Los alimentos adecuados pueden marcar una diferencia en el día del niño. Una buena nutrición no solo ayuda a que el cuerpo crezca fuerte, sino que también puede ayudar a los niños a concentrarse e, incluso, a mejorar su conducta.
“Una nutrición adecuada proporciona al cerebro y al cuerpo de los niños el combustible que necesitan”, dice Marjorie Craven, RDN, LD, nutricionista clínica de Children's Health℠. “El cerebro es complejo. Dirige todas las funciones del cuerpo; y en los niños, debe realizar todos esos procesos y dar apoyo al crecimiento al mismo tiempo. Una base de hábitos saludables es fundamental para ayudar a los niños a desempeñarse lo mejor posible en la escuela y en casa”.
Los mejores alimentos para el cerebro de su hijo
Los niños necesitan comer una variedad de alimentos en cada comida para tener una nutrición cerebral óptima. Si busca alimentos que impulsen el cerebro, anime al niño a seguir una dieta equilibrada, que incluya:
- Frutas y vegetales
- Granos integrales, como pan integral, arroz integral o pasta integral
- Proteínas magras como aves, carne de res, mariscos, pescado, huevos o frutos secos
- Productos lácteos descremados
Esta combinación de alimentos proporciona vitaminas y minerales, energía de carbohidratos, proteínas, grasas y otros nutrientes importantes para mantener la salud total del niño. Algunos nutrientes, como los ácidos grasos omega 3, también pueden ayudar a aumentar el poder del cerebro. Algunos ejemplos de alimentos ricos en omega 3 son el salmón, las nueces y la soja.
Cuando falta alguno de los grupos de alimentos, los niños se pierden vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas y grasas esenciales que necesitan para el crecimiento y el desarrollo.
“Piense en cada uno de estos componentes como en componentes básicos de una torre”, explica Craven. “Si falta un bloque, la torre no es tan alta como podría ser. Cuando se retira un bloque, la torre puede tambalearse y caer por la inestabilidad”.
Además, tenga en cuenta la cantidad de alimentos que se consumen para “darse un gusto”, como galletas, papas fritas, caramelos, pasteles y otros.
“Comemos estos alimentos para darnos un gusto, y debemos hacerlo con moderación”, dice Craven. “A menudo, estos alimentos reemplazan a los alimentos esenciales. Intente limitar la frecuencia de los gustos que se da su hijo a dos veces por semana como máximo”.
Hidratación y función cerebral
Un alimento clave más para el cerebro de su hijo no es en realidad un alimento. Es el agua.
“El agua es esencial”, dice Craven. “No solo hidrata el cuerpo, sino que permite que el cerebro funcione mejor”.
Muchos niños no reciben la cantidad recomendada de agua por día, lo que puede causar deshidratación y dificultades para recordar lo que aprendieron. Aliente al niño a beber mucha agua durante todo el día para mejorar la función cerebral y la salud general. Consulte la ingesta de agua recomendada para niños y vea consejos para que estos beban más agua.
Cómo comer para el desarrollo cerebral
A la hora de proporcionar a los niños los cimientos para el éxito de su salud cerebral, la coherencia es clave. Si bien los alimentos adecuados son importantes, es igual de importante ayudar al niño a ser consistente con el horario de las comidas durante todo el día y a evitar sentir hambre.
“Los niños necesitan tres comidas al día, y entre uno y tres refrigerios”, explica Craven. “Si se distribuyen estas comidas a lo largo del tiempo que el niño está despierto, debería comer aproximadamente cada tres horas”.
Los padres deben asegurarse de que el niño desayune todos los días, ya sea en casa o en la escuela. Además, enviar un refrigerio a la escuela puede ayudar a los niños a llegar a la hora del almuerzo sin la distracción del hambre. Cuando el niño llegue a su casa, tenga un refrigerio saludable listo, como yogur bajo en grasa y frutas o verduras cortadas.
Llevar una dieta equilibrada es importante para la salud del cerebro del niño durante todo el año, y especialmente durante la época de exámenes. Cuando esté estudiando para un examen, empiece a prepararse lo antes posible. Ayude a su hijo ofreciéndole comidas y refrigerios equilibrados y fomentando una hidratación adecuada y hábitos de sueño saludables. Esto fomenta el aprendizaje y la retención del material del examen.
En general, Craven dice que es importante planificar con anticipación una buena nutrición y convertirla en una prioridad para la familia.
“Los niños confían en que sus padres les darán un buen ejemplo”, dice Craven. “Coma con sus hijos para dar un ejemplo de conductas alimentarias saludables y diviértanse pasando ese tiempo juntos”.
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