Revista Tlahuilli
Autor: CHIRU

En la primera parte quedo pendiente la investigación del origen de la serpiente en el escudo nacional, adición que vino a tomar el lugar original del Atl- Tlachinolli, sin embargo, en la «extensa» busqueda de información sobre dicho tema, me encontre con uno de tantos errores que se pueden hallar en la mayoria de los textos oficiales consultados con respecto al significado del Atl- Tlachinolli.Según autores tales como la francesa Laurette Sejourne o Enrique Florescano, el Atl Tlachinolli es un simbolo de la «guerra sagrada» para alimentar a los «dioses».

Por un lado Florescano afirma, como casi todos los autores de la materia, que los mexicah respiraban y trasnpiraban guerra y sacrificios, como si todo el dia tuvieran por proposito matar o inmolar a alguien; sobre este pensamiento gira todo su discurso, sin explicar por que afirma que el Atl Tlachinolli es forzosamente, al igual que los escudos y las flechas, un simbolo de guerra.

Sejourne por su parte, presenta una justificación acertada al señalar a los elementos opuestos en una dialectica que forman el Atl Tlachinolli, es por ello que considera su caracter bélico; no obstante, posteriormente se sigue en la especulación conectando al Atl Tlachinolli con el caracter ritual de quemar las cosas «sagradas» (en este caso el agua, como si se pudiera) para darles un caracter divino y sacar su esencia, vinculando con Quetzalcoatl y los rituales en Tollan…

Sobre ambos aspectos se puede afirmar que la dualidad que entreve Sejourne es muy acertada, no obstante es de señalar que, para la filosofia mexicatl todo era el Atl Tlachinolli, ya que todo el movimiento cosmico se producia en la dualidad, una dualidad de opuestos complementarios; si acaso se pudiera calificar a esta dualidad como algo «belico» no podria ser en el sentido en que se entiende europeamente, no, se trata de un flujo y contraflujo que reside en todo, no necesariamente en la acción especifica de la guerra o en la dudosa practica de los sacrificios. Con referencia a lo dicho por Florescano, él continua en su curso planteando al Atl-Chinolli en la semántica; considerandolo como un simbolo belico, y a la vez de supremacia y sujeción imperialista de los mexicah para con otros pueblos, o empleado para simple vanagloria militar que justifique su control sobre el «imperio».

Si bien puedo coincidir con Florescano sobre la posible creación del Atl- Tlachinolli, Aztlan, Chicomoztoc y otros mitos, de forma póstuma a la fundación de Tenochtitlán como elementos de cohesión social, si es preciso aclarar que la concepción de Atl Tlachinolli conlleva una mayor importancia en cuanto a lo filosofico que al supuesto «despotismo oriental» que, según autores del siglo pasado, era el sistema administrativo de Tenochtitlán, una de tantas falsedades tratadas de trasplantar a nuestro pasado.

Ahora bien, continuemos con el articulo y centrémonos en aquello que nos atañe, o como decimos acá » a lo que nos truje». La serpiente es uno de los símbolos inconfundibles presentes en el escudo nacional mexicano, junto con el águila, el nopal y el islote pretende ser una reproducción del símbolo que tuvieron los mexicah para construir su ciudad en el lago de Texcoco, buscando de esta manera ser un símbolo de unidad y nacionalismo fomentado por el estado mexicano.

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