La Acrópolis de Atenas es, sin duda, el gran reclamo de la capital griega. Su historia y su elevado nivel de conservación lo han convertido en uno de los recintos arqueológicos más famosos del mundo.
El periodista de viajes Xavier Moret narraba en uno de sus libros (Grecia, viaje de otoño, 2016) que en Atenas es fácil distinguir a los turistas de los locales, porque los primeros se pasan el día mirando a las alturas en busca del Partenón, mientras que los atenienses han aprendido a vivir bajo la sombra de este magnífico edificio.
Y, aunque cuando hablamos de la Acrópolis lo más seguro es que te venga a la mente la imagen del Partenón, debes saber que este recinto alberga mucho más. A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber para visitar la Acrópolis de Atenas.
Cómo llegar y cómo acceder a la Acrópolis de Atenas
La Acrópolis de Atenas está en pleno corazón de la ciudad. De hecho, es visible desde casi cualquier punto gracias a su estratégica ubicación, sobre una cima que se alza 156 metros sobre el nivel del mar.
Lo que sí que debes tener en cuenta es que hay dos puertas de entrada para acceder al recinto de la Acrópolis de Atenas. A continuación te contamos los detalles de cada una de ellas para que puedas elegir qué acceso prefieres:
- Entrada principal de la Acrópolis de Atenas. Esta entrada está ubicada en el extremo occidental del monumento y es la más cercana al Partenón, justo a los pies de los Propileos. Por este motivo, este acceso es donde se concentran las colas más largas, especialmente a partir de media mañana. La puerta está muy cerca del mirador de la colina del Areópago y las paradas de metro más cercanas, a unos 10 minutos a pie, son Monastiraki o Thissio.
- Entrada junto al Museo de la Acrópolis. La otra entrada que permite acceder a la Acrópolis de Atenas se encuentra justo enfrente del Museo de la Acrópolis, a unos 2 minutos andando de la estación de metro Akropoli. Se la considera una entrada secundaria porque está más alejada del Partenón y, por este motivo, suele haber menos colas. Sin duda, este acceso es nuestro favorito ya que entrando a través de esta entrada vas subiendo la colina pasando por el Teatro de Dioniso y otros restos arqueológicos que muchos visitantes suelen pasar por alto, pero que valen mucho la pena.
NUESTRA RECOMENDACIÓN
Si tienes previsto visitar la Acrópolis de Atenas por libre, nuestra recomendación es que vayas primero al Museo de la Acrópolis, donde podrás hacerte una excelente idea de cómo era este lugar en la antigüedad, y al salir, accedas al recinto por la entrada secundaria, donde suele haber mucha menos gente.
Entradas para la Acrópolis de Atenas
El precio de las entradas varía mucho en función de la época del año en la que se tiene previsto visitar el monumento.
El precio de la entrada de adulto para la Acrópolis de Atenas en temporada alta, del 1 de abril al 31 de octubre, es de 20 €, mientras que durante la temporada baja, del 1 de noviembre al 31 de marzo, se aplica una tarifa reducida de 10 €.
La tarifa reducida es la que se aplica durante todo el año a los mayores de 65 residentes en la UE, acompañantes en visitas escolares y estudiantes de fuera de la UE.
Para estudiantes de la UE, menores de 18 años, periodistas o personas con alguna discapacidad la entrada siempre es gratuita mostrando en taquilla algún tipo de acreditación. En la siguiente página web se pueden consultar todos los condicionantes para beneficiarse de la gratuidad de la entrada. Para obtener la entrada gratuita, es necesario acudir a la taquilla del recinto arqueológico, no hay opción de conseguirla online.
Finalmente, el 6 de marzo, el 18 de abril, 18 de mayo, último fin de semana de septiembre, el 28 de octubre y primer domingo de mes entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo la entrada es gratuita para todos los visitantes.
Esta entrada incluye la visita a todos los edificios que se encuentran dentro del recinto (Propileos, Partenón, Erecteion, Teatro de Dioniso, Odeón de Herodes Ático…), però NO incluye el acceso al Museo de la Acrópolis.
Dónde comprar las entradas para la Acrópolis de Atenas
Las entradas para la Acrópolis de Atenas se pueden comprar en las taquillas oficiales del monumento, al lado de los accesos, pero debes tener en cuenta que en algunos momentos del día, especialmente en temporada alta, las colas pueden ser tremendamente largas (y bajo un sol abrasador).
Mi recomendación es que compres la entrada con antelación de forma online. Hay un pequeño recargo del precio en taquilla, pero sin duda vale la pena pagarlo para evitar las colas.
Existe la posibilidad de comprar la entrada básica de la Acrópolis y también la combinada al precio original a través de la siguiente página web del Ministerio de Cultura griego, pero únicamente está disponible en griego e inglés y no es lo que digamos una web demasiado intuitiva.
Ticket combinado para la Acrópolis y otros yacimientos arqueológicos
Si vas a visitar Atenas durante varios días y tienes intención de acceder a alguno de los otros yacimientos arqueológicos de la ciudad, debes saber que existe un ticket combinado para la Acrópolis y otros 6 sitios arqueológicos que vale mucho la pena, especialmente en temporada alta.
Este ticket combinado tiene un precio de 30 € para adultos (el coste es el mismo durante todo el año). La entrada reducida cuesta 15 € y las condiciones son las mismas que para la entrada general.
El ticket combinado tiene una validez de 5 días desde su primer uso y incluye la visita a la Acrópolis de Atenas, a la Biblioteca de Adriano, al Ágora Antigua y su museo, al Ágora Romana, al Kerameikos y su museo, al Liceo (Lykeion) y al Templo de Zeus Olímpico.
La entrada combinada se puede adquirir en las taquillas de los distintos monumentos (te recomiendo comprarlo en cualquier recinto a excepción de la Acrópolis, para ahorrarte la cola) o bien con antelación de forma online con un pequeño recargo para tenerla disponible justo al llegar a la ciudad y ahorrarte pasar por cualquier taquilla.
En el caso que te interese visitar únicamente la Acrópolis y el Museo de la Acrópolis tienes disponible esta entrada combinada que sólo se vende online.
Todas las opciones disponibles para comprar las entradas para la Acrópolis de Atenas
Limitación de aforo a partir del 4 de septiembre de 2023
A partir del 4 de septiembre de 2023, con el objetivo de evitar las aglomeraciones y reducir el impacto sobre el monumento, sólo se permitirá la entrada a 20.000 visitantes diarios a la Acrópolis de Atenas.
Por este motivo, si no quieres quedarte sin visitarlo, te recomiendo que compres tus entradas online con antelación antes de que se agoten.
Horarios y calendario de apertura de la Acrópolis de Atenas
La Acrópolis de Atenas tiene dos horarios distintos, uno para la temporada alta y otro para invierno, con horario un poco más reducido.
- Horario de verano (del 1 de abril al 31 de octubre): De 8:00h a 20:00h. La última admisión es a las 19:30h.
- Horario de invierno (del 1 de noviembre al 31 de marzo): De 8:00h a 17:00h. La última admisión es a las 16:30h.
La Acrópolis abre todos los días del año a excepción del 1 de enero, el 25 de marzo, el 1 de mayo, el domingo de Pascua, el 25 de diciembre y el 26 de diciembre.
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Cuál es la mejor hora para visitar la Acrópolis de Atenas
La Acrópolis de Atenas es el recinto arqueológico que más visitantes recibe y es habitual que esté bastante masificado de visitantes, especialmente durante la temporada alta. Si quieres visitarlo con cierta tranquilidad (aunque no siempre es posible) te recomiendo intentar acceder al lugar a primera hora de la mañana, justo en el momento de su apertura, o bien a última hora, cuando queden un par de horas para el cierre. Ten en cuenta que necesitarás mínimo una hora y media para recorrer todo el recinto con cierta tranquilidad.
De esta forma podrás evitar a la mayoría de grupos organizados y a los cruceristas que suelen llegar a la Acrópolis a partir de las diez de la mañana y que monopolizan el monumento hasta primera hora de la tarde. Y también evitarás las horas de mayor calor, un factor muy importante a tener en cuenta especialmente en verano, ya que las rincones con sombra brillan por su ausencia.
Qué ver en la Acrópolis de Atenas
El recinto de la Acrópolis es inmenso y hay mucho más que ver en el más allá del famoso Partenón. A continuación, te cuento todo lo que hay que ver en la Acrópolis de Atenas.
Teatro de Dioniso
Si accedes por la puerta que está justo enfrente del Museo de la Acrópolis, lo primero que verás será el Teatro de Dionisio. Se construyó en el siglo IV a. C. y fue el teatro más antiguo e importante de la Grecia Antigua, con capacidad para 17.000 personas. Entre muchas otras, aquí se representaron las grandes tragedias griegas de Sófocles y Eurípides.
Stoa de Eumenes
Siguiendo el ascenso por la colina, a la izquierda del Teatro de Dioniso se puede contemplar la Stoa de Eumenes, un pasadizo porticado que comunicaba el teatro con el Odeón. Su longitud original era de 163 metros y se usaba mayoritariamente como lugar de paso, pero también de reunión.
Odeón de Herodes Ático
El siguiente imprescindible de la Acrópolis de Atenas es el impresionante teatro conocido como el Odeón de Herodes Ático. Precisamente fue este emperador el que ordenó construir este auditorio en el año 161 en honor a su esposa Regilla, que había fallecido el año anterior.
Originalmente tenía capacidad para 5000 personas y estaba cubierto, es decir, era mucho más pequeño que el Teatro de Dionisio, pero gracias a una excelente reconstrucción parece mucho más espectacular. Hoy en día todavía se utiliza de forma habitual para albergar actuaciones musicales, especialmente en verano.
Puerta Beulé, la puerta romana
Esta puerta, que el visitante atraviesa al acceder a la Acrópolis de Atenas desde la entrada principal, antes de llegar a los Propileos, data del 280 a.C, de la época romana. Como curiosidad, lleva el nombre del arqueólogo francés que la descubrió en el siglo XIX. Originalmente estaba unida a los Propileos por una gran escalera de mármol, que solo se ha conservado parcialmente.
Monumento de Agripa
Una vez pasada la Puerta Beulé, en dirección a los Propileos, al lado izquierdo te encontrarás con el Monumento de Agripa. Se trata de un bloque rectangular de mármol, que también data del periodo romano, ya que fue construido en el siglo II a.C. Lleva el nombre de Marcus Agripa, yerno del emperador Augusto.
Los Propileos
Los Propileos son la puerta de entrada a la Acrópolis. Para los que no tenemos demasiada idea de arquitectura griega, no está de más saber que una Propylaea es una puerta de entrada monumental y es lo primero que te encontrarás si accedes a la Acrópolis por la entrada principal: una ancha escalera de mármol rodeada de magníficas columnas. Este acceso fue construido entre el 437 a.C. y el 432 a.C., pero debido al estallido de la guerra del Peloponeso, nunca se terminó.
Templo de Atenea Niké
Junto a los Propileos, a mano derecha, se encuentra un pequeño templo dedicado a la diosa Atenea Niké, protectora de Atenas. Aunque el visitante no puede acercarse demasiado a él, es una de las pequeñas joyas de la Acrópolis, ya que es el templo mejor conservado. Fue construido por el prestigioso arquitecto griego Calícrates, entre el 432 a. C. y el 421 a. C., justó después del Partenón, para conmemorar la victoria de los griegos sobre los persas.
El Partenón
Una vez cruzados los Propileos, te encontrarás de frente con el mayor símbolo del país y de la Grecia Antigua: el Partenón. Este templo fue construido entre los años 447 y 438 aC, durante el apogeo de la ciudad y, como no podía ser de otra forma, estaba dedicado a la diosa Atenea. Ahora bien, a lo largo de la historia ha tenido funciones muy diversas que acabaron desembocando en su destrucción parcial. Hace décadas que las grúas y los andamios rodean el Partenón, pero es que los trabajos de restauración nunca terminan.
Aunque su conservación no sea íntegra, cuando uno está ante tal edificio, es difícil no maravillarse con el trabajo que hicieron los arquitectos Ictino y Calícrates. El Partenón estaba rodeado de frisos con representaciones mitológicas e históricas. Por suerte, casi la totalidad de estas esculturas se conservan repartidas entre el Museo de la Acrópolis y el British Museum (el motivo por el cual la mayoría están en Londres daría para un extenso debate…).
El Erecteion y el pórtico de las Cariátides
Aunque es menos conocido y bastante más pequeño, el Erecteion es uno de mis templos favoritos de la Acrópolis de Atenas. El motive? Las Cariátides.
El templo del rey Erecteo, consagrado a Atenea y Poseidón, se terminó en el 406 a.C y su elemento más destacado es el Pórtico de las Cariátides, seis columnas esculpidas con figuras femeninas, que representan esclavas de Karys.
Las Cariátides que se pueden ver en la Acrópolis son réplicas, ya que cinco de las originales están en el Museo de la Acrópolis y la sexta en el British Museum de Londres.
Templo antiguo de Athena Polias
El Templo Antiguo de Atenea fue construido a principios del siglo VI a. C. y aunque fue destruido por completo por los persas en el 480 a.C, los restos de sus cimientos pueden verse entre el Partenón y el Erecteion.
Museo de la Acrópolis, ¿vale la pena?
El Museo de la Acrópolis está ubicado junto a la entrada secundaria, a los pies de la colina donde se alza el recinto arqueológico. Aunque no forma parte del complejo, considero que la visita a este museo es uno de los imprescindibles que no hay que perderse si se visita la ciudad de Atenas.
Este espectacular edificio de acero y cristal, inaugurado en 2009, alberga algunas de las piezas más valiosas que se encontraron en la Acrópolis. ¡Hay más de 4.000!
Estructurado en tres plantas, su mayor reclamo son las cinco de las Cariátides originales del Erecteion y las réplicas de los frisos. De hecho, lo más espectacular es la última planta del edificio que tiene las mismas dimensiones que el Partenón y los frisos están expuestos tal cual lo estaban en el edificio original, que puede contemplarse desde los enormes ventanales.
El Museo de la Acrópolis abre diariamente, aunque su horario es bastante variable en función de la época del año. Lo mejor es consultarlo en la web oficial. Para evitar las esperas, lo mejor es comprar con antelación la entrada al Museo de la Acrópolis sin colas.
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