, las emociones lo son todo. Siempre buscando equilibrar la balanza de las emociones, pues es muy frágil. A veces se hace difícil.. Pueden entrar vacíos, subidas, bajadas y verte en un pozo. Gracias por la publicación Mayte Garcia Caneiro.

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