El tigre y otros grandes felinos como mascota
Lo que debes saber antes de comprar un tigre
El tigre (Panthera tigris) se ha convertido desde hace tiempo en objeto de búsqueda y deseo por parte de infinidad de coleccionistas y particulares, cada vez es más utilizado como reclamo en redes sociales. Sin embargo, a pesar de su majestuosidad, y por encantador y juguetón que un tigre bebé pueda parecer, debemos recordar que los tigres son animales salvajes y no son gatos domésticos. Se trata de animales que en su edad adulta midenentre dos y tres metros de largo, pesan entre 150 y 300 kg y son excelentes cazadores.
Ya no parece una buena opción tener un tigre o un gran felino como mascota, ¿verdad?
El tigre es el animal más grande de la familia de los felinos y destaca por su fuerza y potencia. Se encuentra en peligro de extinción. Vive en grandes territorios de 30km2 (hembras) y 70 km2 (machos) de media, donde el territorio del macho se superpone al de varias hembras. Se mueven más de 10 km al día y son más activos en el alba y en el ocaso. Es irreal pensar que se puede tener un tigre como mascota, pues sigue siendo un animal salvaje, voraz depredador, con potentes garras retráctiles y largos colmillos preparados para cazar y descuartizar grandes presas. Son bonitos, pero muy peligrosos. Si te gustan estos animales, la mejor forma de cuidarlos es ayudando en la conservación de su hábitat, no obligándoles a vivir una vida en cautiverio.
¿Se puede tener un tigre como mascota en España?
Los tigres son depredadores salvajes y no han experimentado un proceso de domesticación. Es decir, aunque sean criados en cautividad tienen la misma estructura genética que sus homólogos en estado salvaje y conservan sus mismos impulsos y necesidades de comportamientos naturales. Mantener un tigre en un entorno doméstico aumenta significativamente el riesgo de ataques a personas, incluyendo a los propios dueños, y es cruel para el animal. La interacción con estos animales resulta impredecible y peligrosa, incluso si se crían en cautividad.
Además, comprar tigres u otros grandes felinos como animales de compañía fomenta el mercado ilegal y perjudica los esfuerzos de conservación de estas especies en peligro de extinción, contribuyendo al tráfico ilegal de mamíferos exóticos, amenazando la supervivencia de estos ejemplares y poniendo en riesgo a otros animales y personas del entorno donde se vayan a criar estos felinos. No debemos olvidar que los tigres y los grandes felinos son animales potencialmente peligrosos que pueden matar a otros animales o incluso a personas en cuestión de segundos.
Afortunadamente en España, con la reciente entrada en vigor de la ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, ya no se pueden mantener, criar o comercializar tigres como animales de compañía. Sorprende que previo a la entrada en vigor de la ley, si se cumplían una serie de requisitos administrativos, era posible su tenencia en la mayoría de las Comunidades Autónomas de nuestro país.
La ley establece que hasta la aprobación y publicación del Listado Positivo de mamíferos queda prohibida la tenencia como animales de compañía de los mamíferos silvestres que en estado adulto superen los 5 kg.
Tener un tigre como mascota no es una elección sensata o recomendable, ¡todo lo contrario! La mejor manera de contribuir al bienestar de estas especies es respetar sus necesidades como animales salvajes y preservarlos en su hábitat natural.
¿Cuál es el precio de un tigre?
Según el último estudio realizado en Google entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, son más de 700 las búsquedas mensuales sobre términos relacionados con la compra de tigres y grandes felinos en España (“comprar tigre”, “tigre precio”, “comprar león”, “comprar pantera” o “comprar leopardo”, entre otros). Esto demuestra que a día de hoy sigue habiendo un interés en adquirir estos animales exóticos como animales de compañía.
Sin embargo, desde AAP, a lo largo de los más de 50 años que llevamos rescatando mamíferos exóticos como primates, tigres y leones, hemos sido testigos de numerosos casos de personas que, después de adquirir un tigre cachorro y/o otros grandes felinos como animales de compañía, se han puesto en contacto con nosotros en busca de ayuda para deshacerse del animal al haber subestimado la peligrosidad de estos felinos, así como los requisitos necesarios para su bienestar, imposibles de satisfacer en un entorno doméstico, y los elevadísimos costes de alimentación y atención veterinaria necesarios para su cuidado.
Es crucial entender que, por muy buenas que sean nuestras intenciones, nunca vamos a poder ofrecer a estos animales la posibilidad de satisfacer sus necesidades más básicas y, por tanto, una vida digna.
¿Es peligroso tener un tigre, un leopardo o una pantera de mascota?
Extremadamente peligroso. Su tamaño, instinto cazador, fuerza, territorialidad y capacidades físicas convierten a los tigres (y otros felinos exóticos) en animales potencialmente muy peligrosos, que además sufrirán multitud de problemas psicológicos y físicos por el solo hecho de criarlos en un entorno doméstico. Es fundamental respetar y comprender la naturaleza de estos felinos. La mejor forma de garantizar su bienestar y asegurar tanto su seguridad como la nuestra, es que vivan en su hábitat.
Mantener en cautividad a un tigre implica necesariamente desafíos logísticos y desembolsos económicos considerables. Estos animales requerirán de enormes espacios donde moverse, una dieta específica y atención veterinaria especializada. Muchas personas minimizan el grado de peligrosidad de los tigres y otros grandes felinos, además de subestimar la complejidad y los gastos asociados cuando son mantenidos en cautividad. Todo ello resulta en condiciones de vida inadecuadas para estos animales, que en la mayoría de los casos deriva en un grave deterioro de la salud de los animales y, con frecuencia, en la necesidad de reubicarlos en lugares especializados, como centros de rescate o zoológicos, los cuales siguen sin ser el lugar donde estos animales deberían haber pasado su vida. Deberían estar en libertad en su hábitat natural.
Características del tigre
Su masa muscular y su fuerza física los convierten en depredadores formidables capaces de derribar presas de considerable tamaño. Las hembras adultas pueden llegar a pesar 150 kg, mientras que los machos pueden alcanzar casi los 300 kg. Su longitud oscila entre los 150 y los 330 cm.
Cuentan con un gran instinto cazador; los tigres son depredadores por naturaleza y están biológicamente diseñados para la caza de acecho y emboscada. Este instinto cazador se mantiene intacto en tigres que han sido criados en cautividad, por lo que criar un tigre o un gran felino en un hogar no lo exime de comportamientos agresivos instintivos. Los tigres son muy ágiles y pueden moverse rápidamente, lo que les permite atrapar a sus presas con sorprendente eficacia. Esta rapidez también puede traducirse en respuestas agresivas en situaciones de estrés o amenaza.
Además, son animales territoriales y en cualquier momento pueden volverse agresivos para proteger su territorio, pudiendo dirigir su agresividad a cualquier persona, incluyendo a aquellas con las que conviva, ya que, insistimos, no se trata de una especie domesticada.
Qué comen los tigres
Los tigres, como el resto de felinos, son carnívoros estrictos y necesitan comer sus presas completas. En libertad, los tigres se alimentan de una gran variedad de animales, pero sus presas más frecuentes son jabalíes, ciervos, búfalos de agua y alces. También hay constancia de caza de osos. Si son capaces de derribar especies de este tamaño, ¿te imaginas lo que puede hacer con un humano? Sólo la alimentación adecuada de un gran felino implica un gasto mensual cercano a los 500€, sin contar otros gastos adicionales.
Comportamiento de los tigres
Tras aproximadamente tres meses y medio de embarazo, las hembras dan a luz entre una y siete crías. Los tigres recién nacidos nacen con los ojos cerrados y son totalmente dependientes de la madre. Se alimentan exclusivamente de la leche materna durante los primeros dos meses de vida y después empiezan a complementar con algo de alimento sólido.
A partir de los tres meses comienzan a moverse y explorar, y a los cinco o seis meses, coincidiendo con el destete, se unen a la madre en sus incursiones de caza, ya que aún son incapaces de cazar por sí mismos. Los caninos definitivos aparecen entre los 12 y los 18 meses de vida, y marca el momento en que pueden comenzar a cazar solos, aunque todavía han de refinar sus técnicas de caza y aprender a matar de forma eficiente. Entre los 18 y 20 meses los tigres son independientes de su madre, pero todavía permanecen en el territorio de ella. La separación y dispersión de los jóvenes tigres se produce finalmente entre los 24 y 36 meses de vida, cuando partirán en busca de su propio territorio.
Aunque tener un tigre pueda parecer emocionante, la biología y etología de estos felinos nos muestra que son depredadores salvajes con necesidades específicas imposibles de satisfacer en un entorno doméstico.
El tamaño y la fuerza de un tigre adulto representan un peligro constante para las personas, incluso aquellos que han sido criados en cautividad. Aunque algunos individuos pueden parecer dóciles durante las primeras etapas de su vida, su instinto depredador surgirá en cualquier momento, poniendo en peligro a quienes los rodean. Además, ya que la especie no ha sufrido un proceso de domesticación, sus comportamientos naturales como la marca de territorio y las agresiones en situaciones estresantes, no desaparecen, aunque hayan sido criados en cautividad.
Un tigre como animal de compañía no sólo plantea riesgos físicos para los seres humanos, sino que también tiene consecuencias negativas para el bienestar físico y psicológico del propio animal.
Otras preguntas sobre grandes felinos como mascota
¿Es posible tener un león como mascota en España?
El león (Panthera leo) se conoce comúnmente como el rey de la selva. Son majestuosos y elegantes, pero como animales salvajes que son, mantienen sus instintos naturales y pueden resultar extremadamente peligrosos, incluso aunque hayan nacido en cautividad.
Los leones son grandes cazadores por naturaleza y su comportamiento es impredecible, una mala combinación si pretendes tener uno en un entorno doméstico.
Al igual que ocurre con el tigre, la entrada en vigor de la ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales ha hecho que ya no se pueda mantener, criar o comercializar leones para la tenencia particular como animal de compañía.
De momento y hasta la aprobación y publicación del Listado Positivo de mamíferos, la ley prohíbe la tenencia como animales de compañía de los mamíferos silvestres que en estado adulto superen los 5 kg
Qué hay que saber antes de comprar un león
Tener un león como mascota no es adecuado, ya que como animales salvajes que son, sufren multitud de problemas físicos y psicológicos cuando son mantenidos como animales de compañía. Al ser animales salvajes, no domesticados, aunque sean criados en cautividad tienen la misma estructura genética que sus homólogos en estado salvaje y conservan sus mismos impulsos, instintos y necesidades de comportamientos naturales, lo que les hace potencialmente peligrosos y totalmente inadecuados como animales para vivir en un entorno doméstico.
Aparte de los riesgos de seguridad, sacar a un león de su hábitat natural es cruel. Estos animales necesitan grandes espacios para correr y cazar, que superan los 100 km2 recorriendo cada noche más de 15 km de media en busca de sus presas. A diferencia de otras especies de grandes felinos, los leones son animales sociales que viven en manadas que pueden estar compuestas por hasta 39 miembros, aunque la media ronda los 6-8 individuos adultos. Las hembras, que están emparentadas, permanecen en la manada y los machos son los que entran y salen de ella, asegurando la variabilidad genética. La vida en cautiverio limita todo su desarrollo y necesidades sociales, afectando negativamente su desarrollo y bienestar físico y psicológico.
¿Se puede comprar una pantera como animal de compañía en España?
Lo primero que hay que saber es que las panteras no son una especie animal, sino el nombre que hemos dado a los leopardos (Panthera pardus) o Jaguares (Panthera onca) cuando nacen con el pelaje negro. Son animales melánicos, con un exceso de melanina en su piel. Por su excepcionalidad y elegancia se consideran uno de los animales más majestuosos del reino animal.
Su lugar está en el medio natural, en su hábitat, donde dispone de amplios espacios para correr, presas para cazar, árboles donde trepar y afilar sus garras, y donde puede expresar todos sus comportamientos e instintos naturales, imposibles de eliminar por mucho que intentemos que se adapten a un entorno doméstico. Son cazadores letales, animales salvajes por naturaleza y por ello se trata de animales potencialmente muy peligrosos.
Al igual que ocurre con el resto de grandes felinos, actualmente no es posible mantener, criar o comercializar una pantera en España, ya sea leopardo o jaguar, gracias a la entrada en vigor de la ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales. Sin embargo, la adquisición de mamíferos exóticos sigue contribuyendo a una red ilegal de tráfico de animales, sin consideración por la conservación de estas y otras especies amenazadas.
Qué hay que saber antes de tener una pantera negra como mascota
Las panteras negras pueden pesar entre 50 y 120 kilos, dependiendo de si es un leopardo (más ligero) o jaguar (más pesado), macho o hembra. Y alcanzan una longitud de 150 cm de media, sin contar la cola. Son felinos muy sigilosos, lo que supone una gran ventaja a la hora de cazar. Su alimentación es muy variada, incluyendo presas de gran tamaño como grandes ungulados. Es un animal oportunista y cazará a cualquier presa que se le presente. Sus poderosas mandíbulas y robustos caninos les permiten matar presas que pesan tres o cuatro veces más que su propio peso. Sus colmillos son lo suficientemente duros como para penetrar el caparazón de tortugas o la dura piel de los cocodrilos, en el caso de los jaguares.
Podemos encontrar panteras negras allí donde se encuentran las poblaciones naturales de leopardos o jaguares, ya que no dejan de ser individuos de estas especies que nacen negros. Los leopardos se pueden encontrar en África, Asia central e India y los jaguares en centro y sur América. Los hábitats donde se encuentran también son diferentes. Los jaguares están más ligados al agua y los bosques: viven en gran variedad de áreas forestales, incluyendo bosques húmedos tropicales en tierras bajas, bosques a lo largo de ríos y cursos de agua, sabanas boscosas inundadas estacionalmente, manglares, bosques húmedos premontañosos, bosques semicaducifolios y bosques húmedos montanos y nubosos hasta aproximadamente 2000 m. Los leopardos, por su parte, son capaces de vivir en casi todos los tipos de hábitat, desde zonas desérticas (si hay cursos de río que las crucen) y semi desérticas, a zonas áridas, dunas, zonas boscosas y de sabana, zonas pantanosas y en zonas de vegetación densa.
Las panteras, ya sean leopardos o jaguares melánicos, son animales salvajes potencialmente peligrosas y no están adaptadas a vivir en un entorno doméstico. La mejor forma de apreciar su belleza es respetando y cuidando su entorno natural.
¿Es legal comprar un leopardo en España?
Los leopardos (Panthera pardus) son animales elegantes y hermosos, pero a la vez peligrosos. De la misma manera que con los leones, panteras y tigres, actualmente es ilegal tener un leopardo como animal de compañía, pues no es la mejor idea. Estos bellos animales exóticos son depredadores y cazadores salvajes, y no grandes gatos domésticos como muchas personas han llegado a pensar.
También es importante recordar que el coste de tener un animal exótico va mucho más allá que su precio de compra. Su mantenimiento implica grandes desembolsos de cientos o incluso miles de euros, dependiendo del caso.
Estos felinos son impredecibles y, aun habiendo nacido en cautividad, mantienen sus institutos naturales. Si nos preocupa el bienestar de estos animales, la mejor forma de cuidarlos y respetarlos es dejándolos libres en su hábitat natural.
Características del leopardo como mascota
Los leopardos se caracterizan por su pelaje manchado en rosetas, que, a diferencia de los jaguares, no presentan una mancha negra en el centro. Su estructura ósea es fuerte, rondan entre los 21 y los 71 kilos, y su longitud está entre los 92 y los 190 cm. Siendo los machos más grandes y pesados que las hembras. Como puedes ver, no tiene nada que ver con un gato doméstico.
Son nocturnos, evitando así la competencia con otros grandes carnívoros en su área de distribución. Gracias a sus fuertes extremidades, son capaces de saltar 3 metros de altura y 6 metros de longitud. Viajan una media de 14 km cada noche, aunque se han estudiado animales que llegan a recorrer más de 30 km. El territorio por el que se mueven varía en función de la disponibilidad de presas, habiéndose encontrado animales con territorios de más de 400 km2 en zonas desérticas, aunque suele rondar los 40 km2. Es un animal muy enérgico que necesita grandes espacios para moverse, por lo que una vivienda no cumple los requisitos para que estos animales puedan vivir.
Los fuertes instintos de este felino permiten su supervivencia y, aunque se haya criado como una mascota, su naturaleza depredadora se puede activar en cualquier momento, suponiendo un grave peligro para sus cuidadores y toda persona o animal a su alcance.
Los leopardos son carnívoros generalistas, capaces de sobrevivir a base de gran variedad de presas de diferente tamaño. Aunque suelen cazar mamíferos entre los 5 y 45 Kg de peso, pueden llegar a matar animales que dupliquen o tripliquen su peso.
Qué dice la ley de bienestar animal
La ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, de ámbito estatal en España, incluye la regulación de la tenencia de animales exóticos como animales de compañía a través de Listados Positivos: un listado de los diferentes grupos de animales (mamíferos, aves, reptiles, anfibios) que recoge qué especies son adecuadas para ser mantenidas como animales de compañía atendiendo a criterios de bienestar animal, seguridad, sanidad, protección del medio ambiente y biodiversidad.
El objetivo es promover una tenencia responsable de animales de compañía que reduzca los graves riesgos para la seguridad y salud de las personas, y para el medio ambiente y la conservación, que la tenencia de animales exóticos conlleva. Una tenencia responsable que además debe pasar necesariamente por limitarla a las especies de animales cuyo bienestar no se vaya a ver socavado por tener que vivir en cautividad en un entorno doméstico.
Por un lado, los animales que terminan en las redes de comercio internacional de animales han sido en muchos casos capturados del medio natural. Por otro, son muchos los casos en que los animales exóticos escapan o son liberados y pueden convertirse en especies invasoras. Hay también consecuencias sanitarias ya que pueden ser fuentes potenciales de transmisión de enfermedades zoonóticas, o de seguridad, debido en muchos casos a su naturaleza depredadora, agresiva o venenosa.
Mientras se desarrolla y aprueba el Listado Positivo de mamíferos (en este caso), la ley acuerda una disposición transitoria por la que se prohíbe la tenencia como animales de compañía de los mamíferos silvestres que en estado adulto superen los 5 kg. y se prohíbe la tenencia de todos los primates.
El Listado Positivo será desarrollado por un Comité Científico para el que se dispone de 24 meses para su constitución tras la entrada en vigor de la ley. Una vez creado, el comité dispondrá de 12 meses para la elaboración del Listado Positivo de mamíferos, y de 30 meses más para los demás Listados (aves, reptiles, anfibios, peces e invertebrados). Esperamos que, todos los felinos exóticos estén incluidos y queden definitivamente fuera del negocio del mascotismo, libres de penosas vidas en constante privación de sus necesidades básicas.
NUESTRAS CAUSAS
La UE es uno de los mayores mercados de animales de compañía exóticos.
Con frecuencia los animales son sacados del la naturaleza y traficados ilegalmente.
Luchamos por conseguir la prohibición del uso de animales salvajes en circos.
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Este proyecto de AAP cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
