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Cartagena de Indias

15. Palacio de la Inquisición

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A esta mansión ubicada en la Plaza de Bolívar se le conoce como el Palacio de la Inquisición, ya que allí funcionó el Tribunal del Santo Oficio, que dictaba los autos de fe, contra los presuntos herejes.

En efecto, por real cédula de Felipe III, el 8 de marzo de 1610 se estableció en Cartagena de Indias el Tribunal de la Inquisición, constituido por dos inquisidores, un fiscal, empleados de secretaría y alguaciles. Durante dos siglos funcionó, hasta que a raíz de la Independencia fue suspendido temporalmente. Después del sitio de Cartagena en 1815 fue restituido para ser completamente abolido en 1821 al consolidarse la República.

El Palacio de la Inquisición fue terminado en 1770, después de tres cuartos de siglo que duraron sus obras. En realidad el palacio está compuesto por tres casas, dos sobre la plaza y una más sobre la calle vecina, conocida como la Casa de los Calabozos.

La fachada del Palacio de la Inquisición cuenta con rejas en la planta baja y balcones en el piso superior, y con una formidable portada barroca, prolijamente labrada en piedra coralina. En ésta se distinguen arabescos, el escudo de su propietario original y la cruz del cristianismo, labrados en esta difícil piedra como si se tratase de fino mármol.

Frente a esta portada se experimenta una ligera conmoción, por su majestuosidad y por haber servido de entrada de tantos hombres y mujeres que solo salieron para encontrar la muerte.

En la fachada lateral (hacia la calle de la Inquisición) se encuentra el «buzón de la ignominia», constituido por una pequeña ventana coronada por una cruz, que servía para que los delatores dejaran anónimamente su información.

El palacio cuenta con un patio interior, que contrasta con la oscuridad de los calabozos, donde se recluía a los reos que esperaban ser enjuiciados por el Tribunal del Santo Oficio.

En estas celdas aún se encuentran los instrumentos de tortura del Santo Oficio, entre ellos los cepos y la báscula. Se dice que los acusados eran pesados, ya que se creía que los fieles debían pesar un kilo por cada centímetro que su altura excediera a un metro. Luego, cualquier peso por encima o por debajo de esta medida era considerado evidencia de brujería.

Desde 1945, la casa es propiedad del Estado. Actualmente es museo y sede de la Academia de Historia y del Archivo Histórico de la ciudad.

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