Poseer un vehículo automotriz no sólo significa que tendremos independencia de movimiento o que podremos dirigirnos a donde queramos, también, implica una responsabilidad. Primero, el automóvil es una máquina de varios cientos de kilos que puede viajar a grandes velocidades. Así, este bólido puede causar graves problemas si sufre algún accidente. Por eso, es muy importante que tengamos nuestro auto en óptimas condiciones para evitar cualquier percance.
En este sentido, es fundamental revisar de forma periódica que los sistemas de nuestro coche funcionen bien: el sistema de frenos, el sistema de tracción, el sistema de dirección, el motor, la transmisión, etcétera, son elementos que se desgastan y, en consecuencia, con el tiempo, pueden fallar.
Por supuesto, los amortiguadores también con el tiempo ven comprometido su funcionamiento, incluso, son el componente que, por la función que desempeñan, se desgasta más rápido que otros elementos del automóvil. Por tal motivo, en esta nota, te hablaremos de cómo identificar cuáles amortiguadores son de calidad, para que, si tienes la necesidad de cambiarlos, puedas adquirir los que más le convienen a tu vehículo y a tu seguridad.
¿Cómo funcionan los amortiguadores?
Los amortiguadores son sólo un elemento más del sistema de suspensión. Controlan los resortes del sistema de suspensión al momento en que éstos se contraen y se expanden, para que el auto no rebote de forma descontrolada. A los amortiguadores actuales se les denomina amortiguadores telescópicos, que consisten en un cilindro que en su interior posee otro cilindro.
De esta forma, estos elementos ayudan a que las llantas tengan mayor adhesión al camino; gracias a ellos el terreno puede resultar más suave y confortable, pues evitan que haya movimientos bruscos en el interior del vehículo. Así mismo, ayudan a transitar las curvas con mayor seguridad, pues impiden oscilaciones y vibraciones, además de absorber impactos.
Podríamos pensar que su función preponderante es soportar el peso del auto, sin embargo, se usan, sobre todo, para controlar la forma en la que se mueven los muelles y el resto del sistema de suspensión. Esto es así porque transforman la energía cinética en energía térmica que se disipa mediante el fluido hidráulico. Están compuestos de bombas de aceite, pistón y tubo de presión con líquido hidráulico.
¿De qué tipos existen?
Existen varios tipos de amortiguadores: hidráulicos, neumáticos, reológico, magnético, de caídas o niveladores de carga, de gas o de nitrógeno. No obstante, los más comunes son los hidráulicos de gas o de aceite. En el segundo caso, el aceite ayuda a que el pistón, que está dentro del amortiguador, se mueva de forma fluida. Este líquido se mueve a través de válvulas para que entre por distintas cámaras según el movimiento que tenga el vástago.
El otro tipo de amortiguadores usan gas hidrógeno. El gas ayuda a que el aceite regrese a través de las cámaras de forma más rápida y evita que se formen burbujas para hacer más eficaz su funcionamiento. Esto ayuda a que el agarre de las llantas al piso sea más eficiente en situaciones extremas al momento de conducir: movimientos bruscos, curvas complicadas, terrenos pedregosos, entre otros.
¿Cómo identifica que son de mala calidad?
Como ya mencionamos en la introducción es fundamental que los amortiguadores sean de buena calidad, ya que estos son una parte fundamental del vehículo. No sólo para asegurar un viaje cómodo, sino también porque son parte de la seguridad del auto (pertenecen al sistema de suspensión que, a su vez, es parte del denominado “Triángulo de seguridad”).
Si ya compraste este elemento de tu coche y quieres saber si son de buena calidad, puedes verificar qué tan buena resulta la conducción con ellos. Si ésta se presenta complicada, esa es una primera “bandera roja”. Otra forma de saberlo es si las llantas se desgastan de forma irregular respecto de las otras. Esto es así, porque cuando un amortiguador no funciona bien, la adherencia al terreno es deficiente.
Aunado a lo anterior, te puedes dar cuenta que los amortiguadores son de mala calidad si observas que el coche está desnivelado; asimismo, otra forma de identificarlo es si el auto rebota de forma excesiva; las curvas son difíciles de tomar, pues el auto se va de lado; el eje trasero está hundido; el volante vibra mucho a pesar de estar en un terreno liso y, por último, si al bajar del auto, notas que se está perdiendo líquido hidráulico.
En todos los casos anteriores, es necesario sustituir tus amortiguadores por unos de mejor calidad, para que así, evites accidentes y puedas protegerte a ti, a tu familia y a las demás personas.
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